El camino hacia casa fue un verdadero desespero. Recordar cómo Eren y Mikasa salían de aquel vestidor fingiendo normalidad y luego pagando con orgullo fue verdaderamente despreciable. El amargo momento fue olvidado cuando Reiner tocó la puerta de mi casa con helado de chocolate y lo invité a pasar.
Aquella noche en casa disfruté de los besos de Reiner y su tacto ardiente en cada rincón de mi cuerpo. La realidad era a veces hermosa si la enfrentabas con firmeza. Los besos de Reiner eran deliciosos y no tenía que compararlos con los de Eren, yo me sentía muy bien.
Después de un rato caluroso me eché a su lado dándole la espalda, sentí sus manos tocándome mientras me besaba y dándome la vuelta le hablé complacida:—¿No te cansas de mí?
—¿Qué dices? Desearía tenerte así por siempre...
Sus palabras fueron interrumpidas cuando tocaron el timbre. Me vestí con rapidez mientras miraba el reloj, 8:32 pm. Bajé y abrí la puerta descontenta, mis piernas temblaron con aquella obvia presencia.
—¿Qué vienes a buscar, Eren?
—Hola (...), ¿Cómo has estado?
—¿Qué quieres?
Abrió los labios mostrando una sorpresa genuina y luego escupió un veneno con la única intención de herirme.
—Te vi esta tarde en la tienda donde trabajas pero no hablamos mucho. Se me olvidó entregarte algo. ¿Puedo pasar?
—¿Entregarme qué?
—Hablemos adentro, está haciendo frío.
Tan pronto como Eren quiso entrar le frené la entrada. Se puso serio y me habló molesto:
—¿Por qué no me dejas entrar? ¿Acaso?...
—Sí, Eren, hay alguien aquí—Salió Reiner detrás de mí sorprendiéndonos a ambos.
Reiner lo miró muy sereno lo cual lo hizo enfurecer. Eren estaba desilusionado, aquel sentimiento de desilusión se transformó en una ira indomable que no sé cómo pudo controlarse por tantos segundos.
Intentó acercarse a mí y yo me eché para atrás, Reiner se interpuso ente ambos para mirarlo con firmeza:—Eren...ya basta por favor, (...) y tú han terminado, no la busques más.
—No debes meterte en lo que no te importa Reiner.
—Me meto porque me preocupo por (...), no voy a permitir que la asustes más. Busca ayuda, Eren...
Fueron las últimas palabras que escuché antes de que empezara la brutal pelea.
Pensé que se iban a matar e inclusive salí lastimada intentando separarlos, finalmente los vecinos entrometidos sirvieron para algo logrando separarlos. Eren se fue con la ira en los ojos y Reiner herido se quedó en mi casa para ser atendido por mí.Aquel escenario no podía repetirse nunca más me juré a mí misma. Reiner se quedó a dormir conmigo y tan pronto como amaneció me dirigí a la policía a poner una orden de alejamiento y denuncia a Eren.
—Lo siento señorita pero no podemos apresarlo.
—¿Cómo que no? Eren ha estado merodeando mi casa, eso ya es bastante alarmante.
—Pero no la ha herido a usted.
—¡Pero atacó a mi amigo!
—Entonces que venga y ponga la denuncia él.
—¡Carajo! ¡Ustedes no sirven de nada!
—Oiga cálmese, sólo cumplo con mi deber. La pelea de la que me comentó fue un asunto entre hombres que a lo mejor ya se resolvió, pero en su caso no puedo proceder a detenerlo porque no ha atentado contra usted.
—¡¿Qué me está diciendo?! O sea, ¿Deben esperar que él me mate para proceder?
—No estoy diciendo eso, lo que digo es que
—¡Ay ya! ¡Ya entiendo porque hay tantos casos de violencia doméstica! ¡Ustedes no son más que unos inútiles!
—¡Mucho cuidado señora! ¡Puedo proceder a detenerla a usted por semejante ataque contra la autoridad!
La policía no servía de nada, era penoso pero brutalmente la realidad. Por otro lado Reiner no quiso denunciar a Eren por la pelea porque según él eran "cosas de hombres", al fin y al cabo era un pueblo con esas mentalidades que difícilmente iban a cambiar.
Días después de lo acontecido no volví a saber de Eren lo que fue un gran alivio.
El jueves de camino a la tienda me topé con Mikasa Ackerman, pasamos una al lado de la otra sin decir una sola palabra, con un ambiente de rivalidad perturbante para cualquiera que estuviera observando la escena. Llegué estresada a la tienda dispuesta a laborar.
Con la melodía relajante de Kaleo que se escuchaba por toda la tienda, sin muchos clientes en aquella tarde fui interrumpida por un mensaje de Reiner.
Reiner:— ¡Hey (...)! Voy de camino a la tienda, te llevo un regalo.
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En Chernóbil (Eren X Lectora +18)
Fiksi PenggemarEren Jaeger puede mostrar el paraíso, y también puede ser el diablo que te abra las puertas del infierno. Tras meses de relación, T/N y Eren deciden mudarse al campo para disfrutar de una vida más privada y tranquila. Estar tanto tiempo juntos no f...