Por el amor de los Bones

Capítulo 28: El fin

Tan pronto como Madame Pomfrey vio que Amelia estaba despierta, le dio una poción de reposición seguida de una poción de pimienta y luego los envió a su camino. Caminaron de regreso a su habitación tomados de la mano, y luego pasaron el resto del día relajándose y besuqueándose, mientras Harry le preguntaba continuamente a Amelia cómo se sentía y si necesitaba algo.

"Estoy bien Harry de verdad", dijo Amelia después de la décima vez. "¿Qué tal si prometo decirte si algo cambia o si necesito algo y puedes dejar de preguntar cada pocos minutos?" Amelia se rió cuando Harry hizo un puchero y luego lo besó suavemente.

Después de la cena, Amelia fue al ministerio para asegurarse de que los Aurores estuvieran listos para cuando Harry los convocara. Les hizo saber que Snape estaba de su lado y ayudaría a Harry a infiltrarse en la guarida de Voldemort para no lastimarlo y luego les explicó qué esperar cuando llegaran.

Harry le dio a Amelia una hora para organizar a los Aurores y luego se dirigió a la oficina de Snape. Pensó que estaría nervioso mientras caminaba hacia las mazmorras, pero no lo estaba. Para ser honesto, estaba cansado de pelear y simplemente quería terminar de una vez. Llamó con fuerza a la puerta de la oficina de Snape y luego entró cuando lo llamaron. No le sorprendió ver a Dumbledore parado en medio de la habitación esperándolo ansiosamente.

"¿Estás seguro de esto Harry?" Preguntó Albus.

"Sí, es la forma más fácil y tendré ventaja si nuestro enfrentamiento es inesperado". Respondió Harry con frialdad. "He entrenado todo lo que he podido, solo quedan un puñado de mortífagos. Es hora de acabar con esto".

"Muy bien," dijo Dumbledore con un profundo suspiro. "Parece que has tomado una decisión. Esperaré noticias de tu regreso sano y salvo", dijo Albus. Harry asintió con la cabeza. Albus le dio una última mirada de cansancio antes de dejarlo solo con Snape.

"Preguntó, y no puedo mentirle", dijo Snape, sabiendo que Harry se preguntaba por qué Albus estaba allí.

"Bien, ¿estás listo?" preguntó Harry. Snape se alejó de su escritorio y se unió a él en el medio de la habitación.

"Tendré que inmovilizarte," dijo Severus. Harry lo miró con recelo.

"Será demasiado obvio que esto es una estratagema si simplemente entras conmigo. Tenemos que hacer que parezca que vienes de mala gana. Es la única forma en que podremos acercarnos lo suficiente a Voldemort o Nagini, "explicó Snape. Harry hizo una mueca, pero sabía que tenía razón.

"Tendrás que confiar en mí, Potter," dijo Snape. Harry arqueó las cejas ante esto. Snape se rió, recordándole a Harry su cena de compromiso.

"Bien," suspiró Snape mientras su risa se apagaba. Luego agitó su varita e hizo un voto mágico de hacer todo lo posible para asegurarse de que Harry no sufriera ningún daño durante su pelea con Voldemort. "Harry estaba sorprendido por el gesto pero aliviado de todos modos.

"¿Por qué?" Preguntó.

"Narcissa fue muy clara en su opinión de que no te he tratado como debería, y tienes razón, no eres tu padre", dijo Snape. Harry lo miró sorprendido. "Estará esperando mucho tiempo si está esperando una disculpa". Harry sonrió y negó con la cabeza.

"Bueno, ¿hacemos esto entonces?" preguntó Harry.

"Muy bien." Snape dijo mientras tocaba con su varita la marca oscura en su antebrazo. Momentos después, la serpiente comenzó a deslizarse y Harry vio a Severus hacer una mueca de dolor.