Reaching the unknown

« Number seven »

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CAPÍTULO SIETE:
Coqueteo incómodo.

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—¿Segura que no quieres venir?— Dijo Bella del otro lado del teléfono

—No, B. No quiero ir con Jessica y Ángela a Port Angels a comprar vestidos. Gracias— Respondió Vall

—Bien, adiós—Fue lo último que dijo la menor antes de colgar el teléfono. Charlie seguía trabajando así que Vall se sentó cómodamente en el sillón de la casa y encendió la televisión para ver la serie The big bang theory mientras comía frituras

Todo estaba bien hasta que comenzó a escuchar ruidos, al principio pensó que era la madera de alguna mesa o un ruido en la cocina pero luego comenzó a escuchar ruidos de golpes en la ventana por la parte de afuera. Vall pensó en acercarse pero si era un asesino en serie no quería hacerle fácil el trabajo de matarla

—Maldición— Susurró por lo bajo cuando escuchó un fuerte toque en la puerta

—No voy a morir. No voy a morir. No voy a morir— Repetía Vall en su cabeza mientras se acercaba lentamente a la puerta. Se levantó en sus puntillas para lograr ver por el ojo de la puerta y soltó un suspiro cuando vió de quién se trataba, abrió la puertas y habló

—Maldición, Jasper. Me asusté— Dijo ella enojada pero cunado escuchó la pequeña risa del chico aligeró su expresión facial

—Lo siento— Dijo el

—Pasa— Vall se arrimó y cuando Jasper pasó cerró la puerta, se sentaron en los sillones en total silencio— ¿Y bien?—Preguntó Vall mirándolo

_¿Que?

—¿Que? ¿¿Que??—Repitió la chica— Jasper, llegaste a mi casa, luego de asustarme, te sientas en el sillón con una de las caras más serias que te he visto nunca y me dices ¿Que?— Dijo Vall incrédula, bufó cuando vió la sonrisa que se escapaba por los labios de Jasper

—Bien, te contaré todo.

—¿Que es todo? ¿Sobre qué?

—Todo sobre mi familia—La miró seriamente a los ojos y Vall notó que no eran de su típico color dorado, eran negros. Mentalmente la chica se sorprendió pero lo que hizo fue cruzar sus piernas sentada cómodamente en el sillón y apagar la televisión con ansias de saber la verdad sobre su familia

—Somos vampiros—Soltó sin más. Vall soltó una carcajada pero paró cuando vió que Jasper no reía

—Por dios, Jazz. Creería más tu excusa de la adrenalina— Dijo ella limpiando las lágrimas que salieron de sus ojos

—Vall, estoy hablando en serio. Somos vampiros— Vall talló sus ojos y miró a Jasper fijamente con semblante serio en busca de algún rastro de risa. Parpadeó varias veces en su dirección