El perro

Capitulo 5

Kagome se sentó y miró fijamente a sesshomaru quien estaba sentado en la sala justo al lado de su cama. Su mirada pasó de sesshomaru a los platos de comida, habían pasado dos días desde que lo había traído y se dio cuenta rápidamente que él no comía ninguna comida para perros, intento con diferentes marcas, pero ninguna le agrado, ni siquiera se acercó a olerlas así que tuvo que recurrir a algo drástico. Presa del pánico ya que sesshomaru no estaba comiendo compro varios kilos de carne, dejo unas guardadas y el resto la puso en su plato de comida

Fue la primera vez que comió y eso la hizo sentir aliviada, aunque aun estaba un poco preocupada por su comportamiento, siempre que despertaba y regresaba de trabajar él siempre estaba sentado en la sala, pero la hacía sentir un poco mejor saber que él salía a pasar al notar las marcas de sus patas por la puerta

Un suspiro salió de sus labios y sonrió levemente al notar la mirada seria y fría que sesshomaru tenía en su rostro. Estaba sentado con la espalda recta teniendo un porte digno de un rey, su barbilla en el aire y sus ojos fijos en ella sin vacilar

"realmente te pareces a sesshomaru" eso atrajo su atención "¿eres curioso?" una sonrisa alegre apareció en su rostro "sesshomaru-sama era un gran lord, con un porte orgulloso y elegante, justo como tú" se rió un poco y continuó "no le digas que dije esto, se molestara al ser comparado con un perro"

Las palabras de kagome atrajeron su atención, y al escuchar lo último que dijo no puedo sentirse ligeramente divertido. Ella tenía razón, si hubiera estado en el pasado la hubiera matado por haberlo comparado con un perro común

"El tenía un medio hermano llamado inuyasha, a diferencia de sesshomaru-sama él era un hanyou" su voz era nostálgica y suave "era un bocón y grosero, para nada elegante como sesshomaru-sama, pero era mi mejor amigo" su voz se suavizó aún más "era mi primer amor"

Su voz suave llamó su atención, pero los recuerdos que tenía de él fue lo que hizo que se acercara a ella inconscientemente quedando a tan solo un metro de distancia. Al notar su cercanía kagome sonrió ligeramente

"lo siento, estábamos hablando de sesshomaru-sama ¿cierto?" dijo mientras restregaba ligeramente sus ojos intentando no llorar por los recuerdos "casi no nos veíamos, pero era alguien querido para mi ¿sabes?, era frío y serio odiaba a los humanos, pero era alguien respetable"

Al escuchar sus palabras hizo que su corazón palpitara ligeramente más fuerte haciéndolo sentir extraño. Se movió ligeramente incómodo para apartar la sensación y presto atención a las palabras de kagome. Su mirada triste cambio a una brillante

"espero que haya encontrado a una buena pareja y tenido hijos" su mirada se dirigió a sesshomaru "espero poder encontrarme con él, seguramente debe estar vivo ya que es alguien muy fuerte y un demonio puro" su sonrisa creció y sonrió alegremente "seguramente será alguien exitoso"

Sesshomaru la observó en silencio, su corazón que antes estaba palpitando con fuerza se tranquilizó y ahora solo pudo verla con sus orejas ligeramente caídas. Si ella supiera lo que había pasado con él estaría decepcionada, por alguna razón se sintió avergonzado e inconscientemente apartó la mirada de ella y observo el suelo con sus orejas caídas

Al verlo kagome parpadeó confundida por su reacción. Se acomodo un poco mejor en la silla en la que estaba sentada y sin poder evitarlo acarició suavemente la cabeza de sesshomaru haciendo que el alzará su cabeza de golpe y la mirara sorprendido. Al instante apartó su mano y sonrió avergonzada

"lo siento, sé que prometí no volverlo hacer, pero... parecías triste"

Sabía que era algo loco estar hablando con un perro, pero sentía que él podía entenderla. Sesshomaru la miró fijamente antes de apartarse de ella y volver a su lugar a la sala haciendo que kagome lo mirara ligeramente triste, sonriendo levemente se levantó de su asiento y camino al segundo piso

"iré a descansar a mi habitación"

Al ver que estaba reportando lo que iba a hacer a un perro no pudo evitar reír ligeramente mientras subía las escaleras, era agradable poder hablar con alguien, aunque fuera un perro. Sesshomaru la observó irse escaleras arriba mientras apagaba las luces antes de que alzara una pata y tocara su propia cabeza con una expresión desconcertada en su rostro

Esa era la primera vez que alguien lo tocaba desde hace cientos de años, no lo hacía sentir molesto o irritado, en cambio se sintió... agradable. Haciendo una mueca por sus pensamientos se acercó a su cama (lo único que tenía suyo) y apoyó su cabeza entre sus patas disfrutando la oscuridad del lugar. La única luz que kagome siempre dejaba prendida era la luz de la cocina