Mi más profundo deseo

22

Hace tres días que Lena me dejo, despidiéndose por una miserable carta, dejándome con un vacío profundo. Alex se preocupo mucho cuando no llegue a casa esa noche, yo me quedé en el sofá que Len dejó, intentando calmarme con el olor que este desprendía; olor a ella.  

A la mañana siguiente no asistí a clases, las ganas de levantarme y alejarme de lo que queda de ella me impide salir de aquí; Así estuve todo el día, hasta que llegó Alex.

Ella se quedó a mi lado todo el día, abrazándome fuerte y diciéndome que todo mejoraría.

        

Los siguientes días fueron difíciles, la extrañé mucho, pero empezar a alistar mis cosas para la universidad, sumado a la fiesta de Alex me mantuvieron con la mente ocupada.

-Kar, segundo llamado, no me hagas volver a repetir que baje porque si no...

-hola..

-Te ves hermosa, no me habías mostrado este vestido, te queda espectacular

-ya lo se hermanita

-bueno, ahora vámonos porque ya estamos llegando tarde a MI cumpleaños-dijo con un tono severo-

Ambas salimos de la casa, yo no tenia muchas ganas de festejar... pero Alex ha estado para mi desde que Len se marchó.

Llegamos al lugar de la fiesta, un salón inmenso donde ya se veían algunas personas bebiendo y bailando al ritmo de la música. Bajamos y Alex me tomó de la mano para que la acompañara en su entrada. Cuando nos adentramos en el complejo, este estaba repleto de familiares y amigos de Alex. Me alejé un poco de las personas y me senté en la mesa más lejana para tener algo de "paz", pero fue inútil.

Todos los primos ya estaban en la mesa, ¿Qué se supone que voy a hacer ahora?, tengo a todos los niños de la fiesta a mi alrededor. Y esto no pudo haber sido solo una coincidencia; Levante la mirada y busque a alguien, específicamente a una morena con cara de santa que en definitiva me estaba observando con una sonrisa jocosa.

-maldita perr...

-¡KARA!, ¿cómo estas nena? Rao, el no...

-hola Clark... ¿cómo esta mi primito?

-oh, estoy bien nena Maldito niño del demonio, prefiero ir a llorarle a Lena y llenarle la casilla de llamadas que estar con este mocoso.

-me alegro...

-¿estuviste pensando en mi desde la última vez que nos vimos?

-no

-vamos, yo se que te parezco atractivo nena

Preferí ignorarle.

-ey nena, deja de ignorarme

-...

-¡ya deja de hacer eso! tú eres mía, no puedes estar haciendo lo que se te este haciendo la gana, me perteneces, ¿está claro?-dijo agarrándome del cuello-

Yo lo empuje y le di una cachetada.

-¿quién te crees que eres?, tienes catorce años y todavía no sabes lo que es tener una maldita erección, no puedes venir y decirme lo que tengo que hacer.

-pero yo se que tu me quieres, yo...

-¡no!, ¿y sabes qué?, soy la lesbiana de las lesbianas, no me gustas y jamás lo harás. ¡por Rao!, ¡eres mi primo!

-y-yo... no puedes ser lesbiana, eso esta mal.

-¿y no está mal querer salir con tu prima mayor?, ¿no está mal agarrar del cuello a una mujer solo porque te ignora?, ¿no está mal ser piropeada desde hace años?,  ¡¿no está mal ser homofóbico?!, ¡¿no está mal que te rompan el corazón?!, ¡¿no está mal que la mujer que amas te abandone por tu maldito futuro?!-Me rompí. Caí de rodillas al suelo, lágrimas salían de mis ojos mientras todas las miradas apuntaban hacia mi. No pude aguantar más y salí corriendo.

Estaba muy oscuro, mis zapatos estaban impregnados de lodo, lo mismo con mi vestido, pero eso poco importaba cuando lo único que quería era alejarme.

No se por cuanto tiempo estuve corriendo, pero se que fue por unos cuantos minutos ya que me había alejado demasiado de la fiesta, es más, me adentre en el bosque sin darme cuenta. Mis piernas ya estaban cansadas y adoloridas, tuve unas cuantas caídas en el camino, eso me llevo a tener que detenerme unos segundos.

Me tire al suelo. Las hojas mojadas se pegaron en mi espalda y las ramas se clavaron en mis brazos. Solo me abracé y rompí en llanto. Otra vez pensando en ella.

La oscuridad de la noche me abrazo. Un vacío, eso es lo único que siento. ¿tendré que olvidarla?, no lo se, lo único que quiero es que ella me arrope con sus brazos, que me bese apasionadamente, y me agarre de la cintura cuando una chica me guiña el ojo... la extraño demasiado.

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Hola hola!, ¿Qué tal?, yo estoy bien si eso se preguntaban.

Bastante picante el capítulo de hoy, ¿no?. Y si, ya se, yo también me odio mucho cuando no se me ocurre que escribir, pero bueno.

Amo muchísimo que me voten, y aún más que comenten como sienten la historia!

Les agradezco de corazón todo lo que están haciendo por mi, me siento tan emocionada cuando me votan, lol. lxs amo.

¡Nos leemos!

pd: se que el cap es corto, pero mi mamá me va a matar si se entera que estoy escribiendo esto en clase, lol.

                                       Atte: Made