𝓢ATURNO 𝒇𝒕. JEANMARCO WEEK

𝟎𝟓 ▸ 颛 . TODO POR NOSOTROS

Se que tardaré un tiempo;
curarme de ti de una vez;

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Título: All for us
Extensión: 4144 palabras

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A pesar de que la acalorada asfixia aún seguía brotando frenéticamente en su agitado pecho, con cada paso y brinco que efectuaban sus largas piernas en medio del pavimento de aquellas avenidas. A pesar de que chocaba con cientos de transeúntes de todas las edades y recibiera a cambio miles de exclamaciones de suma molestia y hastío dirigidos a su persona, inclusive si tenía que cruzar miles de peatonales cuan saturados de gente y estrés por encima, todo eso y mucho más no le importaba pasar al joven Kirschtein, quién ahora solo se limitaba a cruzar precipitadamente un punto de la ciudad a otra en busca de una persona en concreto.

La adrenalina de aquella extenuante carrera de emociones fuertes lo estaban consumiendo a él y a sus últimas fuerzas con cada paso hacia adelante que dirigía en dirección a su destino. Sus muslos se encontraban en su punto límite al sentir los calambres hacerse presentes en sus músculos, vaya que la falta de ejercicio le había dado algunos estragos a lo largo de su maratón repentino, aquella marcha veloz en la que se vio en la necesidad de proceder para lograr alcanzar lo último que quedaba de su añorado y nostálgico pasado. Porque no, no podía caber dentro de sí, que lo que una vez fue aquella chispa de florecientes emociones tan puras y descabelladas, tan marcadas de momentos y memorias tan llenas de pasión, cariño, vínculo y complicidad tan genuinas estarían a punto de ser tirados al acantilado del olvido.

Corría todo lo que su mero impulso podía ofrecerle para salvar aquellos últimos vestigios de amor que creía que aún existían entre los dos. Corría para alcanzar lo único que quedaba de aquella última era de felicidad que alguna vez inundó su vida. Corría para sencillamente detener lo que estaba a punto de suceder, para parar aquellas tijeras filosas del destino y realidad que estaban a punto de cortar para siempre el lazo que ellos una vez juraron que sería inquebrantable.

Corría para alcanzar un sueño, un dulce sueño ilusorio de la cual Jean negaba rotundamente despertar, un sueño que tal vez se tornara en una despiadada pesadilla. Solo continuaba con su corrida para alcanzar lo que prometió en algún día nuboso del pasado remoto que sería únicamente su sueño. Ese sueño mismo que estaba encarnado en físico dentro del desastroso mundo y lo iluminaba con cada sonrisa, que tenía un nombre, un apellido, unas divinas estrellas pigmentadas en cada rincón de sus suaves mejillas y unas hermosas canicas del más dulce marrón caoba, que su pobre visión de sencillo mortal tuvo la dicha de ser bendecido.

Corría para salvar las cenizas que una vez fueron llamaradas salvajes de amor. Porque sin correr, nunca llegabas a alcanzar algo en vida.

Corría para evitar que dentro de aquella iglesia, la conexión que aún preserva con Marco se deshilara por completo, que aquel tenso nudo que aún lograban obstruir por poco todo intento de desprender las dolorosas agujas del rencor y la traición.

Jean no podía creer que Marco realmente estuviera renunciando a todo, a toda su larga travesía y su infalible conexión que juraron que sería eterna bajo el manto de las centellas de la noche. Qué el moreno que iluminaba su universo entero hace varios años atrás realmente se estuviera deshaciendo de cada uno de esos bellos momentos, que sencillamente se le hubiera ocurrido reemplazado por alguien más, alguien que seguramente no podría hacerlo sentirse igual. Que ahora, le estuviera jurando y prometiendo vastos colores infinitos que representaban su devoción para aquella chica, diciendo las mismas frases tan certeros de un futuro tan brillante que Jean había recibido hace no mucho, las mismas que antes eran solamente de él.