Cap. 16

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- El poder divino ha purificado toda la zona. Tendremos más detalles del Vaticano, pero por ahora, no habrá bestias.

Kalian se enorgullece de haber dado una actualización.

Melkiade se había puesto la mano en la cabeza mientras estaba sumido en sus pensamientos. El sonido de su dedo golpeando la mesa era el único indicio de sus emociones.

- Kalian.

- Sí, Su Majestad.

- ¿Has visto alguna vez un poder divino tan fuerte?

Kalian negó con la cabeza.

- Por supuesto que no. Yo tampoco.

Ni siquiera el poder del Sacerdote que Melkiade había visto casualmente podía compararse con ese poder.

'Yo tampoco he oído hablar de ningún registro de esa luz'.

Aunque había oído que el poder de la santa era grande, pensó que sería similar al del Sacerdote.

Sin embargo, el poder que había visto ese día era mucho mayor.

- Tenemos que aprender más sobre la santa.

- ¿Debo decírselo a Aquiles?

- No.

Melkiade negó con la cabeza.

- No le cuentes a nadie lo que has visto hoy.

- ¿Cómo te desharás de los cadáveres y de los restos de los muertos?

Las cosas subterráneas eran parte de la investigación para convertir a los humanos en bestias.

'¿Intentaban hacer bestias atípicas?'

Tenía una idea de quién era el verdadero dueño del laboratorio.

- Mantén todo en secreto.

Melkiade ordenó a Kalian

Kalian se sintió momentáneamente confundido.

- ¿Estás seguro de que no quieres interrogar al Duque Ravenhook sobre esto?

- Vamos a observarlo un rato para ver qué cosas interesantes hace.

Kalian no podía entender la decisión de Melkiade.

'¿Por qué está dejando pasar una oportunidad de oro para atrapar al Duke Ravenhook?'

'¿Está tratando de...?'

Kalian se dio cuenta de una gran cosa.

- Ya veo. Has decidido esto porque estás preocupado por la santa.

Kalian asintió con ojos emocionados y sonrió.

- Lo entiendo. ¡Asumo la responsabilidad y mantengo el secreto!

Cuando Kalian se resolvió en voz alta, Melkiade entrecerró los ojos.

No le gustaba cómo Kalian estaba pensando en Amelia.

'¿Es que acaso...?'

Justo cuando iba a interrogar a Kalian...

¡Toc! ¡Toc!

- Su Majestad, este es Berrict.

- Entra.

Berrict abrió la puerta y entró. Ladeó la cabeza cuando vio al incomodo Melkiade y al sonriente Kalian.

'El ambiente en la sala es raro'.

- Su Majestad, me iré primero.

Kalian sonrió y salió de la habitación, sin saber lo cerca que estaba de perder la vida.

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