17 • Libre.

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* * *

Ahora mismo JiMin y YoonGi se encontraban en casa, el castaño se había tomado el tiempo de cuidar y tratar de manera adecuada las heridas de su novio, justo estaba terminando limpiar todas sus heridas, para después, darle apoyo para poder llegar hasta la habitación y dejarle en cama, cuidando que quedara bien acomodado y sin riesgo de crear daño a las heridas. Seguido de ello, el cuidadoso castaño se aseguró de llevarle comida hasta la cama para que comiera de manera adecuada.

―Te estás tomando muchas molestias. ―Dice YoonGi agradeciendo con una leve reverencia que inclusive le retirara el plato de la cama.

―¿Molestias? Min YoonGi no jodas, no voy a dejar que te levantes de la cama teniendo mal las piernas. ―Dice regresando de la cocina y sentándose al lado de su novio, aún mirándole con sus labios presionados.

"¿Esto es real?... mi chico regresó intacto, somos libres..."

―Sí estoy aquí, soy real. ―Dice YoonGi interrumpiendo en los pensamientos del pensativo castaño, el cual parpadeo un par de veces ahora dirigiendo la mirada a las manos del contrario. ―¿Te sientes bien?

―Me siento bien. ―Observa las manos del de piel blanquecina, suspirando leve y ahora sujetando con delicadeza la cálida mano rasguñada de su novio, respirando profundo.

El mayor por su parte, observó con atención las acciones del más distraído, sin pensarlo mucho dejó una delicada caricia en la mano ajena trazada con su pulgar, mirándole con un semblante tranquilo.

―Ven, respira un poco y recuéstate a mi lado.

―Si me pongo muy cerca puedo lasti...

―No me vas a lastimar. ―Interrumpió el de voz grave insistiendo nuevamente  recostándose sobre su costado respirando profundo e ignorando la punzada en su pierna. ―Si piensas mucho terminarás negándote de nuevo, no soy de cristal, ven.

Y sin más el menor accedió, teniendo cuidado al momento de recostarse al frente de él, quedando ambos rostros a la par.

―Toca mi rostro. ―Soltó el mayor mirando los ojos de su novio, notando su mano temblorosa aproximarse a su rostro, cerrando leve sus ojos al sentir como la mano de JiMin se colocó con suavidad sobre su mejilla. De parte del menor salió una respiración profunda y temerosa aún cuando miró que el azabache abría sus ojos nuevamente, creando un contacto visual.

Toda el aura estaba provocando al menor una pequeña presión en su pecho, respirando de manera profunda un par de veces.

La mano de YoonGi pasó en una delicada caricia a la mejilla abultada y suave del menor, acariciando esta con su pulgar y mucha delicadeza.

―¿Me ves bien?

―Te veo...

―¿Mis manos están frías? ―Dice mirando a su chico con un semblante tranquilo y preparado para lo que aproximaban los ojos rojizos y cristalizados del más bajo.

―N-No...

―¿Cómo están?

―Cálidas.

Después de lo dicho, YoonGi se acercó para besar la frente de su chico, un besito delicado y tranquilo.

―Si estuviera muerto y tú alucinando... ¿Podrías haber sentido eso?

Y ahora no obtuvo respuesta verbal, JiMin presionó sus labios y cerró sus ojos, dejando salir sus lágrimas.
YoonGi se acerca para abrazar a su chico con delicadeza por su espalda, respirando profundo y dándole refugio, el castaño sólo se dejó abrazar, dejando salir sus lágrimas y sonriendo leve al sentir los brazos cálidos de su chico.

―T-Tenía miedo de que... de que te enfrentaras con ese... con ese demonio, que fuera a tomarte desprevenido y solo... y... y... ―Niega repetidas veces callando sus palabras debido a la presión de sus propios labios entre si.

―Estaba lo suficiente preparado para poder contra algo así, y por eso estoy aquí ahora mismo, siénteme, soy real.

―Gracias... gracias...

―No agradezcas, escúchame. ―Acuna el rostro del menor entre sus manos, apartando las lágrimas de las mejillas del contrario con leves toques. ―Prometí esto a mis veinte años tal vez, cuatro años después he cumplido con esto, liberar las alas del Ángel en su totalidad para que pudiese volar como merece.

―¡Me liberaste después de quince años, claro que te voy a agradecer! Voy a caminar por la calle sin miedo... puedo tener mi nuevo comienzo contigo sin miedo a que te haga daño, podré sonreír sin sentir que alguien me amenaza, es... es mucho...

―Ahora mírame y prométeme algo. ―Sonríe leve mirando la ligera sonrisa en el rostro del menor, suspirando. ―Vas a volar alto sin miedo, y si algo te asusta en tu vuelo de libertad yo estaré cuidándote la espalda. Mientras yo esté aquí nadie te volverá a hacer algo así. ¿Entiendes?

Y finalmente JiMin sonríe amplio y ee manera plena, llena de ilusión y esperanza, soltando el llanto y abrazando con delicadeza el cuerpo de su mayor.

―Gracias por ser tú, por sobrevivir, por haber crecido a mi lado... gracias por absolutamente todo, Min YoonGi.

―Gracias por haberme dejado ser yo quien te salvara.

"Libre... caminando por las calles, mirándome al espejo y dejando de sentir que alguien detrás de mi me mira, sin sentir miedo de ver como mi chico sale a la calle y que pueda pasarle algo... libre, después de quince años y gracias a ti, YoonGi"

 libre, después de quince años y gracias a ti, YoonGi"

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Cortito pero lo necesario.
Para estas alturas ya estoy graduada de la secundaria, ahora vamos por medio superior. Y a pesar de ello espero seguir aquí seguido. Gracias por sus bonitos deseos que me han dado.

Estamos a poco de la conclusión definitiva a la saga de "SUM" prepárense y bien, queridos lectores.

Nos leemos pronto

Detrás de la máscara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora