No hay final para el dolor

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El evento terminó, Kaoru pudo respirar en paz, a sus 30 años podía decir que le gustaba el rumbo que tomó su vida, ya no hacia skateboarding pero aún conservaba a su preciada Carla, se hizo popular rápidamente en Yokohama, como calígrafo y en la tecnología, sin duda fue una buena decisión, sí, de vez en cuando solía recordar a Kojiro ¿Qué si lo había olvidado? pues no, pero se sentía algo mejor al no pensar demasiado en ello, no a estado en una relación y tampoco quiere estarlo, se siente bien como está, su apariencia no a cambiado en esos años, era muy popular entre hombres y mujeres, le gustaba esa atención, mas no quería pasar el límite.


— Carla dime donde será mi siguiente exhibición de caligrafía — la voz inmediatamente respondió y lo que escuchó lo dejó frío... tendría que volver a Okinawa, tres años es muy pronto, pensó que no volvería al menos en siete! bien, solo tendría que ir al evento y luego volver, si, así lo haría....


¡No, no podía era inevitable habrá anuncios de su llegada, se reencontraría con todos! estaba nervioso, sabia de Miya porque después de todo era el prodigio del skate en Japón pero de los demás no, suspiró y se sentó en su cama, ya no podía renunciar en dos días estaría en Okinawa, pero al menos no llegaría solo.


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— Joe, donde estás?! Joeee?!


— porque tanto alboroto? me vas a ahuyentar a la gente Miya —
Un pelinegro muy emocionado, corrió tan rápido a la barra que casi se cae, ya tiene 17 sin embargo no a cambiado mucho en personalidad, sigue siendo tan obstinado y terco como siempre.


— Joe, Joe, Joe!! mira Cherry vendrá a Okinawa! — tenía en sus manos un folleto donde decía que el popular calígrafo japonés volvería a Okinawa, su corazón latió con fuerza, en la foto se veía a Kaoru concentrado en su trabajo, no a cambiado mucho, se sentía emocionado, pero también medroso ¿él querría verlos? se fue sin decir adiós y eso le molestó a Miya, aún así se veía extasiado por saber que lo volvería a ver, Reki y Langa también se enteraron de la noticia, Reki deseaba que Cherry Blossom volviera a "S", Kojiro sabia que definitivamente él no querría, llegaba en 2 días, los nervios los sentía a flor de piel.


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— Kaoru-senpai, está nervioso? — Kuta-kun es su aprendiz, al igual que a él, le inculcaron la caligrafía desde pequeño, a los 15 su madre vio la oportunidad en cuanto Kaoru tocó Yokohama, así se volvió su pupilo, tenía talento innato y el mayor lo sabía, en esos tres años le enseñó lo que sabía, estaba seguro que pronto lo superaría, se sentía orgulloso.


— por supuesto Kuta-kun — vestía su ya sabida yukata pero en un color más claro, su cabello recogido en un moño bajo algo desordenado pero no le quitaba su elegancia natural, su alumno es más moderno no usa yukatas, después de tres horas de viaje llegaron a su destino, cansados por supuesto pero siempre con una sonrisa, hubo una pregunta que los ruborizó a ambos pero que a la vez desmintieron, no eran pareja, los dos pensaban que el contrario era atractivo pero no se veían de manera romántica, para Kaoru el menor era su aprendiz y una persona muy confiable y para Kuta el mayor era su mentor, lo admiraba.

Pensó en ir a su residencia pero al primero lugar a donde irían a buscarlo es a ese, se dirigieron a un hotel !sí¡ podía con esto, mañana visitaría a Aiko, ella a sido la encargada de que todo en su casa esté limpio y ordenado le caería de sorpresa, pasearía por las calles que extrañó, le encantaría una carbonara del restaurante de cierto peliverde de solo pensarlo se le hacia agua la boca, lástima se quedaría con las ganas, solo serían dos días, dos días pasan rápido... O no?.


— L-lo siento Kaoru-sama, ya que usted fue muy aclamado aquí, la empresa decidió que habrían más eventos, para ser exactos cuatro en una semana — el informante estaba temblando y como no, al pelirosa no le gusta que se le dijesen las cosas a último momento, Kuta miraba expectante sabía que su maestro se estaba conteniendo.


— gracias por el aviso, puedes retirarte — ya solos Kaoru tomó una almohada y ahogó un grito en ella, una risita salió de los labios de su alumno.


— bueno Kaoru-senpai tiene aún más tiempo para arreglar su problema amoroso — dijo con voz burlona, volvió a escuchar un grito y la misma almohada golpeó su cara.


— Kaoru-senpai ya tienes 30 años debes de enfrentar tus problemas! — no lo podía creer alguien menor que el la tenía muy clara, pero como podía hacer esooooooo, no puede ser tan egoísta de decirle a Kojiro sobre los sentimientos que empezaron a florecer hace ya esos tres años atrás


— Kaoru-sama está siendo muy inmaduro — Kuta sintió sudor frío bajar por su frente, creo que hirió el orgullo de su maestro, le cayó el abanico del pelirosa en su cabeza.


— Kuta-kun ,le parece si salimos a caminar — sin esperar respuesta salió directo a la salida del hotel, un suave soplo de primavera lo relajó al instante, se sintió en paz hasta que...


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— Joe, que harás cuando veas a Cherry? — enserio, apreciaba a Miya pero no paraba de repetirle la misma pregunta, tanto así que se confundió de pedido y casi se pasa de sal en unos platillos.


— no lose Miya, que quieres que haga? —


— tal vez, decirle que sigues enamorado de él, al menos un poco — Joe se detuvo, habían pasado tres años, lo más probable es que Kaoru no haya pensado en él en ese tiempo... y si tenía pareja?


— Miya no sabemos si tiene pareja o que si quiera quiere vernos, tenemos que darle su espacio, sabes como es Cherry le gusta su espacio — continuó lo que dejó a medias, el pelinegro lo dejó en paz yendo a su ya mesa habitual pensando en lo antes dicho, acaso de verdad Cherry no los querría ver.


Kojiro terminó el primer turno de tarde en Sia la luce, se le antojó un tazón de ramen invitó a Miya a ir con él y este aceptó.


— Joe te reto, el que llegue último paga — sin decir más subió a su skate y aceleró sin esperarlo, oh no ese niño no va ganarle, se montó igual en su skate e intentó alcanzarlo, dios se estaba volviendo viejo o Miya muy bueno, la calle por la que ahora estaban era algo estrecha, había gente paseando


— listo para pagar mi tazón de ramen Joe? — Miya se había volteado para burlarse de él, no miró al frente y antes que pueda avisarle ya había chocado con alguien, Kojiro se apresuró en alcanzarlo no pensó quien sería esa persona...

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora