82 Madre e hija araña (I)

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¿Sería posible que los insectos ponzoñosos hubieran trepado las escaleras de piedra?

Bajó la cabeza y miró alrededor de sus pies, pero no vio nada arrastrándose y el sonido extremadamente tenue había desaparecido súbitamente, como si supiera que lo estaban buscando.

Xue Xian frunció el ceño, miró hacía la escalera de caracol y de pronto se dio cuenta de algo extraño. "De acuerdo a nuestro método de quemarlos, siempre hay algunos peces que se salvan de la red y había miles de insectos ponzoñosos en ese sótano, ¿cómo podría ser que aquí este tan limpio que ni siquiera se pueda ver el cadáver de un gusano? Incluso si a los cienpies y milpies les costara mucho trabajo trepar las escaleras de piedra, ¿acaso no había polillas y hormigas con alas? ¿Por qué ninguna de ellas ha subido hasta aquí?"

Xuan Min estaba mirando las palabras grabadas en los muros, su expresión era solemne y tranquila, sus ojos se movían lentamente entre esas palabras extrañas, como si realmente pudiera entender su significado. Sin mirar hacia atrás, dijo. "Tal vez no se atreven a subir."

Esta suposición era lo que Xue Xian había pensado también, este cuarto superior de piedra ni siquiera tenía una puerta para obstaculizar el paso, sólo estaba separado del camino de piedra por los cientos de escalones de piedra, pero estaba completamente aislado, como si fueran dos mundos aparte, con un mar interminable de animales ponzoñosos de un lado y el otro lado sin la mínima señal de alguna criatura.

La vitalidad de la araña, la vitalidad de la araña, además de los restos de las telarañas en las escaleras, naturalmente, Xue Xian entendía de qué cosa estaban atemorizados los insectos y lo que era la cosa que se había movido cerca de sus pies.

Tal vez era porque Xue Xian no se había movido en un largo tiempo, esa cosa se había sentido un poco más confiada y se había vuelto más descarada.

El sonido que hacía era extremadamente suave y si no fuera por la capacidad auditiva de Xue Xian, probablemente no la hubiera escuchado en lo absoluto. Xue Xian apoyó su codo en su rodilla y escuchó con atención por un rato, identificando acertadamente de dónde provenía el sonido, luego simplemente estiró los dedos y la agarró.

No hizo mucha fuerza, después de todo, si realmente era lo que estaban buscando, con la fuerza de sus manos, la terminaría aplastando si no tenía cuidado.

Como era de esperarse, había algo que parecía una pequeña bola entre sus dedos, lisa y dura, y parecía que podría ser aplastada en cuanto ejerciera un poco de fuerza. Xue Xian recordó el sonido de una bola cayendo al suelo que había escuchado cuando salió del hechizo del corazón maligno en el sótano del edificio de bambú, movió la mirada y dijo. "Estoy sosteniendo algo bueno."

Como rara vez se encontraba con cosas realmente amenazantes en su vida, la vigilancia de Xue Xian nunca podría ser comparada con la de las personas comunes. Los venenos, en general, no podían envenenarlo y los artefactos mortales, rara vez podían herirlo. Por lo tanto, casi siempre que se topaba con algo, sus manos siempre actuaban más rápido que su boca.

¿Pero cómo podría caminar por la orilla del río sin mojarse los zapatos? Justo en el momento en que terminó de hablarle a Xuan Min y el tenue sonido seguía resonando en la habitación de piedra, la pequeña bola que estaba entre sus dedos se movió repentinamente para contraatacar.

Xue Xian sólo sintió que, inesperadamente, las yema de su dedo era perforada por algo y la sensación de su sangre siendo succionada era bastante clara. Al mismo tiempo, la frágil bola se hinchó lentamente, creciendo considerablemente de tamaño con una sola mordida.

Inmediatamente después, algún tipo de líquido desconocido fue inyectado en su piel.

Si no fuera porque esta cosa había sido difícil de encontrar y lucía bastante frágil, Xue Xian ya la habría aplastado en cuanto lo mordió, pero esta cosa seguía siendo un poco valiosa, por lo que sólo pudo voltear los ojos y mirar con frialdad a esa cosa que acababa de levantar del suelo.

-Monedas de Cobre- Libro 5 Sin ArrepentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora