𝔼𝕣𝕠𝕥𝕚𝕔 ℙ𝕝𝕒𝕔𝕖

Γyσмєη Sυкυηα

🛑¡Advertencia!🛑

\Esta parte tiene contenido sexual anal y algo de morbo con el exhibicionismo.\

•También tiene contenido de una relación forzada y para nada saludable. No apoyo este tipo de relaciones, solo la escribo para entretener.

Hacía tiempo había conocido a un chico algunos años menor que ella. Para ese momento, recordaba que el estaba en el último año de instituto y vivía en el departamento de abajo con su hermano gemelo. Siempre que los veía, parecían como dos gotas de agua pero eran incapaces de mezclarse como el agua y el aceite.

Después de algunos meses de convivencia sin convivir realmente, a duras penas se veían cuando ella subía las escaleras para llegar a su residencia, se encontró al más amargado de los dos en su cama. Estaba sentado con naturalidad, acariciando al gato del vecino que solía colarse también en su cuarto. Cuando la noto, dejo de acariciar al animal y la vio con una mirada penetrante, ella se la devolvió alzando levemente el mentón y cruzando sus brazos.

Ese día la conversación se había resumido en palabras directas. Le pidió varias veces que se fuera, y el, con la misma cara de frialdad, insistía en quedarse pues aseguraba tener algo importante que decirle.

«Quiero tener sexo contigo»

Fueron palabras directas y por más que se negó, Sukuna termino por seguirla en cada rincón. Cuando salía a hacer las compras, sukuna estaba esperándola en las escaleras, cuando llegaba del trabajo o de la universidad, el estaba sentado al lado de la puerta, golpeaba su ventana cuando estaba haciendo tareas y le dejaba pequeños detalles fuera de su ventana.

Los detalles atentos de aquel muchacho movieron un poco su corazón y le hicieron flaquear ante su decisión, pensó en que no sería tan malo y Sukuna le explicaba el porque era que quería tener sexo con ella. En una de esas tantas ocasiones en las que la espero afuera en la puerta, decidió invitarlo a pasar. Después de un poco de charla trivial, termino por preguntarle sus motivos.