La soledad del alma

3

He pintado una habitación, no se porque lo he hecho, pero quedó muy linda.
Es de color azul, tenía pensado hacerle algunas cositas de color negro, pero cuando compre, resulta que compre tinta en tarro jajaja. No se que rayos.

Pero en fin, decidí dejarla en un rincon por si algun dia lo ocupo.

...

Hey Geto, recuerdas...

Cuando una vez nos retaron por andar payaseando y pintando la silla a Yaga, ¿Te acuerdas?

Flashback

- Hey, Getooo. – Susurro el de lentes para llamar la atencion de su amigo. – Le compre esta pintura a una señora de la calle, es de color verde, ¿Por que no le pintamos la silla a al viejo?

- Ok, te ayudaré. – Se rio en voz baja y le siguió el juego.

Ya que profesor no había lledado aún, se levantaron de la silla con el pequeño tarro en mano, lo abrieron y virtieron una pequeña cantidad en la silla y un poco en el piso de la entrada.

Ambos se rieron imaginando todo lo que iba a pasar en unos minutos.

Al pasar el rato, Yaga no venia nunca, así que se empezaron a aburrir se pudieron a jugar con lo que sea, con contar de distraerse un poco por el aburrimiento.

Y como Gojo era el mas imperquinetico, solo hacia estupideces.

- Oye, ya deja mi pelo en paz, vas a terminar arruinandolo. – Se quejaba su amigo ya que Gojo estaba haciendole moñitos.

- Espera un poco...– Termino de amarrar el pelo y se alejo un poco. – He terminado!. – Dijo alegremente y le pasó un espejito que había encontrado.

- Por el amor a la santa virgen y a Jesús...¡Me hiciste trenzas Satoru!. –  Bufo molesto mientras observaba y tocaba sus dos trenzas que se encontraban una en cada costado de su cabeza.

- Te ves genial...y sexy. – Le saco la lengua y luego se puso a reir.

- Dejame hacerte a ti tambien entonces, para estar a mano. – Agarro un elastico y se paro para poder peinar el pelo del chico. Ya al terminar se rio. – Pfff jajaja, estas listo, mirate. – Le paso el espejo mientras se seguia riendo.

- Uhh, tengo dos colitas a los costados...– Se siguió mirando para luego unirse a la risa junto a Geto.

Después de estar arto rato riendose de lo ridiculos que se veian comenzaron a buscar algo en la sala de clases.

- Hey, crees que Shoko haya dejado ropa suya aca? - Gojo abrió un estante y se encontro con un falda y camisa bien dobladas, automáticamente sonrio y lo agarro. – Oye, amiguito mio...– Se giro lentamente.

- No sonrias así, te conozco...no pienso hacer nada de lo que estes pensando. – Dijo a penas le observo su sonrisa malvada.

- Pero Geto, si sabes que te quiero, no?. – Hinflo sus cachetes y puso cara triste en modo de berrinche.

- Ahh, eres un niño mimado...esta bien, pasame lo que sea que tengas escondido. – Geto observo como el chico se volvia a animar y sonreir, para luego hacercarce y pasarle la ropa.
Geto le hecho un vistazo a la ropa y solo rodo los ojos.