𝐓𝐢𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐠𝐞𝐭𝐞𝐰𝐚𝐲𝐬

708 117 9
                                    


Mientras más pasaba el tiempo Mitsuya y Hanae se hacían cada vez más cercanos, tenían tantas cosas en común que podían pasar todo el día hablando de cualquier cosa aunque todo esto a escondidas de sus padres o más bien de los padres de la chica.

  Sus progenitores al igual que su hermano jamás estaban en casa, pasaban de viaje en viaje dejando sola constantemente algo que ahora la estaba beneficiando debido a que podía salir con Mitsuya sin ser regañada.

-Y así fue como Baji termino con seis huevos rotos en la cabeza- termino de hablar Mitsuya luego de contarle como para el último cumpleaños de su amigo baji  este termino lleno de huevos y tierra.

-Eso fue un poco cruel de su parte- contesta ella mientras intentaba ocultar su risa en un vago intento que termino por fracasar.

-No lo sería si conocieras al restó de la Toman- el tampoco se prohibió reír de aquella anécdota.

-Dices que son muy geniales así que me encantaría conocerlos algún día- hablo Hanae mientras terminaba de beber el café que había pedido en aquella cafetería.

-Entonces vamos- el puso un poco de dinero en la mesa y la llevo arrastrando hacia afuera -ven sube- dijo por fin estando afuera mientras esté estaba arriba de su moto.

Ella no lo dudo mucho y se subió en aquel veiculo de dos ruedas, le encantaba andar en motocicleta desde que Mitsuya le hizo subirse por primera vez, le encantaba sentir la adrenalina que eso le causaba, era tan genial como su nuevo amigo quien en un inicio ella pensó que solo se acercó por su familia y dinero pero termino siendo todo lo contrario, por primera vez se sentía a gusto con alguien.

Por otro lado Mitsuya si sabía de la familia de la de chica pero poco le importaba, Hanae era demaciado dulce y delicada con el que sentía que eran el perfecto contraste el uno del otro, sobre todo si consideramos el echo de que Mitsuya estaba en una pandilla para nada pequeña y podía agarrarse a golpes con diez idiotas al mismo tiempo sin mencionar lo parecidas que eran sus personalidades, encajaban justo como las piezas de un perfecto rompecabezas.

-¡Mira a tu derecha!- Grito Mitsuya haciendo que Hanae cumpla con lo ya dicho.

-¡Es hermoso!- sonrio al ver cómo de su lado derecho pasando por aquel puente estaba la hermosa puesta de sol, se veía como la más hermosa obra de arte que se le llenaron los ojos de lágrimas a pesar de no llorar.

Por otro lado el sonrió al saber que tenía una tan expresiva amiga.

Tardarían un poco más en llegar hasta la casa de los Sano dónde actualmente se habían juntado los líderes de Toman.

- Espero que no te moleste pero debo comprar un regalo- hablo Mitsuya bajando de su moto qué estaba estacionada enfrenté de una tienda de regalos

-¿Me estás diciendo que me estás arrastrando a una fiesta con estás  fachas?- se detuvo frente a el mientras señalaba su ropa.

- Literalmente estás vestida de Channel y Louis Vuitton, dudo mucho que a mis amigos les importe.- el sonrió mientras pasaba a su lado sonriendo.

-¿Es chica o chico?- volvió a hablar ya dentro del local.

-¿Quien?-

-¿Cómo quien? La persona de la fiesta-

- Ah, es chica se llama Emma-

Luego de haberle confirmado lo anterior cambio de pasillo buscando los accesorios, camino por ahí hasta que por fin encontró un bonito collar que hacía juego con un anillo y los aretes, los tomo para ponerlos en aquel canastoque había agarrado.

-no creo que sea suficiente, después de todo llegaré sin avisar y sin que me conosca- hablo para ella misma dirigiendose al pasillo de ropa, dónde rebuscó un poco hasta encontrar una bonita falda y una blusa a juego, mientras se iba a encontrar con Mitsuya rezaba para que aquello le entre.

-No creo que eso te entre- hablo el chico que la acompañaba viendo la diminuta cintura de su amiga comparada con la falda que tenía.

-No es para mí, ¿crees que a la chica le entre?-

-No hacía falta la ropa de echo no hacía falta nada, vienes conmigo- hablo viendo todo lo que tenía en el canasto.

-Seria irrespetuoso de mi parte colarme como si nada- Hanae apoyo su brazo en el hombro del chico dándose cuenta que eran casi de la misma estatura.

-¿Cuánto mides?- pregunto el chico olvidando por completo lo anterior.

-La última vez que me medí... 1.76, genética alta- al finalizar de hablar soltó una risa bastante pequeña.

-Me llevas 6 centímetros yo mido 1.70, ¿Tu familia es de gigantes o que?-

-Mi madre mide 1.82,mi padre 2.04 y mi hermano 1.97 así que se podría decir que si- finalizó mientras pasaban por la caja a pagar.

- Prometo que te divertirás- hablo cuando salieron del local.

- Da igual dónde estamos si estás tú, solo recuerda que debo llegar antes de las doce-

-Quien lo diría, tengo a la Cenicienta como amiga- bromeó el mientras subían a la moto otra vez.


.

Cry Baby | Tokyo Revengers |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora