MATERIAL GIRL Ꮺ eddie munson REESCRIBIENDO

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       Seguía la misma rutina de siempre con la esperanza de que eso la ayudara a mantenerse serena durante el transcurso del último día de clases antes del descanso. Había hecho eso durante mucho tiempo una vez que empezó a sufrir sus ataques de ansiedad dentro de casa y después de lo que había pasado con sus amigos el año anterior, amigos los cuales sentía que había perdido por completo, lo que le quitaba el sosiego en clases.

Se levantaba con el alba y disfrutaba de un paseo por el bosque, cada vez más desnudo de hojas y con un tenue olor a invierno. Le apasionaba salir temprano, cuando la niebla era más cerrada y el frío le penetraba hasta los huesos haciéndole sentir intensamente viva, pues era lo que en verdad necesitaba, sentir que su piel ardía o que algo le señalara el simple y obvio hecho de que seguía con vida. A veces, mientras caminaba, se detenía a observar los pequeños detalles: los patrones del musgo en las piedras, la manera en que la escarcha cubría las ramas de los árboles. Era su momento de desconexión, pero también su espacio para reflexionar sobre lo que la atormentaba.

Después regresaba al calor de la casa, donde se daba una larga ducha que la desentumecía, y se tomaba un primer café, preparándose para enfrascarse en la novela que creía era su vida, para llevarla un poco mejor. Abba se consideraba algo torpe mientras vivía y tenía desenlaces emocionales y físicos complicados con las personas, pero iba entendiendo que esa torpeza era parte de su personalidad. De ahí venía su papel como "estrella" en lo que iba creando poco a poco dentro de su cabeza. Su mundo interno era su refugio y su mayor fortaleza, pero también un lugar donde muchas veces quedaba atrapada.

—¿Te lo vas a comer? —Mientras olfateaba de cerca su taza con café, asintió en dirección al chiquillo rubio al frente, quien pedía su crepa con mala cara. —Mentirosa.

El intercambio breve la hizo sonreír ligeramente. Aunque su relación con su hermano menor no era perfecta, a veces esos momentos cotidianos eran lo que le recordaba que aún quedaba algo estable en su vida.

Ya más tarde, se mentalizaba para la jornada mientras subía a alistarse. Había seguido los pasos de todos los días en su mente. En la entrada, siempre la esperaba Chrissy, sobre todo hoy, con una sonrisa al lado de una castaña que ocasionalmente las acompañaba. Esa pequeña rutina inconsciente le hacía sonreír mientras ajustaba cualquier cosa en su mochila.

Además de su pequeño trabajo en el periódico estudiantil, que le daba un mínimo sentido de pertenencia, aunque fuera solo un rincón olvidado. Sus ideas nunca eran las mejores, lo tenía que admitir, y su trabajo nunca era del todo admirado o valorado. Por consiguiente, solo se dedicaba a la edición de su sección favorita: poesías que Nancy ignoraba enteramente y colocaba en cualquier sitio al final. A veces pensaba que Wheeler la trataba con indiferencia por haber estado involucrada en lo que ocurrió en el ochenta y cinco. Una parte de ella creía que su presencia en el periódico le traía recuerdos que Nancy preferiría olvidar.

En lo único que destacaba Abba era en lo que su otra hermana le reprochaba constantemente: su puesto en el equipo de animadoras. Aunque no era una chica particularmente popular, había encontrado en ese grupo un espacio donde podía canalizar algo de su energía y, al menos por momentos, desconectarse de sus pensamientos.

—¡Hey, Abba! —Chrissy sacudió suavemente su hombro en señal de saludo, recibiendo como respuesta una amplia sonrisa. —Escucha, hoy... necesito un favor algo particular.

—Claro, pero ¿Qué quieres decir con algo particular?

—Por favor, no pienses mal de mí. Es solo que... ocupo ayuda, y eres en la única en quien confío para cualquier cosa... este tipo en particular.

—¿No piensas decírmelo?

—Solo, no te pierdas de mi vista, por favor. —Tan solo asintió, tratando de entender por qué su amiga no querría exponer lo que pasaba.

Más tarde, mientras organizaba sus cosas en el gimnasio, empezaba a buscar por las gradas a sus personas. Sabía que Dustin y Mike no estarían, mucho menos Max, así que solo se concentró un momento. Logró detenerse a ver con una pequeña sonrisa aquel traje verde que le parecía tan gracioso puesto en Robin, con el sombrero alargado en su cabeza y su cabello corto despeinado, entregándole ese toque único.

Sin embargo, el día tomó un giro extraño cuando Chrissy la llevó al bosque, lejos de las miradas curiosas de los demás. Abba no tardó en darse cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo. Cuando Eddie apareció, con su característico chaleco de mezclilla y su maletín "especial", supo que había sido llevada allí para encubrir algo más. La molestia fue inmediata, pero también la preocupación por Chrissy. ¿Qué estaba pasando con su amiga últimamente? ¿Por qué recurría a Munson?

Chrissy se mostró nerviosa, evitando el contacto visual mientras hacía la transacción. Abba, por su parte, decidió mantenerse cerca, aunque estaba visiblemente incómoda. No podía evitar que su mirada se desviara hacia Eddie. Había algo en él que siempre lograba captar su atención, aunque intentara negarlo.

Más tarde, de regreso en el gimnasio, la inquietud por Chrissy seguía presente, pero un nuevo problema surgió cuando Lucas la abordó con evidente urgencia. Algo estaba mal con Max, y aunque su relación con ella se había enfriado, Abba no podía ignorar la preocupación en los ojos de Lucas. Prometió intentar hablar con Max, aunque no estaba segura de qué lograría.

El día había comenzado como cualquier otro, pero ahora sentía que todo estaba cambiando. Las piezas que tanto se había esforzado por mantener separadas en su vida parecían empezar a juntarse, y no sabía si eso era bueno o malo. Lo único que tenía claro era que no podía seguir ignorando lo que sucedía a su alrededor, ni a las personas que formaban parte de ello.