El Dulce Caos de Jungkook, Parte 2

1.8K 180 39
                                    

🌞 2/2 🌞

—¿Por qué tienes esa cara de culo, Rabioso? —preguntó su hermano tirándose a su lado en el sofá, acomodando su cabello de zanahoria con los dedos mientras mostraba una sonrisita juguetona.

—Ah, es que... —no es nada... solamente que unos universitarios me hostigan a golpes todos los dias, y yo los dejo hacerlo con tal de resguardar mi video completamente desnudo, pero no te preocupes, estaré bien, pensó fijando su vista en el suelo, y luego negó con la cabeza pretendiendo indiferencia—, Samuel no llega —concluyó.

—Su amorcito no llega... —se burló su hermano mayor Jin, que se encontraba frente a él, entrelazando sus piernas de una forma extraña sobre el sofá con su novio Namjoon.

—¡No se peleen ahora, hay gente! —se entrometió Hoseok levantando la voz y mirando a los invitados uno por uno. Subió el volumen de la música con un pequeño control remoto para hacer el ambiente más agradable, y luego, sirvió tragos en los vasos de todos. Y si, estaban bebiendo a las tres de la tarde, como de costumbre.

—Ahí viene Samuel —comentó uno de ellos mirando hacia el jardin delantero a través de la ventana de la sala.

Jungkook se puso tenso al escuchar su nombre. Se levantó del sofá y se aproximó a la entrada. Arregló su ropa y su cabello discimuladamente, espiando de reojo que ninguno de los amigos de sus hermanos lo notara. Y cuando escuchó tres golpes en la gran puerta negra, la abrió asomando una sonrisa de lado.

—Ah, hola Samuel —intentó respirar lentamente para controlar sus aceleradas palpitaciones—, justo iba saliendo, ¿me acompañas? —no le dio tiempo para responder cuando ya había cerrado la puerta y lo había tomado del brazo para guiarlo por el florido jardín.

—¿Te sucede algo? —preguntó Samuel con su dulce voz calmada.

—No, es solo que necesitaba aire —contestó Jungkook con una sonrisa nerviosa.

—Ah, claro, te acompaño —sonrió él también y lo siguió.

Jungkook lo guió en una caminata lenta hacia el jardín trasero, donde se sentaron en uno de los bancos resguardados por la sombra de un gran árbol. Respiró hondo antes de cortar el silencio incómodo. Sus manos temblaban ante la incertidumbre de su respuesta, ante la duda de si sería rechazado.

—Sabes... yo... —mordió la carne de su labio con nerviosismo —, quería saber si tú... —hizo una pausa—, irías conmigo mañana a tomar algo —largó finalmente.

Samuel lo miró por algunos segundos y sus miradas se encontraron. Entonces sonrió, y Jungkook no supo distinguir qué clase de sonrisa era esa. Parecía una sonrisa de "que tierno te ves ruborizado, claro que saldré contigo", ¿o acaso era una de "que idiota te ves ruborizado, saldré contigo por lástima"?

Esperó unos segundos eternos por una respuesta. Hasta que notó que él tragó saliva y su boca comenzó a moverse para hablar.

—Claro que saldré contigo... —respondió.

Sabía que dirías eso, pensó Jungkook festejando en su mente. Agachó la cabeza para que, si acaso no lo habia hecho aún, no notara sus mejillas rojas.

—Excelente —contestó dando un salto del banco y recobrando la confianza que solía caracterizarlo—, ¿mañana a las dos de la tarde en el café Mandalay?

Samuel lo observó con una de esas sonrisas de niño que ponía a veces, con sus labios juntos y sus ojos achinados, y esos pequeños hoyuelos en sus mejillas.

—Si no te molesta, prefiero la cerveza —contestó.

—Claro, ¿entonces en... El Irlandés? —propuso.

—Si, me gusta ese lugar.

—Genial.

Regresaron a la casa uno al lado del otro y en silencio. Y al entrar, notaron las miradas curiosas de todos allí adentro. Seguramente pensaban que algo entre ellos había pasado afuera, pero por desgracia para Jungkook, eso no estaba ni cerca de la realidad...

Jungkook's Sweet Chaos © (Precuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora