Herido tal vez
por la ausencia de tu voz entre las ramas.
Huelo frutas otoñales,
heladas manzanas
que se enfrentan al invierno
y no abandonan la planta.
Mudo el viento no se atreve siquiera a nombrarte.
Se esconden sus palabras
tras los álamos calvos de almanaque.
Perezoso el sol está de luto
no piensa ir a trabajar.
Y ha dejado en su reemplazo
como estrellas amarillas
el reflejo de las golden
caídas en batalla temporal.
En la escuela los niños
reviven tu imagen con sus bullas cotidianas.
Y van contando los días
para verte regresar.
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El Marques de la Umbra y el Fundamento de la Manzana
PoetryPoemas de amor, de viajes y olvidos...