Capítulo 1

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Oliver.

Otro día que me sentía tan miserable conmigo mismo, María aún no salía de mi cabeza aunque lo haya intentando de todas las maneras posibles y existentes en este mundo pero todas con un resultado obviamente negativo.

Recosté mi cuerpo sobre la cama mientras llevaba en cigarro a mi boca, unos segundos pasaron que la puerta llamo mi atención cuando empezó a ser tocada con gran insistencia.

Renegando conmigo mismo apagué el cigarro y camine hacia la planta baja, abrí la puerta y mis dos mejores amigos me mostraron una sonrisa.

─ ¿Qué hay?

Fue lo único que dije dándoles el paso para que puedan entrar.

─ Te llevaremos a un lugar de.. de ─pareció pensar unos segundos y continuó─ ¡De puta madre! María saldrá de tu cabeza de una buena vez.

Gruñí, hoy la empresa se llevó gran parte de mi energía y lo último que quería es estar en un lugar lejos de mi cama.

─ Joder Alex, tengo un puto dolor de cabeza que me tiene de un humor de culo y quieren que vaya a un lugar donde se seguro la voy a pasar mal, no gracias.

─ Venga ─interfirio José─ calma la rabia que nosotros no te hemos hecho nada.

─ Tienes razón ─respondí.

─ Pues claro que la tengo, vinimos por ti así que o mueves tu asqueroso culo por ti mismo o te llevamos a la fuerza ─sonrió.

Tome mi abrigo y rendido sali de la casa con ellos, aunque quisiera negarme sabía que eran capaces de todo para que fuera con ellos.

─ ¿No me dirán donde iremos? ─pregunte antes de subirme a mi carro y ambos negaron─ Carajos, ¿Como se supone que sepa hasta donde conducir si no se donde vamos? Soy un humano no un puto adivino ─gruñí.

Una sonrisa se posó en ambos rostros y tuve que conformarme con un simple sólo síguenos.

(...)

Frene el carro cuando los dos carros de Alex y José frenaron. Voltee mirando a mi alrededor tratando de localizar el lugar en el cual me habían guiado y una carcajada salió de mis labios. El gran cartel de REDSEX se colocó en mi vista.

Baje caminando hacia los chicos quienes una sonrisa perversa se encontraba en sus rostros.

─ ¿Estabas tenso? ─pregunto Alex─ ¿De mal humor? Pues aquí libera todo eso así tu humor cambia un poco ¿Si? ─palmeo mi espalda.

─ Podría encontrar cualquier mujer para acostarme ─hable─ ¿Tuvimos que venir justamente a un prostíbulo? ─Ambos asintieron─ Pues, ya estamos aquí.

No tardamos mucho en entrar al lugar, siendo sincero nunca había sentido la necesidad de venir a un lugar así, jamás habían llamado mi atención en absoluto pero si me ayudaría a quitar a María de mi cabeza lo haría.

Nos sentamos en una mesa con largos sillones, en cuestión de segundos una mujer solo con ropa interior se acercó hacia nosotros sirviendonos bebidas, tenía unas buenas curvas, lindas piernas y un rostro angelical pero aún así no prendió nada en mi.

─ ¿Alguna chica que te guste Oliver? ─negué─ Oh por Dios..

Guarde silenció mientras le daba otro sorbo al trago.

─ ¿Alguna que te guste a ti? ─este asintió─ pedazo de bastardo ─sonreí.

Observe como varias mujeres comenzaban a bailar en las pequeñas plataforma que había por varios puntos del lugar. Aún así seguí observando el lugar y una melena rubia llamo mi atención, vestía unos diminutos short con un pequeño corpiño negro, mis ojos recorrieron todo su cuerpo y carajos que cuerpo, perfectas curvas, unos labios carnosos, esos ojos, el bendito culo que moría por azotar.

REDSEX: guíame | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora