5. Impacto.

509 36 20
                                    

Al día siguiente, ninguno de los 2 quería sacar el tema de lo sucedido la noche anterior así que actuarian como si nada hubiera pasado.

Nathalie optó por probar un nuevo estilo, así que sacó de su clóset una blusa de encaje negro además de un pantalón y botas del mismo color.
A sus casi 43 años* no se había sentido tan hermosa y bien consigo misma. Esperaba que las cosas con Gabriel volvieran a lo que eran antes, una relación normal de jefe y asistente.

«No vas ser así, no seas ingenua«

Tal vez, pero tenía que intentarlo por el bien de los 2... bueno, eso creía ella.

Gabriel había optado -finalmente- por dedicarse más a su hijo y lo hacia poco a poco, en esa ocasión desayunó junto a él algo que el chico había deseado desde hace tanto.
Nathalie se acercó al par de rubios, el menor de ellos sonrío y saludó a la fémina al verla.

- Buenos días Nathalie

- Buenos días, Adrien, Gabriel

- Buenos días Nat... - Al notarla casi se atragantaba con la comida, su hijo tuvo que golpearlo en la espalda para evitar que se ahogara - Buenos... - Se aclaró la garganta - Buenos días Nathalie ¿A qué se debe el cambio?

- Oh, quería probar algo nuevo, es todo - Dijo aguantandose la risa ante la reacción de su jefe

El modelo simplemente sonreía ante la escena del par de adultos.

- En fin, tengo aquí el horario, Adrien - Se lo entregó al mencionado quien lo tomó de inmediato - Por cierto, la sesión de fotos para mañana se retrasó una hora y media además de que la modelo que te acompañaría para la campaña no podrá asistir debido a problemas personales

- ¿Entonces ya consiguieron un remplazo?

- Aún no, no hay modelos disponibles para mañana

- Humm... No te preocupes, creo que se quien podría hacernos el favor. Le diré y más tarde te daré su respuesta

- Claro

- Papá debemos irnos

- Cierto. Volveré lo más pronto posible, Nathalie, debo estar aquí a la hora de tu medicina

- No deberías preocuparte por eso, yo lo haré

Negó con la cabeza - No, yo estoy a cargo tuyo con respecto a tu condición. Sin quejas ni excusas, yo seré el que te de tus medicinas quieras o no

Aquel tono firme que usó la hizo sentirse como una niña pequeña. Asintió sin más. Ellos salieron de la mansión.

- No se si podré controlar estas ganas inmensas de besarlo - Se dijo a si misma

(...)

Gabriel volvió a la mansión y lo primero que hizo fue citar a su asistente a la oficina y poder darle su medicina.

- Te dije que yo podía encargarme sola

- Y yo te dije que soy el responsable de cuidarte y darte tus medicinas, así que deja de quejarte y toma - Le dió una píldora y un vaso con agua

Luego de tomársela, ella estaba dispuesta a irse cuando el hombre la detuvo.

- Espera, hay algo que debo decirte, he estado tentado a decírtelo desde hace hora y media... Te ves sumamente hermosa y sensual - Lo último lo susurró a su oído

Dicho esto comenzó a besarla, pero no duró mucho ya que la fémina lo apartó un poco.

- Espera, dijiste que solo pasaría una vez y ya, osea ayer

- Lo se, pero no pude resistirme, me causaste un gran impacto vestida así - La tomó del mentón - Sabes, tal vez deberíamos besarnos un poco más, un par de veces más en lo que queda de la semana y después haremos como si nada hubiese pasado ¿Te parece?

«Esto está mal, además lo prometiste«

Quería escuchar a su conciencia, pero estaba tan tentada a la propuesta del rubio. Después de pensarlo por un par de segundos finalmente asintió con la cabeza y él volvió a besarla aunque está vez con más ritmo.

Ambos estaban tan sumergidos en el beso que no se dieron cuenta de que este la había recostado sobre el escritorio, se miraron mutuamente preguntándose si iban a pasar al siguiente nivel. Rápidamente se separaron, acomodaron sus ropas y se aclararon la garganta. Él fue el primero en hablar.

- Creo... Creo que debo seguir con un proyecto importante para la siguiente semana

- Entiendo, entonces te dejaré trabajar, creo que descansaré un poco

- Muy bien

La mujer salió de ahí lo más rápido posible y al llegar a su habitación suspiró aliviada.

- Quiero hacerlo con él, pero no es correcto, no es correcto besarme con mi jefe... Pero a la vez me fascina esto, creo que seguiré con esto lo que queda de la semana y cuando vayamos a Barcelona actuaremos como lo que éramos antes, simples amigos y en modo laboral

«No va a funcionar, no tienes el control suficiente para esto, acéptalo Nathalie«

- Si... esto se va a salir de control

(...)

Al día siguiente, a las 5:30 pm se encontraban en el lugar para la sesión de fotos, un estudio ubicado casi a las afueras de la ciudad.
Adrien había convencido a su compañera de clases y amiga, Marinette Dupain Cheng a que fuese la modelo de remplazo y aunque al principio se negó después de mucho pensarlo finalmente aceptó con la condición de que no se le pagara pues consideraba hacer esto como pagar un favor de su amigo.

Después de arreglarlos, ellos se acomodaron para iniciar con la sesión. Gabriel se encontraba en una esquina, viendo todo el proceso, había puesto su expresión seria y analista algo que le facinaba mucho a Nathalie. De pronto se levantó y se acercó a los jóvenes que al notarlo se pusieron en una posición firme, esperando a que este hablara.

- Se ven bien, aunque creo que el vestido que lleva, señorita Dupain no le favorece lo suficiente, es decir el color. Nathalie, ¿Puedes llevarla a los camerinos y darle el otro vestido?

- Por supuesto señor

De inmediato ambas se dirigieron al lugar indicado, la franco china tomó el vestido que le había dado la asistente de los Agreste y se puso detrás del vestidor para cambiarse lo más rápido posible.

- ¿Por qué el señor Agreste me pidió cambiarme de vestido? - Preguntó de repente la joven

- El señor Agreste sabe perfectamente que color, tela, etcétera le favorece a todos, en especial a las mujeres

- Pues en mi opinión este vestido no me parece muy apropiado para mi, digo, es lindo, pero el estilo no es lo mío

- Déjeme decirle señorita que usted es una joven hermosa que cualquier tipo de ropa le queda muy bien, admito que me recuerda un poco a mi cuando tenía su edad, una chica llena de sueños, linda y sobre todo que sabe perfectamente lo que quiere. Adrian me ha hablado maravillas de ti

- Oh, gracias, en fin... - Salió del vestidor - ¿Está bien?

- Está perfecto, se lo dije, el señor Agreste sabe bien que tipo de prenda va con cada quien. Ok, será mejor volver, nos están esperando

- De acuerdo, vamos

Regresaron al estudio y siguieron con la sesión 2 horas más.
Nathalie en lugar de ponerle atención a lo que estaba sucediendo como solía ser su costumbre, se la pasó viendo a su jefe, totalmente encantada y recordando el sabor de sus labios.

🔞"Todo por ti" [Gabenath]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora