Aine

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Lo recuerdo, porque considero que es de los pocos momentos de mi vida que merece la pena rememorar una y otra vez, nunca lo aborreces. Estaba dirigiéndome a pagar mi copa, mientras sonaba Crazy, de Aerosmith, una canción antigua que de verdad me gustaba. No hace falta describir ese instante en el que se cruzan las miradas. Sabía que adoraba esa canción por tan solo observar como se movía y bailaba al compás, como corría por sus venas el ritmo de aquella melodía.

Su nombre acudió a mi mente, repentinamente, como la luz a la oscuridad.

Aine, la belleza de mil soles, siempre cubierta con el terciopelo del misterio, como cualquier homicidio compuesto por rompecabezas.

Llamando a las puertas del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora