Un mundo desolado

16 0 1
                                    

Estaba en mi casa, cuando me levante luego de lo ocurrido en el hospital.

Estaba yendo hacia la cocina, cuando hice una parada en el baño, pasé frente, al espejo lo vi de reojo y me vi a mi sosteniendo un cuchillo, en ese momento no le di importancia.

Al llegar a la cocina me puse a reflexionar sobre todo lo que había pasado.

Sakuta: - ¿Por qué no siento dolor, pero si me da hambre y siento sed? ¿Por qué el doctor le dijo a Mai que, que si le dolía morir? ¿Por qué Sai siempre desaparece después de la muerte de Mai? ¿Por qué el viejo murió esa vez?

Pero el pensamiento que más tenia en mi cabeza era, "¡RECUERDA QUE SI MUERES EN UN SUEÑO TE DESPIERTAS!" Me daba bastante curiosidad saber, que pasaba si moría. Ese pensamiento y las ganas de probarlo se hacían cada vez más grande.

Luego de un tiempo viviéndolo mismo, volví a estar en la parte de viejo, pero esta vez se sentía algo raro, el viejo se veía como si estuviera triste y casado, y me di cuenta de que nunca le había preguntado su nombre.

Sakuta: -Oye viejo, ¿Cómo te llamas?

El viejo sonrió muy felizmente, aunque no sabía el porqué.

- Me llamo Héctor (Nota: le voy a seguir poniendo "viejo" porque me da flojera ponerle Héctor XD)

* Héctor diría en voz baja *

Viejo: -Por fin está pensando de manera diferente. ¿Pero...? ¿Qué vuelva a ser como era antes será lo correcto?

Sakuta: - ¿Dijiste algo?

Viejo: -Queeee... ¿yo? Nooo...

Sakuta: -Bueno, nos vemos en la próxima.

Me habría ido de lugar, pero me di cuenta de que la ciudad no estaba desapareciendo, algo que nunca había pasado antes, ya que siempre desaparecía luego de que yo hablara con el viejo, luego de pensar un poco me acorde de que el viejo me había dicho que me tenia que dar cuenta de los detalles. Desde ese momento me propuse a hacer las cosas diferente de las otras veces, ya no iba a aclarar las cosas con Sai, ni tampoco iba a empezar una relación con Mai.

Al llegar a mi casa me fije que había una especie de nota bajo la puerta. Era de Sai, diciendo que la perdone por desaparecer tan de repente, y que pronto nos volveríamos a ver. Luego de leer la carta me di cuenta de nunca había ido al centro de la ciudad. Decidí que esa misma noche iba a ir a la ciudad a ver que tal estaban as cosas por ahí.

(Ya era de noche) Me estaba dirigiendo a la ciudad, en la bicicleta que me había dado... que me había dado, ¿Quién me la habrá dado? No recuerdo quien me la dio. Luego de pensar un poco me empezó a doler bastante la cabeza, así que decidí no pensar más en eso. Ya estaba a punto de llegar al centro, decidí ver a mis lados a ver si había algo interesante, y me percaté de que había ni una sola alma en este lugar. Vi hacia un callejón, y adentro del callejón estaba el doctor, cambié de dirección lo más rápido que pude, pero cuando llegué, el doctor ya no estaba, en ese momento pensé que me había confundido, pero por alguna extraña razón, sentía que de verdad había alguien allí.

(Habría llegado al centro de la ciudad)

Estaba en una plaza muy reconocida de la ciudad.

Empecé a caminar y a visualizar todo a mi alrededor. De lo primero que me di cuenta fue, de que todos los locales estaban abiertos, pero no había nadie, de lo segundo que me había dado cuenta, es que me estaba empezando a dar mucho miedo, ya que nunca había estado en un lugar tan grande completamente solo. Seguía observando la ciudad, cunando sin querer le pegué a un carro que hizo que saltara la alarma de seguridad, me fije un poco más, y me percate de que habían bastantes autos, pero todos estaban vacíos. Decidí tomar un carro prestado para moverme por la ciudad más fácilmente, cuando me subí al carro me percaté de que no había llave, así que, tuve que recurrir a unas de las cosas que vi en una película, la cual era prender el carro con unas especies de cables. Luego de ya haberlo intentado ya unas cinco veces, o intente una sexta.

Un Sueño InterminableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora