Teenage parents | Kookv

O7

El cuarto mes se asomaba, así como el otoño.

— ¡Miraaaa que lindo! — exclamó el omega — Esto es taaaan pequeñito.

— Taehyung, aún no sabemos qué es, ya me duelen los pies de tanto caminar — se quejó por segunda vez el alfa.

— Oh Diosa Luna que lindo, creo que solo le compraré las mediecitas y ya…
Taehyung seguía emocionado viendo toda la ropita y cositas de bebé que pronto tendrían que comprar, sin embargo aún no era tiempo, había tantas cosas por hacer, entre ellas las que no pueden ser pospuestas, el omega seguía dando vueltas al tema, en su hogar no conocían al alfa y con cierto temor pensaba cómo enfrentarlo, sus papás eran el claro ejemplo de lazo alfa/omega, amor, marca, celo y cachorro, cuando Tae solo tenía un cachorro en camino…
El castaño estaba tan perdido en sus pensamientos, cuando Jungkook lo interrumpió.
— Pero podemos comprarle ropa blanca.

Pronto comenzó esa conversación que no habían tenido, la espera era complicada pero llena de amor por parte de los dos.

— ¿Qué quieres que sea?

Jungkook se quedó pensando un buen rato hasta que con una sonrisa contestó – me gustaría que fuera un niño y sea alfa, pensándolo bien solo quiero que nazca sano concluyó rodeando la cintura del omega, reposando sus yemas en círculos sobre su vientre. El omega no pasó de largo ese gesto, suspiró profundamente aceptando la cercanía.
— Sea lo que sea estará bien si lo recibimos juntos.

— Yo también quisiera que fuera un niño, ¿Nos podemos ir? – dijo el omega apartándose del alfa.

— Oh claro.

— Disculpe chico — Llamó la atención del alfa la recepcionista de aquel bonito lugar, una beta de cabello corto, piel tersa y aroma a colonia —hasta luego, vuelva pronto – mientras le pasaba un papel y se despidió guiñando un ojo, la muy coqueta no vió ninguna marca en ese omega embarazado por lo que nada impedía su atrevimiento.

Taehyung vio de reojo a la beta y salió del establecimiento con un gesto bastante serio y extraño para el azabache, ¿Por qué Jungkook, debía ser tan jodidamente lindo?, Quisiera saber, trató de ignorarlo pero sus hormonas y aroma no estaban de acuerdo…

Jungkook por otra parte comenzaba a conocer al castaño, sabía que su rostro serio nunca hacía juego con su aroma cuando algo le molestaba, sonrió inconscientemente mientras tiraba el papel a la basura.

— ¿Estás bien? — le preguntó indiferente.

— Claro, ¿Por qué no lo estaría?, si es por lo de hace rato, no le tomes importancia.
— Casi siempre pasa, yo creo que no notó que el cachorro es nuestro, ignorala, pensé que te habías enojado.
— No — se rió de una forma nerviosa, al menos eso podía jurar el lobo del alfa
— No habría razón para enojarme—¿O si?... — el omega escuchó hablar a su lobo.

Taehyung rodó los ojos ante lo dicho, él no sentía celos, se consideraba una persona 0% celosa, empezó a creer que el cachorro estaba haciendo de las suyas, mientras que su lobo se dejaba hacer, él estaba complacido por la cercanía del alfa.

Ambos caminaron hacia la salida del centro comercial para poder ir al hogar del menor, el silencio se tornó cómodo. Jungkook comenzó esa conversación con una petición que no se atrevía a externar  desde hace unos meses.
– ¿Cuándo vamos a ver a tus papás? — lo dijo con seriedad, un tono confiado y calmo.
El omega se puso bastante nervioso, no pensó que el alfa tendría tal disposición y jamás se atrevería a comentar por que no era presentado formalmente, algo de eso es que no eran pareja, aclaró su garganta e ideó la primera excusa que vino a su mente. – Mi papá entró en celo, así que ahorita no están en casa, será para la próxima, Taehyung se despidió del alfa con su típica sonrisa geométrica, mientras jugaba con sus dedos.