Marina se encuentra frustrada, pues vuelve a sentir aquello que prometió no sentir, aquello de lo que se cuida con tanto fervor.
Había aceptado (después de días de insistencia por parte de Marco) salir con él a ver una película al cine por lo que se encontraba muy nerviosa ya que Marco había utilizado la palabra cita para nombrar su encuentro y ella tenía años que no salía a un encuentro con esa etiqueta.
Para cuando Marco llega a su habitación y abre la puerta Marina y está cambiada y externando aparente neutralidad cuando por dentro es un revoltijo de nervios.
-¿Lista?-
-Si- Marina toma su abrigo, sus llaves y se encamina hacia su auto acompañada de Marco.
Marina pide indicaciones sobre el cine al que irán, una vez recibidas pone el carro en marcha. Nuevamente, durante el camino es Marco quien lleva la conversación aunque en esta ocasión Marina aporta más que la primera vez que estuvieron en su auto.
Al llegar al cine y estacionar el auto, ambos se bajan y se encaminan juntos (un poco más de lo que Marina prefiere) a comprar los boletos y palomitas para después dirigirse a la sala.
Ya sentados, Marina dirige una mano al reconfortante peso en su muslera derecha calmando un poco sus nervios.
-¿Qué película vamos a ver? Por favor dime que no seleccionaste una película para chicas-
Marco suelta una carcajada estruendosa antes de contestas –No, seleccioné una de acción. Espero que tú hayas comprado palomitas acarameladas –
Marina le sonríe –Sí, compré acarameladas – A partir de ahí la conversación fluye de manera espontánea; y al ver la película, Marina disfruta pues, aunque no sea comedia los comentarios de Marco hacen que lo parezca.
En el viaje de regreso Marina está más relajado por lo que Marco decide tentar su suerte.
-¿Te gusta estar conmigo Marina?-
-¿Qué? – Marina le da un vistazo rápido antes de voltear al frente – Si, ¿por qué preguntas? –
-¿Te gusto? – Marina da un frenazo y agradece que no haya una patrulla en ese semáforo - ¿Eso quiere decir que si? – El semáforo cambia a verde y Marina pone en marcha el carro – Porque tú a mi si me gustas – Continúa Marco
-Si – Murmura Marina pero Marco alcanza a escuchar.
-¿Te gustaría intentar una relación conmigo? – Pregunta un poco ansioso.
Marina no responde, se queda el resto del camino sospesando la posibilidad de una relación con Marco. Él no la presiona y al llegar a casa obtiene su respuesta.
-De acuerdo, intentaré una relación contigo –
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Promesa cumplida
Short Story-Claro que juré que te amaría hasta la muerte. ¿Qué te hizo pensar que hablaba de la mía?- Y disparó