Lunes 8:12
No sabía cómo es que había llegado hasta su cama, por lo tanto no tenía idea de que Juliet, Roberta, Denisse y la misma Marieta, la habían auxiliado y llevado a que la atendieran.
Sabía que había perdido la conciencia porque desde minutos antes comenzaba a sentirse mal, a pesar de ir ganando sentía la presión sobre de ella para anotar los goles que llevarían a su equipo directo a la final.
Había sufrido un desmayo por el estrés que no la dejaba descansar desde hace tiempo. Con todo lo de su trabajo, la escuela, el equipo. La habían traído de un lado para el otro, sin descanso.Juliet y Denisse se fueron de su casa cuando su madre llegó del trabajo y el doctor les aseguro que no iba a ser grabe.
La chica de cabello rosado no sé quería separar de Michell, menos si Denisse era más aguerrida y terca para quedarse al lado de su chica.—¿Cómo estás? —Juliet entró a la habitación de Michell.
Al fin obtuvo un momento sin que Denisse estuviera rondeandola como si fuera un buitre hambriento.
No quería admitirlo, pero ya sabía que ese sentimiento que tenía cada vez que veía a Michell coquetear con esa chica linda; eran celos.
Después de solo dos cortas semanas y pequeños ratos juntas, había caído bajo los encantos de los que Michell gozaba y que probablemente utilizaba muy seguido.—me siento igual que siempre —se acomodó en su cama para verla mejor —siempre he estado bien.
—no lo dudo —se acercó a la cama. —en verdad me asusté cuando te vi besando el suelo.
—es que vi una hormiguita —le sonrió. —¿Perdimos verdad?. —Para Michell ese partido era importante y quería saber si se había arruinado o si la ventaja de un gol que había dejado, fue suficiente.
—no fue tu culpa, el arbitraje fue un chiste.
—parece que tenías razón, yo no llegue a la final —soltó una risa. —mucha suerte para ti.
—ayer me enteré que hay un reclutador y que irá a la final. —Michell le hizo un lugar en la cama para que se sentará a su lado.
—¡Es una gran oportunidad!.
—lo sé, es algo que había soñado desde siempre, al igual que tú.
—yo tenía mi plan B, administración de empresas.
—pero tú también...
—oye, en verdad no debes preocuparte —sujetó su mano entre las de ella —no quiero que mires hacia atrás. —la miro a los ojos —estás a la mitad de este camino.
—apenas van a ir este domingo. —rodó los ojos.
—pero yo sé que te van a reclutar. —Juliet le miró extrañada.
—¿Qué le hiciste a mi Hatrine? —ninguna apartaba sus manos, les gustaba el contacto de la otra.
—¿Tu Hatrine? —le sonrió de lado. —Denisse me dijo así justo esta mañana. —hablo sin pensarlo, las manos de Juliet se apartaron.
La mano de Michell intento buscar la de Juliet pero está parecía molesta y la chica de cabello azul no sabía que había dicho o hecho para que de repente su acompañante se quedará en silencio y sin ganas de continuar platicando.
El silencio incomodo que se creó en la habitación, fue interrumpido por el leve toquido de unos nudillos contra la puerta blanca de su habitación. Su madre le había salvado de -quiza- una escena de celos, celos que sintió Juliet desde que vio a Denisse tomar la cálida mano de su chica azulada para bajar el par de escalones que estaban en la cancha.—Traje el desayuno —le entrego a Michell los waffles que le había hecho, junto a su vaso de leche.
—¿Desayuno en la cama? —Juliet se puso de pie —Debería desmayarme más seguido.
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Mi mejor rival
Short StoryLos equipos Barcheth y Farweel siempre se encontraban peleando por ver quién era el mejor equipo de fútbol en la ciudad de Guateco. Era cierto que ver a ambos equipos en las competencias era un deleite por el show de jugadas y juego que tenían sus r...