AAVCMP

Cap. 12

Lo que vi cuando sostuve la Espada Sagrada fue a Melkiade, que se tiñó de locura y masacró a humanos y monstruos a la vez.

Y un tipo de monstruo que estaba golpeando a Melkiade.

No sabía si iba a ocurrir en el futuro o si era sólo mi imaginación.

'Me alegro de haber llegado a tiempo, de todos modos'.

Afortunadamente, gracias a Ludwig y a la Espada Sagrada, papá se salvó.

No sabía si iba a ocurrir hasta que llegué.

'Aquí fue donde Melkiade casi pierde un ojo'.

El lugar donde la cara de Melkiade estaba marcada con una larga cicatriz, parecía estar aquí.

Afortunadamente, llegué a tiempo, así que quedó limpio sin un rasguño. Gracias a eso, perdió su llamado "hombre de mediana edad" más tarde, pero papá sigue teniendo su belleza perfecta.

¡Este es el intercambio equivalente para el gusto!

- Parece que han limpiado todos los monstruos alrededor de la catedral.

- Sir Ludwig, eres increíble. Eres un verdadero Caballero Sagrado.

- Oh, no. Sir Kalian es más que capaz de lidiar con los monstruos.

Mientras Kalian y Ludwig se alababan mutuamente, yo terminé de escribir una carta al sacerdote Aiden desde la catedral del Vaticano.

- Estarás en contacto con él, al menos en una semana.

- Vaya, eso es genial.

El método de envío de cartas enseñado por el sacerdote Aiden fue genial. Con él, podemos enviar y recibir cartas, aunque estemos lejos.

- Viejo, ¿no puedes hacer esta magia?

- Puede parecer fácil, pero se necesita una gran cantidad de poder divino.

- ¿De verdad?

Parecía tan fácil.

Se trataba simplemente de una magia de envío de cartas en forma de pájaros o animales hacia el destino, que, a diferencia de lo que parecía, era una magia de alto nivel.

- Por ejemplo, el poder divino no sería un problema, pero sí lo sería si no se sabe dónde enviar las cartas.

Me reí ante las palabras del sacerdote Aiden.

- Viejo, viejo.

El sacerdote Aiden me escuchó. Pregunté con atención mientras miraba el trabajo de los demás.

- ¿Los monstruos pueden hablar?

- ¿Los monstruos?

- Sí.

Asentí con la cabeza y el sacerdote Aiden me respondió con una mirada muy extraña.

- Nunca he oído hablar de un monstruo que hable.

- ¿De verdad?

- El monstruo es una escoria de malicia. No es inteligente, así que ni siquiera puede hablar.

- ¿Es así?

'¿Y qué era esa voz que escuché?'

'Sálvame... '

Eso es lo que decía.

El monstruo aulló así mientras era desgarrado por la Espada Sagrada de Ludwig. Más tarde, cuando le pregunté a Ludwig, me dijo que no había oído nada.