Ψυтα θккσтsυ

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Cuando se hablaba de Yuta Okkotsu, siempre se podían destacar sus muy buenas calificaciones, su personalidad tan amable y responsable y el buen cuidado que tenía con su familia

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Cuando se hablaba de Yuta Okkotsu, siempre se podían destacar sus muy buenas calificaciones, su personalidad tan amable y responsable y el buen cuidado que tenía con su familia. Había logrado destacar como un prodigio en el taekwondo y era así que ya había ganado uno que otro torneo desde sus muy tempranos trece años. Para Yuta no habían trabas, si habia una dificultad, el tendría que esforzarse para sobre pasar todo límite, sin embargo, no siempre resultaba ser así.

—Yuta. —La voz amable de su amiga le llamo desde su escritorio. —¿Puedes ayudarme con este punto?

Yuta le miró por un buen rato, antes de acercarse y agacharse levemente para ver la hoja. El olor agradable que desprendía su amiga, le distrajo por un momento, antes de ahora sí responder con lo que se le había pedido. Yuta tenía el problema de haberse enamorado de su amiga, una chica amable y tranquila, quién le seguía a todos lados con una sonrisa en el rostro. El como había empezado su amistad, era algo ya cliché, se habían conocido de niños y habían empezado una amistad a partir de congeniar tan magníficamente en sus personalidades.

Para ese momento la tarde ya se ponía en el cielo, y el salón de clases estaba decorado por colores vividos, naranjas y rojizos. En el horizonte reposaban las nubes en las montañas y Yuta, sentado en frente de su compañera, dejo que su mente descansará al menos un poco.

—Yuta. —Volvio a llamar la voz de su amiga, bajo su mirada, pensando que de nuevo quería ayuda con alguna cosa del trabajo. Estaba equivocado, la chica tenía los codos apoyados en la mesa y su cara era acunada por sus brazos, tenía una curiosa sonrisa en su rostro y sus ojos parecían más deslumbrantes de lo normal. —¿Quieres ver algo? —Pregunto sin despegar su mirada de Yuta.

—¿Qué cosa? —T/N tomó su carpeta y la puso sobre la mesa, sacando una revista en vuelta en un papel café. —¿Qué es? —Pregunto ya después de que el objeto estuviese sobre la mesa.

—Lo compre hace poco, me dio curiosidad y quería que lo vieras. —Sus mejillas se pusieron levemente rojas. —Y quería que hiciéramos lo que hay allí. —Yuta no vio sospechas, puesto que ya muchas veces habían hecho todo tipo de cosas juntos antes, ya sea aprenderse una coreografía juntos, o hacer ciertos ejercicios juntos, incluso algunas veces probaban ropa que combinaba. Pensando que sería algo similar, solo espero a que el contenido fuera revelado.

Sus ojos casi se salen se sus órbitas, cuando lo primero que vio fue una pose comprometedora entre un hombre y una mujer. El título era incluso más escandaloso, resaltado en negrita con serif  “Cien Retos Sexuales”. Sin comprender completamente lo que estaba viendo, paso su mirada consternada hacia el rostro de su amiga que permanecía sonriente con las mejillas coloradas.

—¿Qué...? —Tomo el libro entre sus manos y tembloroso abrió alguna de las páginas.

—Se que puedes estar algo sorprendido. Sino quieres no tenemos porque. —Bajo levemente el tono de su voz, expectante por la actitud de su amigo. Yuta no sabía que decir y atino a reírse de alguna forma.

𝔼𝕣𝕠𝕥𝕚𝕔 ℙ𝕝𝕒𝕔𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora