-Rápido, tonta. Mamá y papá se van a enojar si se enteran de esto-
Aquel altillo estaba repleto de polvo y cientos de objetos que probablemente ya ni recordaban sus dueños que dejaron allí. Desde la entrada se observaba como las pisadas de los gemelos se marcaron sobre el denso polvo al igual que sus dedos en cada objeto que curioseaban.
-Cierra tu hocico... primero que nada, solo tú eres culpable de esto. Si no me hubieras pedido ayuda yo ni si quiera estaría aquí...
-Respondió mientras acomodaba su largo cabello rojo detrás de sus hombros.
-Además... mamá no se enojará, preocúpate por papá.-
-Si, si... lo que sea. Solo arreglalo por favor... Y luego me lo lees-
El pequeño azabache de colgaba de los hombros de su hermana, quien revoleaba los ojos y resongaba mientras se armaba de paciencia.
-Ven, siéntate. Están todas las hojas desordenadas así que lo iré leyendo como las agarre y así lo iré acomodando.
-Después te fijas con mamá de acomodarlo... o lo dejas así, no sé... tampoco creo que les importe. Seguro ni saben que está esto acá. A lo mejor es del abuelo... esto no es de mamá ni papá-
-¿Ah, no? ¿Y cómo lo sabes?-
El joven estiró su rostro sobre el de su hermana para espiar las hojas desparramadas por el suelo.
-Porque dice Allein... es un diario personal, a lo mejor era del abuelo...-
-¡Genial! ¡Léemelo, léemelo!-
-No haré nada si no te sientas y te callas...-
Amenazó la pelirroja mientras le clavaba la mirada. El pequeño se sentó a su lado y observó a su hermana levantar la primer hoja. Sus ojos dorados se abrieron de par en par y brillaban como quien observaba un preciado tesoro.
-Aquí dice... "Otro día... la misma..."-
Guardó silencio un instante y elevó sus cejas.
-Bueno, aquí voy...-
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El Diario de Allein
FantasyAllein es un personaje misterioso de mis épocas de rol. Tiene un sin fín de historias que nunca fueron contadas y la forma en que iba a explicar y cerrar todo su backstory era a través de partidas y diarios escritos de su puño y letra a lo largo de...