Capítulo 5

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Me miro al espejo una vez más. Uff, tu puedes Sam. Hannah toca mi hombro. -Debemos ir abajo a desayunar o llegaremos tarde a clases. Asiento y junto a mis amigas nos dirigimos al comedor del internado. No es como en el instituto que puedes sentarte con quien quieras, nos sentamos siempre de acuerdo con las compañeras de habitación. Los educadores piensan que así congeniaremos mejor, cosa en la que en algunos casos se equivoca, como en el mío, odio a esas arpías, pero no tengo otro remedio que joderme, somos ocho en cada mesa, menos en algunos casos que son nueve. Yo hablo con mis amigas que les tengo justo en frente mientras Teresa habla con las suyas, que está en la otra esquina opuesta a mí. -Bueno, y dime Sam ¿en verano que piensas hacer aparte de hacer la inútil?- Teresa pega un bocado a su tostada. Tenemos un acuerdo de no dirigirnos la palabra ninguna durante las comidas, por suerte solo como con ella en el desayuno y la cena los días entre semana, ya que ella se va con su tía de vacaciones. Supongo que este verano lo pasará genial mientras yo me quedo aquí solo con mis amigas sin hacer nada, tenemos la suerte de pasarnos todo el verano con toda la habitación para nosotras solas, a veces hacemos excursiones con los educadores, comemos cuanto queremos, ya que somos pocos los que nos quedamos en el internado durante las vacaciones, la verdad no se está nada mal. -Pues pienso divertirme cuanto quiera sin tener que soportar a unas chicas egocéntricas como tú, Teresa- me mira con desprecio y susurra algo a Melisa. 

No hablamos más durante el desayuno y todos subimos a las habitaciones para irnos al instituto. Mia se acerca a mí. -Oye, no eches cuenta a esa, sabes que no eres una inútil, ¿verdad?- Caminamos hacia el instituto, Mia y yo nos hemos quedado un poco más atrás que Nikki y Hannah. -Ya lo sé, hace mucho que sus palabras me las paso por el forro de las bragas- escucho como alguien tose y me entra un escalofrío. -Le ruego señorita Reyes que cuide un poco mejor su vocabulario o tendré que ponerle una falta grave- suspiro y lentamente me giro hacia el director, olvidaba que a veces se asegura que no nos desviemos del camino como alguna que otra vez. -Discúlpeme director- asiente y se va. -Uff...- Mia se gira para asegurarse que no está por ahí. -Ya sé que te da igual, pero por si acaso te deprimes o algo, quiero que sepas que estaré para lo que sea, ¿de acuerdo?- yo asiento extrañada -¿qué tramas?- ya estamos junto a las otras, ella resopla -lo siento chicas, pero este verano estaré con mi padre, quiere llevarme de viaje a su tierra. -¡no jodas!- no puedo creer que no vaya a estar en la fiesta que solemos hacer cuando los educadores y el director del internado se van a beber y no aparecen por días. -Ya... yo tampoco estaré durante casi todo el verano, mi familia ha alquilado una casa cerca de la playa y quieren que vaya, lo siento- dice Hannah, miro a Nikki -dime que tu te vas a quedar- ella sonríe tímida -lo siento cielo, pero mi abuela está pasándolo mal con las cosas suyas de los huesos y mi prima que se supone que cuida de ella, me ha dicho que se va de vacaciones con el novio, debo ir a cuidarla-

-An, no pasa nada, espero que tu abuela se recupere. Toso para no llorar y me largo de allí. Me meto en el servicio y cierro la puerta. ¡VAYA MIERDA DE VERANO ME ESPERA!- seco alguna que otra lágrima que se me escapa, respira Sam, no querrás perder el control. Cojo mi móvil y le escribo un mensaje a la única persona que podría sacarme de aquí y llevarme de vacaciones, mi hermana mayor, tiene 25 años y es increíblemente perfecta, nos llevamos diez años pero ambas nos queremos muchísimo. Le escribo un mensaje rogándole que me lleve de viaje y en seguida me contesta. 

-Lo siento enana, pero tengo mucho trabajo aquí en la empresa-

Grito y gimoteo, ya no tengo más remedio que quedarme aquí sola y morirme de aburrimiento, le pego una patada a la basura haciéndola caer sobre mis zapatos favoritos manchando completamente de sangre menstrual. Grito de nuevo y con toda mi ira estampo la basura contra el cristal haciendo que estalle. Me llevo las manos a la boca -mierda, mierda, JODER PORQUE SIEMPRE ME PASA LO MISMO- salgo disparada del servicio empujando a cada cual se cruce en mi camino, odio a la gente, muchos me dicen borderías pero yo sigo avanzando por los pasillos hasta llegar a la salida, donde abro bruscamente y salgo de allí, la secretaria me grita que vuelva pero yo la ignoro, sigo andando furiosa pegando pisotones con lágrimas en los ojos cuando unas manos se posan sobre mis hombros haciendo que me detenga en un golpe seco. Me giro y veo a la secretaria sin aliento, quizás iba rápido. -¡Vuelve de inmediato dentro o llamaré al director!- de un manotazo le quito la mano de encima -¡déjeme vieja arrugada, necesito respirar!- debe tener como unos treinta años, y al contrario como le he dicho, su piel parece muy suave y perfecta, es guapísima, pero ahora mismo solo quiero hacer que se sienta mal.

-¡Vuelve adentro, ahora mismo!- ella me coje del brazo y con una fuerza impresionante me arrastra hacia el instituto de nuevo. Tras unas llamadas viene el estúpido director, lo miro rabiosa, es tan imbécil e inútil, solo sabe molestar y joder a la gente.  -Sam, sé que tienes problemas de autocontrol, pero debes relajarte, o de lo contrario tendré que llevarte al aula de castigo- lo miro irónica -¡vaya, gracias, menos mal que me ha dicho que me relaje, ahora me siento mucho mejor!- él suspira -por favor, respira hondo y guarda toda esa ira, venga, inspira, expira, vamos- ¡pero qué hace! es tan irritante... -¡SABES DONDE VOY A GUARDAR TODA MI IRA, EN TU CULO GILI!- quiero continuar, pero la secretaria me da tal tortazo que me desestabilizo por segundos -lo siento señor Montana, pero me llamó vieja- esa torta llevaba un toque de magia, pues ahora me siento mucho mejor, el director aparte de ponerme unas cinco faltas graves, me lleva a aula de castigo, donde la profesora de guardia me manda a estudiar lo que sea, así que decido estudiar cuanto un humano tarda en quedarse dormido, más tarde prometo hacer un trabajo sobre eso. Mientras estudio, un ser insignificante me interrumpe. -Psst, psst- miro justo detrás mía, de donde proviene ese molesto sonido. -¡Michael! ¿qué haces aquí?- él ríe -bueno, me pillaron haciendo fotos a los exámenes- asiento -¿qué haces tú aquí?- me encojo de hombros -una larga historia- él asiente -bueno, contigo yo quería hablar, sobre... ya sabes...-

-Vale, pero promete que hablarás en serio- se acerca a mí -ojalá fuera una broma querida amiga-



Escrito por Eva

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⏰ Last updated: Jun 20, 2021 ⏰

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Aventuras en el internadoWhere stories live. Discover now