Dos chicos iban pasando por los pasillos de la escuela, uno iba brincando como un niño y el otro simplemente se aseguraba de que no cometiera un mal paso y se caiga.
Así era la amistad de aquellos chicos, uno buscaba divertirse mientras el otro se portaba como un señor maduro, a pesar de tener casi la misma edad.
Sunoo, un aprendiz de cupido, de dieciocho años de edad, estaba en ese colegio en busca de cumplir con su deber.
Después de diez meses de estar entrenando con el arco y flecha, había sido escogido por su superior para unir a una nueva pareja.Por eso estaba Jay con él, había sido enviado como su acompañante para que vigile al principiante y se asegure de que todo salga bien, debido a ello se encontraba caminando por los pasillos vacíos, el lugar no le era extraño, lo reconocía, pero en ese momento hubiera preferido estar descansando en vez de caminar vagamente.
El timbre sonó repentinamente, el rubio no se inmutó mientras que el joven de cabellos blancos parecía entrar en una especie de pánico.
—Oh por los grandísimos ángeles, ¡Van a vernos! ¡Tenemos que escondernos!— finalmente había corrido de un lado a otro, y terminó escondiéndose entre un espacio vacío que separaba dos estantes de casilleros, presionando su espalda y manos contra la pared como si de esa forma no lo viera nadie.
—Creí que habías leído la guía, ¿No te estabas quejando tanto por eso? "No pude dormir tan bien porque me quedé leyendo el tonto reglamento".— Se acercó hacia el peli-blanco y lo tomo del brazo sacándolo de su escondite.— Si la hubieras leído sabrías que no pueden vernos, no somos nada más que simple aire para ellos.— Sonrió mientras rodaba los ojos al ver la cara de alivio que ponía su amigo.— Ahora tenemos que seguir buscando a la parejita.
A un metro de ellos dos chicos estaban discutiendo, parecían maldecirse en todos los idiomas posibles pues ambos hablaban al mismo tiempo mientras se señalaban unos a otros.
—¡Jay mira! ¿Si les lanzo una flecha dejarán de discutir?
—Seguramente, pero también vas a hacer que se enamoren y tienes las flechas contadas, no las debes desperdiciar.
—Si no lo hago seguirán discutiendo.— Una cara de desilusión se formó en el rostro del chico.— Y podré explicarle al superior, lo entenderá.
—Lo dudo. No están en la lista de parejas así que sería mala idea, y ya tienes tu list- ¡Hey! ¡Ese es el chico!— Apuntó hacia el alto de cabellos grises.
—¡Falta el otro! ¿Cómo era? Lee... Mm ¿Lee Hansung? Creo que así se llamaba.
—Lee Heeseung.
—¡Cierto! ¡Heeseung!— comenzó a mirar a su alrededor, buscando a la otra mitad del chico.
La sorpresa fue dada al momento en que tres chicos más se acercaban, entre ellos Heeseung, quien estaba jalando del brazo de Ni-ki mientras Jungwon era detenido por Jake y Sunghoon.
—¡Es el momento! Están juntos, ¡Será pan comido!— Con la emoción del mundo colocó la flecha doble en el arco, mientras calculaba el "blanco" para poder unirlos.
—No lo creo, hay demasiados puedes equivocarte.
—¡No me equivoco, soy profesional en esto!
¿Qué tan profesional podría ser Kim Sunoo?
En cuestión de segundos Heeseung se había quitado del frente de Ni-ki, posicionándose a su costado izquierdo, Yang y Nishimura se encontraban frente a frente nuevamente.
Todo fue tan rápido que cuando Sunoo quiso dar un paso atrás era demasiado tarde.Los dos enemigos ya habían sido flechados.
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Cᴜᴘɪᴅ | ωк
Fiksi PenggemarNadie sabía porqué se odiaban tanto. Hasta que cupido se equivocó. -Extensión: 3 Capítulos + Epílogo + Extra -Historia completamente mía. -NO SMUT. -Capítulos cortos. -Revisado