Los días pasaban mientras Felissa ayudaba a su primo Marco a integrarse a su nueva escuela y a su grupo de amigos, entretanto Marina continuaba manteniendo su distancia con todos y con todo y, sin darse cuenta, intrigando a Marco de tal forma que un día este se le acercó durante el almuerzo antes de perderla de vista.
-¡Hey Marina! ¿A dónde vas?- Pregunta Marco mientras corre para alcanzar a Marina quien al escuchar su nombre se volteó y desaceleró su ritmo no se detuvo.
- A lonchar - Contestó reanudando su paso veloz cuando Marco le ha alcanzado.
-¿Y a dónde vas a almorzar? Le he preguntado a Felissa pero no me ha sabido responder - Su tono delatando su confusión de que su hermanastra no sepa algo tan simple como su lugar de lonchar.
-Al árbol- Marina señala un árbol no muy lejos al cual se está encaminando. "¿Por qué querría saber?"
-¿Sabes que hay árboles más cercas de la civilización humana?-
-Sí, precisamente por eso es que vengo a este árbol-
-¿Eso es lo que lo hace especial?-
-Si-
Ambos se sientan bajo el árbol, Marina saca su lonche preparado de su casa y Marco lo que compró en la cooperativa de la escuela.
-¿A dónde vas en las tardes? No te he visto en la casa más que para cenar- Dice Marco interrumpiendo el silencio.
-Voy al campo - Contesta Marina entre bocado y bocado. -Campo de tiro-
-Oh, ¿entrenas tiro con arco?-
-No, tiro deportivo-
La comida de Marco queda a medio camino mientras pregunta. -¿El de las armas de fuego?-
-Si- Marina da un último mordisco y reúne su basura.
-Supongo que eres peligrosa- "Más de lo que crees" piensa Marina mientras se levanta, rejunta su basura y la deposita en el bote.
-Te recomiendo que no intentes comprobar tu teoría Marco - Y con ese último comentario se aleja sin mirar atrás.
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Promesa cumplida
Short Story-Claro que juré que te amaría hasta la muerte. ¿Qué te hizo pensar que hablaba de la mía?- Y disparó