Remus Lupin se independiza y se muda a la capital para comenzar la universidad, pero el mundo tiene otros planes.
El coronavirus se apoderó del país y todos deben cumplir una cuarentena estricta, obligando a Remus a quedarse encerrado en el nuevo ed...
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—¿Puedo declararme fan de Albus? —Mary río fuertemente, enseñándole el teléfono a Remus. —Lo amo. —Agregó sin dejar de reír.
—Nunca me uniste a ese grupo. —Dijo Remus sonriendo al leer el chat. —¿Quién es Orión?
—El dueño del edificio. —Respondió Mary volviendo a centrar su atención en el teléfono. —Vive en el penthouse con su familia.
—¿Tiene hijos? —Preguntó Remus tomando una barra de chocolate amargo y llevándola a su boca.
—Creo que dos. Sirius y Regulus. —Respondió Mary encogiendose de hombros. —No lo sé, no llevan mucho viviendo aquí.
—¿Cuando llegaron? —Mary observó a Remus algo confundida.
—Creo que octubre o por esas fechas. —Respondió sin quitarle la mirada de encima. —¿Por qué tanto interés?
—No es nada. —Dijo Remus rápidamente. —Hace unos días me encontré con uno de sus hijos, creo.
—¿Era uno de los que estaban borrachos en el patio? —Preguntó Mary con una sonrisa recordando lo que su mejor amigo le había contado hace unos días.
—Si. —Respondió Remus riendo. —Hablando del patio creo que voy a salir un momento, necesito descansar del departamento.
—Te acompañaría pero no tengo ganas de levantarme. —Respondió la morena acomodándose más en el sofá de la sala de estar. —Además quiero ver Frozen dos. No pude ir al cine en enero.
—No uses mi laptop que tengo un trabajo a medio hacer para filosofía. —Dijo Remus levantándose del sofá. —Y luego tengo que leer los textos de etimología y terminar el ensayo de psicología. —Agregó frustrado. —¿Es muy tarde para dejar la carrera?
—Nunca es tarde, mírame a mi. —Río Mary. —Ya en serio, relájate. Todo va a salir bien.
—Con suerte en junio este bicho se habrá terminado. —Sonrió el castaño. —Porque no me sirve que los profesores me muestren power points todos los días.
