Capítulo 3: Quebrarse

7.7K 663 696
                                    

—Llevo meses viviendo con un hombre que no conozco del todo.

—¿Y qué querías? ¿Si te hubiese dicho que estoy loco, te hubieses venido a vivir conmigo?

—Eren...no estás loco, estás enfermo...lo que me molesta es que no me hayas dicho una sola palabra del tema...me preocupa.

—No te dije porque puedo controlarlo.

—¿Cómo ahora?

—...

—...

—¿Qué piensas hacer ahora? ¿Vas abandonarme?

—No voy a dejarte solo...quiero ayudarte.

—La mejor forma de ayudarme es que te quedes conmigo.

Ese día nos sinceramos el uno con el otro su su actitud pronto empezó a mejorar.
Estaba agradecida de que Eren intentara cooperar más, llevar su tratamiento y abrirse conmigo. Sus padres también cooperaban mucho en todo, sin embargo Eren recaía una y otra vez en una conducta inestable y violenta.
Era demasiado paciente con él, tanto que él mismo se hartaba. Intentaba mantener la armonía pero él disfrutaba todo al extremo, inclusive cuando todo parecía estar bien entre nosotros buscaba cualquier excusa para armar un conflicto, era como si necesitara algo fuerte en todo momento y su enfermedad mental tampoco ayudaba.

El martes a las 2:00 Pm estaba en la cocina  fregando un sartén, el último utensilio que faltaba, mientras lo hacía mi celular reproducía aquella bella melodía de Kaleo que tanto amaba y desde atrás sentí unos brazos envolverme en la cintura, era Eren, sus labios tocaron mi cuello mientras movía mi cintura de un lado al otro al ritmo de la canción, me di la vuelta estando de frente a él y lo besé en la boca.

Nuestro momento romántico fue interrumpido por una notificación en mi celular, me separé de él para tomarlo y revisar ante su mirada atenta.
Vi el mensaje, era de Pieck Finger, una amiga que había hecho recientemente y me invitaba a su casa a tomar el té.

—Estás muy entretenida.

—Sí, disculpa, es que me ha llegado un mensaje de Pieck.

—¿Y quién es esa?

—Una amiga que he hecho recientemente.

—No me habías dicho.

—Lo siento. Ella me está invitando a tomar el té a su casa hoy a las 4:00.

—¿Y piensas ir?

—Pues sí.

—Ok, vete entonces.

—¿Y ahora qué,  Eren?

—¿Qué de qué?

—Te ves molesto.

—...

—Sabes que también tengo derecho a salir.

—¿Y yo acaso he dicho algo?

—Bueno, entonces déjame alistarme.

Ese día me fui a ver a Pieck. Pasé un rato agradable y lleno de risas en compañía suya de su extraño comportamiento y su esposo regañándole. Evidentemente me perdí en el sendero del tiempo, salí muy tarde de la casa de Pieck y cuando llegué a la mía Eren no estaba.

Lo esperé y no llegó hasta después de las 1:00 am.
Estaba en la cama aún despierta cuando él entró por la puerta y encendió la luz. Me miró muy sereno.

—¿Estás despierta?

—No, Eren. Soy sonámbula.

—¿En serio?

En Chernóbil (Eren X Lectora +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora