Estúpido Erwin

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Cómo cada mañana el sol deslumbraba entre todo aquello que se dejaba tocar por este. Entre el cual se encontraba Erwin Smith tan apuesto y presentable, como cada día lucía a flor de piel el uniforme que muchas damas aseguraban le favorecía tan bien, que provocaba en cada una de ellas sensaciones que iba de lo más calmado hasta lo más exitante.

-Ahí tienes otra admiradora tuya Erwin -decía Levi con molestia más de la usual.

-No es así, además esa recluta debe tener sus quince años de edad, eso no sería apropiado Levi -respondía su comandante mientras revisaba unos documentos en el pasillo.

-Bu...buenos días comandante Smith, feliz cumpleaños, espero tenga un gran día hoy -pronunciaba sutilmente aquella joven, apenas siendo entendible lo mencionado, sin siquiera voltear a ver al capitán Levi, quizás porque solo estar cerca suyo ya era mucho temor.

-Buenos días señorita, es un placer que haya decidido consagrar su corazón a la legión de reconocimiento, gracias por la felicitación y le deseo a usted también un gran día hoy -respondía con la amabilidad y educación que tenía mientras Levi era testigo de aquella conversación que claramente le causaba náuseas y ganas de devolver el estómago.

Aquella joven tras acabar de recibir aquellas bellas palabras se marchó con una gran sonrisa y un gran sonrojo que denotaban sus sentimientos por aquel hombre mayor.

-Si al parecer a ella no le importa la exorbitante diferencia de edad que existe entre ustedes ¿por qué a ti si?, tal parece esa mocosa quiere desempolvar tu polla, deberías ir tras ella ahora que aún puedes, bien podrías escaparte un rato después de ir por ella -declaraba Levi con desagrado y enojo en su tono, al término se marchó fuera a perder tiempo, pues sentía que tenía que aclarar su mente pues sentía furia de lo presenciado y luego de lo que imagino tras decir aquellas palabras.

-Estúpido Erw...-decía antes de callar todo ruido que hacía mientras caminaba entre los pasillos.

-Te estoy agradecido por el gran honor que me das al fijarte en mi, pero me temo no poder corresponder a tus sentimientos, no solo por la diferencia de edad que existe entre nosotros, la cuál es mucha, si no también porque yo me encuentro enamorado de alguien ya en estos momentos, te pido me disculpes -concluyo y se marchó con tal naturalidad que aquellas palabras sutiles lucian honestas y a su ves dolorosas.

Aquellos que aún yacían entre los pasillos lucian tristes y a la vez desolados.

-Estas de vuelta Levi, que bueno verte, ¿Quieres una taza de té? -preguntaba revisando documentos ese hombre de cabellos dorados en su escritorio sin alzar la vista aún.

Sin respuesta alguna todo se mantenía en un silencio que inundaba cada rincón.

-¿Por qué rechazaste ha aquella mocosa?, no te das cuenta que puede ser la última vez que alguna mujer se fije en ti -soltaba sin tacto en sus palabras su compañero.

-Mmm... así que es eso, eres cruel, pero no importa si fuera la última vez que una bella dama me declara sus sentimientos -respondía levantando la cara, posando su atención en aquel joven de baja estatura.

-Le mentiste sin siquiera dudarlo, tú no estás enamorado en estos momentos quizás deberías dejar todo esto y formar una familia antes de que se te pase el tiempo y ya no puedas tener mocosos, además puede que tras lo que le dijiste sede de baja -decía enojado cruzando los brazos recargado en el librero.

-Si lo hace, sus razones eran las equivocadas, solo morirá en vano, es mejor que ponga en claro sus razones y si al hacerlo decide darse de baja, eso será lo mejor para ella, no puedo mentirle aceptando algo que no siento y más porque yo te amo solo a ti Levi -pronunciaba con la franqueza que le describía tras haber ejecutado alguna estrategia. Se puso de pie camino hasta el librero, se inclinó hasta encontrarse a su altura y al concluir lo dicho deposito un casto beso en los labios ajenos, dejando perplejo a su amado pero no por mucho tiempo.

-Feliz cumpleaños Erwin -soltó el más bajo al separarse.

-Lo recordaste -dijo Erwin con sorpresa.

-Si -agrego jalando a Erwin así a él por su colgante, para unir una vez más sus labios.

..........................................   A la semana siguiente..........................

-Tal parece se dió de baja la mocosa esa -decía Levi al revisar entre la documentación que le pidió Hanji entregar al comandante Erwin.

-Al menos no tendrás que preocuparte porque una mocosa le ande coqueteando -decía Hanji tras enterarse de lo ocurrido días después.

-Si...-musitaba antes de callar lo dicho.

-Buenos días, comandante Erwin Smith ella es la hija de una de las familias más aristócratas de la muralla sina, la señorita  insistió mucho en conocer al comandante de la legión de reconocimiento, al parecer a escuchado mucho de usted y del hombre más fuerte de la humanidad -declaraba el comandante en jefe Darius Zackly.

-Buenos días señorita, es un placer tenerla está mañana con nosotros -respondía Erwin.

-Buenos días, el placer es todo mío comandante Erwin Smith -respondía mientras recorría con la mirada cada apice del cuerpo de Erwin, con un coqueteo que era más que obvio.

-Estúpido Erwin -declaro el hombre más fuerte de la humanidad con enojo y se marchó.

Esta vez creo que sí te va a matar Levi -pensaba Hanji con clara preocupación. Esta vez si le costaría caro calmar a su aún no novio.

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