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Después de una tarde algo incómoda y nostálgica Dahyun decidió ir a casa, para poder descansar y tener las energías suficientes para lo que le esperaba al siguiente día, mentiría si dijera que no estaba emocionada por volver a estar con Sana, últimamente se había dado cuenta que dos días no habían sido suficientes para ella, que quería más de la mayor, que Sana se había vuelto una necesidad en su vida aún más de lo que ya lo era y el hecho de saber que la próxima semana todo volvería a la normalidad la hacía sentir vacía, es por eso que se había propuesto el disfrutar al máximo los días que le quedaban por compartir con la japonesa de esa íntima manera.

La noche parecía conspirar en su contra ya que para Dahyun había pasado realmente lenta, por más que intentaba no podía dormir, en su mente solo estaba Sana, Sana y nadie más que ella, últimamente había sido solo ella ocupando la mayoría de sus pensamientos que hasta había olvidado por completo a su novio, cosa que comenzaba a preocuparle por lo cual había intentado acercarse a él ese martes pero ya no se sentía igual con él, aún no podía creer que solamente dos días hubieran afectado tanto su vida

Al fin después de tanta espera la mañana del miércoles llegó y la energía de Dahyun parecía estar a tope gracias a la motivación de ver a Sana nuevamente aún después de no haber dormido casi nada.

Terminó de prepararse para salir y tomando su mochila emprendió camino en dirección a la escuela, Sana solía despertar mucho más temprano que ella razón por la cual llegaba antes a la escuela y no caminaba junto a Dahyun a pesar de ser vecinas pero este día fué diferente, ambas se encontraron en la esquina de su calle.

-No puedo creer que llegarás temprano a la escuela- Bromeó la mayor

-Yo tampoco

-¿Tienes algo que te motive?

-Estoy al lado de mi motivación- Respondió la menor con un toque de picardía en sus palabras dando unas palmaditas al trasero de la japonesa.

Sana rió.

En cuestión de unos cuantos minutos llegaron a la escuela teniendo que separarse para cada una ir a su respectivo salón de clases.

-Te veo después de clases en el salón de artes- Se despidió la mayor dando un beso en la mejilla de su mejor amiga

Dahyun asintió y devolvió la muestra de afecto emprendiendo camino a su aula al igual que Sana.

Ambas estando ansiosas por lo que esa tarde les esperaba.

Las horas pasaron y una vez las clases llegaron a su fin tanto Sana como Dahyun salieron de su respectivo salón de clases para caminar a paso rápido en dirección al salón acordado pues ninguna de las dos quería perder ni un segundo al lado de la otra y más si se trataba de momentos tan íntimos y placenteros como lo eran estos, ambas estaban realmente desesperadas por que el momento de su encuentro al fin llegase así que apresurando sus pasos cada una logró llegar al lugar riendo por haberse topado en la puerta exactamente al mismo tiempo y sin más rodeos ambas entraron al lugar para unir sus labios en un necesitado beso no sin antes asegurarse de cerrar la puerta con pestillo. Dahyun no tardó en reaccionar tomando la parte superior de la camiseta de Sana para comenzar a quitar los botones de esta logrando quitar al fin su camisa dejandola únicamente en sostén. Continuaron besandose unos segundos más mientras la menor comenzaba a quitar ahora su propia camisa dejando a la vista de Sana la tersa y pálida piel de su torso.

La mayor tomó la cintura de Dahyun y bajó sus rostro al cuello de la menor inhalando el delicioso y embriagante aroma de la piel de su pequeña para después dejar suaves besos en este.

-Hoy no quiero que seas suave- Pidió la menor separándose un segundo del abrazo en el que Sana la tenía -¿Puedes con eso?

Sana rió leve

FANTASÍAS // SAIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora