Aprèss Le Guerre. [Drarry]

Premier chapitre.

□ La carta □

"Viejo hogar, nuevo sentimiento"
-A.M.M

Un dia de 23 de agosto eran aproximadamente las 5:57 de la mañana cuando Harry Potter se despertaba de una pesadilla. Sudoroso, agitado y asustado.

Desde que termino la segunda guerra mundial magica, nuestro salvador ha estado teniendo recurrentes pesadillas. Unas peores que otras.

Harry se sentó de golpe en su cama, se quito un poco de sudor de la cara con el dorso de su mano y se levantó a lavarse la cara.

No sabia el porque, pero desde que terminó la guerra tenia la constante sensación de que algo iba a pasar.

Genial, ahora soy paranoico, pensó Harry.

Con ese sentimiento en el pecho, bajó a desayunar algo, aprovechando que los Dursley se levantaban más tarde porque era domingo. Bajó las escaleras con pereza, asegurandose de no pisar el penultimo escalón, pues este crujia y no queria despertar a los Dursley. Se dirigió a la cocina dispuesto a tomar su desayuno, pero de repente, una lechuza color marrón claro con una carta en el pico comenzó a golpetear la ventana. Harry la abrió y dejó que la lechuza entrara, esta se pozó en una silla cercana a Harry. Harry tomó la carta del pico del ave, la abrió y la leyó.

Estimado señor Harry Potter:

Le informamos que dado que ya cumplió su mayoria de edad en el mundo magico el año pasado, y tuvimos que hacer una reconstrucción en el ministerio, se le hará una prueba, que fue aplazada por el motivo anterior, para saber si sus antepasados le dejaron herencia. Si no sabe lo que es se lo explicaremos el dia 31 de agosto a las 16:00 horas, donde se realizará la prueba.

Deseandole lo mejor

Ragnock.
Departamento de Prueba
de Herencia.
Minsterio de la magia.

Cuando Harry termino de leer la carta, estaba estupefacto. ¿Herencia? ¿su herencia no era el dinero que le habian dejado sus padres? ¿debia preocuparse? Se preguntó Harry, anotando mentalmente preguntarle a Hermione apenas salga de su cita en el ministerio. Olvidandose de eso, se hizo un desayuno rapido y simple, pan con mantequilla y jugo de naranja. Se dirigió a su habitación que antiguamente era la Habitación de juguetes rotos de Dudley. Al principio, y hasta ahora, a veces, Harry piensa qua lo dejaron quedarse ahí porque el también era un juguete roto.

Se sentó en su cama, intentando recordar para que habia subido, pues ya no se acordaba.
Cierto, otro detalle a recalcar, es que nuestro querido salvador comenzó a tener problemas después de morir en la guerra. Tenia faltas de memoria repentinas, pesadillas casi todas las noches, algunas veces tomaba una poción para dormir sin sueños y dormia bien, pero desde hace tres semanas se le habian acabado los ingredientes y no podia salir a buscarlos.

En fin, dejando todo eso de lado, Harry se rindió de intentar recordar y decidió leer un poco para quitar el aburrimiento. En el tiempo que esperaban que Hogwarts se reconstruyera, Harry aprendió por Hermione que siempre era bueno leer un libro y enterrarse en esos mundos todo lo que puedas para salir de la realidad, ahora está inmensamente agradecido con su amiga por darle un libro titulado Yo te invente: ¿Y si todo lo que amas solo existiera en tu cabeza?, a Harry le gusta porque la chica tambien se encuentra encerrada en su cabeza, y le hace acordarse de él mismo, escondido por todo un año en su mente, hasta que Ron y Hermione lo ayudaron a sobreponerse.

Después de un rato de lectura, Harry decidió bañarse para después salir. Se desvistió y se dió una larga y relajante ducha. Salió de la ducha, se vistió y salió a despejarse un poco, evitando hacer ruido porque los Dursley ya se estaban levantando.

Salió de la casa, sintiendose más relajado, fue hacia el patio de sus tios y se sentó en el cesped con la espalda contra la pared y sin dificultades se quedó dormido.

■ Après la guerre ■

- Para que me llamaba, madre -dijo inexpresivo un joven rubio de ojos grises como plata liquida, con un saco negro en el brazo.

- Hijo, querido, no te resientas conmigo, sabes que yo me arrepiento de todo lo que hice -dijo una mujer palida, de cabellos rubios y mechones negros-. Pero para lo que te llamaba era otra cosa, una cosa que estoy segura te gustara -dijo Narcissa Malfoy, con una sonrisa picara-. Harry Potter irá al ministerio.

Draco Malfoy se quedó callado un momento, sabia lo queria decir su madre, pero no lo admitiria frente a ella.

- ¿Y eso que tiene que ver conmigo? -preguntó Draco, con fingido desinterés.

- Pues... pensé que con tu padre en Azkaban, podrias rehacer tu vida con tu primer amor.

- Mamá, deja de pensar estupideces, además, ¿como sabes que Harry Potter ira al ministerio?

- Te recuerdo que antes teniamos un gran puesto en el ministerio, y aun hay personas que nos informan sobre lo que pasa.

- Bueno, si eso era todo, iré a almorzar con los Zabini, ¿vienes? -dijo Draco, poniendose el saco que estaba en su brazo.

- Claro, nunca me perderia una de esas deliciosas tartas que hace la señora Zabini -dijo Narcissa, colgandose del brazo de su hijo.

Draco agarró unos polvos flu, entró a la chimenea junto a su madre y dijo:

- Mansión de los Zabini.

Y desapareció en el fuego verde.

■ Après la guerre ■

Hemione Granger se encontraba en su casa hablando con su novio Ronald Weasley, planeando el rescate de su amigo Harry Potter de esos muggles que tiene de tios.

- Creo que deberia ser un viernes, para que disfrute el fin de semana acompañado aquí en la Madriguera. A no ser que quieras que lo llevemos a Grimmauld Place, creo que también le gustaria estar un tiempo solo -sugirió Hermione, tomando su desayuno, té de canela y un sandwich.

- No le sé, Hermione, tal véz será mejor llevarlo a Grimmauld Place, aquí es demasiado bullicioso, el necesitará tranquilidad -dijo Ron, comiendo (tragando) su desyuno, igual al de Hermione.

- Si, creo que tienes razón, necesita estar solo, pero cualquier cosa lo iremos a visitar cuatro veces por semana -dijo Hermione, apuntandolo con la cucharita de su té.

- Okey, eso haremos, ¿lo recogemos en dos semanas?

- Si. Ahora termina tu desayuno, le prometimos a George ir a su tienda.

- Cierto, ¡quedan cinco minutos, apurate!

Continuara...

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