Por el amor de los Bones

Capítulo 18 - La batalla de Lestrange

(la perspectiva de Amelia)

La mañana después de que decidieron mudarse a Potter Manor, Amelia se despertó con emociones encontradas. Estaba encantada con la idea de vivir con Harry, pero sabía que tenía que contarle sobre su confrontación con los Dursley y que no iba a ser una conversación fácil. Amelia no estaba segura de cómo se sentiría Harry por lo que le hizo a sus parientes y sabía que él estaría molesto por haberlo hecho todo a sus espaldas.

Después del desayuno, Amelia encontró a Harry en su oficina y le dijo todo lo que le pidió a Tonks que hiciera. Le habló de los recuerdos del pensieve y de la conversación que tuvo con cada Dursley el día anterior. Harry no dijo nada, pero ella pudo ver la ira creciendo en sus ojos y luego, de repente, se puso de pie y se alejó. Amelia se frotó los ojos y suspiró.

"Eso podría haber ido mejor", pensó. "Aunque casi esperaba que saliera ese lado imprudente de Gryffindor, supongo que es del tipo silencioso y tormentoso".

Fue realmente difícil para Amelia darle su espacio después de eso. Trató de ocuparse moviendo sus cosas de Bones Manor y no pensar demasiado en eso, pero extrañaba sus toques persistentes y besos posesivos. Se había acostumbrado a su baile íntimo cuando estaban juntos, y era difícil sentirlo tan lejos. Algunas veces pensó en sacarlo a colación y forzar una conversación o simplemente disculparse. Siempre estaba en la punta de su lengua cuando lo veía, pero sabía que le tomaría más tiempo regresar si apuraba las cosas, así que esperó. Finalmente, después de tres días él vino y la encontró, y el alivio se apoderó de ella de que finalmente podría recuperar a su Harry.

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Amelia estaba nerviosa y emocionada cuando Griphook envió una carta diciendo que habían encontrado un Horrocrux. Parte de ella había esperado que Albus estuviera equivocado. Esta era una prueba sólida de que no lo estaba, pero también significaba que estaban progresando hacia la destrucción de todos y que algún día podría haber un final para esta guerra.

Amelia se sorprendió cuando el rey goblin vino a hablar con ellos él mismo. Estaba segura de que había pasado al menos un siglo desde que un mago conoció al rey goblin, y ahora aquí estaba haciendo precisamente eso y por Harry. Su vida definitivamente se había vuelto mucho más emocionante desde que se conocieron.

Desafortunadamente, también se le recordó que también se había vuelto mucho más estresante. Aquí estaban hablando de Harry desafiando a Lestrange a un duelo de magos para llegar al Horrocrux. Ella desesperadamente no quería que él lo hiciera, incluso se ofreció como voluntaria para hacerlo ella misma, pero podía ver en sus ojos que él no retrocedía, así que se resignó a enseñarle todo lo que sabía y apoyarlo tanto como ella. podría. Luego, mientras Harry y Ragnuk hablaban, ella rezó a todas las deidades que estaban escuchando, por favor, no la convirtieran en viuda antes de que pudiera casarse con el idiota imprudente.

Amelia miró el desafío del duelo y le dijo a Harry que lo cubría todo muy bien. Vio a Harry firmarlo y sintió que su corazón se hundía. No iba a ser fácil de ver.

"¿Cómo se sigue metiendo en estas situaciones?" pensó. "Creo que estoy empezando a ver por qué Dumbledore tuvo tantas dificultades para mantenerlo fuera de problemas en Hogwarts".

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A pesar de la pesadez que se había apoderado de ellos desde que se fueron a Gringotts, se alegraba de que su relación volviera a ser tan buena como siempre. Ella se había perdido sus bromas. Se sorprendió cuando Harry apareció temprano para su entrenamiento. No se sorprendió cuando interrumpió su trabajo.