Inevitablemente me quedé estupefacto mirándole. Ese vestido azul resaltaba el moreno de su piel y marcaba sus curvas. Se dio cuenta de que la miraba y aparte la vista rápidamente. Me pareció verla sonreír, sigue teniendo la misma sonrisa de siempre, esa que tanto he añorado. Sumergido en mis pensamientos no me percaté de que alguien se acercaba.
-¿Will?
La miré. Me beía reflejado en esos preciosos ojos verdes que hoy volvían a mirarme.
-¿Aine?
-Dios mío, no has cambiado nada.
-Supongo. Tú sigues estando preciosa, como siempre. ¿Quieres una copa?
Sonrió.
-Oh, Will, siempre me haces propuestas que no puedo rechazar.
Cuantas veces habría escuchado esa frase y todavía no me cansaba de oírla.
-Un sex on the beach.
-¡Que sean dos!-exclamó.
Desperté sobre blancas sábanas complentamente desnudo, será mejor que no dé demasiados detalles, aunque sinceramente no recuerdo casi nada. Pero había ropa a montones por el suelo, el cenicero estaba lleno de cigarrillos manchados de carmín rojo y la habitación esta completamente desordenada. Lo único que recuerdo es que sonaba Every Breath You Take de The Police, que era muy tarde y que nos echaron del local y que la besé o quizás no, no estoy seguro de nada...
Desde la cama pude ver una ventana abierta que daba a un balcón. En él una hermosa mujer de larga y despeinada melena rubia sostenía un cigarrillo a medias. Llevaba una vieja camiseta que era tres veces su figura. Y miraba al inmenso océano de edificios que le rodeaba. No sé cuanto tiempo estuve mirándola. Pero poco a poco me fui quedando dormido.
Cuando desperté ya no estaba. Solo había una nota encima de la mesa y su aroma por toda la habitación, al igual que la última vez.
Un placer volver a verte, Will. ¿Hasta nunca?
Aine.
Sonreí.Como siempre mi enigmática e incomprensible, Aine.
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Llamando a las puertas del infierno
Mystère / ThrillerNo creas que tienes todo el tiempo del mundo... no pienses que el futuro está cerca... y la muerte lejana...