En la UA se iba a hacer un baile, en el cual, todos los estudiantes estaban invitados. Dicho festejo, era celebrando todo lo que los estudiantes habían logrado ese año, y que mejor idea que festejar con un baile dónde todos se diviertan.
Faltaban algunas que otras cosas para terminar. Pero debían apurarse si querían celebrar antes de que se terminará el año.
Faltaba un mes para ese tan preciado baile y cierto chico ya se encontraba nervioso.
Eijiro Kirishima, un chico de 16 años, que aún no sabe si invitar o no a la persona que le gusta para ir al baile.
Está junto a su grupo de amigos en el almuerzo. Todos se divierten hablando de cosas sin importancia, mientras que él se está carcomiendo por dentro pensando en si invitar o no a Bakugo Katsuki, su mejor amigo desde que entró a la UA.
Ambos chicos se hicieron cercanos desde la entrada a tan nombrada escuela, y gracias a esa cercanía, cierto pelirrojo termino enamorado de su amigo. Según él, un amor prohibido, algo que no puede suceder, pero hay algo que él aún no sabe...
—¿Y como irán vestidos al baile? – exclamó cierta chica rosa con emoción.
—Aún no se, creo que iré con lo simple – se hecho en su silla el de cabello rubio – ¿Un traje negro? – pregunto dudoso.
—Eso es algo de todos los días, yo te ayudaré – señaló al rubio – ¡A todos los ayudaré! – sonrió.
—Oye, Eijiro – codeo el azabache al chico a su lado – ¿Tu como irás vestido?
Pero el pelirrojo no le presto atención. Estaba muy hundido en sus pensamientos para poder prestar atención a la conversación de sus amigos.
—Oye~ – paso su mano por en frente del rostro de su amigo, pero aún no reaccionaba.
Le llamo la atención a sus amigos para que lo ayudarán. Todos lo miraron intrigados por lo que estaba pensando en ese momento. Hasta cierto rubio lo miraba con intriga.
—¡Kirishima! – grito Ashido.
El de ojos rubí reaccionó y se dió cuenta de que todos sus amigos lo miraban un tanto extraño. Sonrió disimulando lo del momento y rasco su nuca.
—Oye bro ¿Que te pasó? Sero te llamaba y tú estabas en las nubes.
—Lo siento, estaba pensando en la tarea – miro al rubio y sus miradas se cruzaron – Bakubro, ¿Me ayudarías con mis tareas? – sonrió.
El rubio cenizo lo miro con duda. Después frunció su ceño y volvió a concentrarse en lo que estaba haciendo antes. Eso daba a entender al pelirrojo como un si.
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El separador más hermoso y bien hecho que veran🖐️🙄
Las clases ya habían terminado ese día por lo que cada estudiante se encontraba en su cuarto o en la sala, charlando o haciendo alguna que otra cosa.
