FANTASÍAS // SAIDA

1

Era domingo por la noche cuando Dahyun se encontraba en casa de su mejor amiga, Sana. Había pedido reunirse con ella para desahogar sus aflicciones con la mayor pues era común que cada vez que alguna de las dos tenía problemas recurra a la otra para contarle lo sucedido y aquí se encontraban, sentadas en la cama de la japonesa hablando sobre la discusión que tuvo ayer Dahyun con su novio

-¿Entonces sigue sin querer hacerlo?

-Si, no sé por qué no quiere, cuando él me pidió cumplir su fantasía de tomar el control lo hice

-¿Que tan graves deben ser tus fantasías como para que se niegue a hacerlas realidad? Al fin y al cabo todos las tenemos

-Me da vergüenza contarlo

-Vamos, sin Jin lo sabe ¿Yo por qué no?

-¿Me dirás tu fantasía después?- Preguntó la castaña mirando seriamente a la pelinaranja

-Lo haré- Respondió asintiendo

-Son ocho pero son siete- Sana ladeó la cabeza confundida- Ahora entenderás por qué, quiero hacerlo bajo el agua, en la biblioteca escolar, en un salón de clases, con comida, en un auto, en la playa, y un trío

La mayor contaba con los dedos mientras su mejor amiga mencionaba sus fantasías una por una cuando al final preguntó

-Dijiste siete, ¿Cuál es la octava?

-Hacer todo eso una sola semana- Sana abrió los ojos en grande

-¡¿Estás loca?!

-Sabía que tú también me juzgarías, por eso no quería decirte- Respondió Dahyun cruzándose de brazos y bajando la mirada

-No te estoy juzgando pero es algo difícil de lograr

-Lo sé, ¿Y ahora cual es tu fantasía?

-Es tener un trío, sí, tenemos la misma fantasía

-He estado considerando la idea de cumplir mis fantasías con otra persona que no sea Jin

-¿Tienes a alguien en mente?

-Debe ser alguien de confianza, que no diga nada, tal vez podría hacerlo con una chica y sobre todo que sea buena en el sexo

-Dahyun- Llamó Sana a la menor y esta la miró -Yo soy alguien de confianza, no diría nada, soy una chica y además soy muy buena en el sexo

-¿De qué hablas?

-Yo podría ayudarte

-¡¿Qué?! De ninguna manera

-Dahyun creo que ya tenemos la suficiente confianza para algo así, además recuerda que no sería nuestra primera vez, no olvides que perdimos la virginidad juntas por inseguridad a no ser buenas para nuestras futuras parejas

-Es verdad pero solo fué una vez, tengo miedo de estropear nuestra amistad por estas locas fantasías

-Confía en mí, nada malo podría pasar a menos que nos descubran

Dahyun suspiró

-Está bien, confío en tí

-¿Te parece si empezamos mañana? Mis padres viajarán esta semana

-Creo que tú estás más emocionada que yo

Ambas rieron y se metieron entre las sábanas de la japonesa para al fin dormir, al día siguiente irían a la escuela por lo cual no debían trasnochar mucho, era bastante común que la menor se quedara en casa de los Minatozaki, era como su segundo hogar ya que además de ser vecinas habían crecido juntas por lo cual era muy normal que pasaran demasiado tiempo con la otra.

Sana pasó su brazo derecho por debajo de la cabeza de Dahyun y el izquierdo por encima de su cintura y la atrajo a ella sintiendo la cálida respiración de la menor golpear su cuello, amaba esa sensación de tenerla cerca, amaba tenerla solo para ella, realmente amaba a Dahyun y había conseguido su oportunidad perfecta para demostrárselo, tenía que hacerle saber que ella podía darle mucho más que el inútil de su novio pero no hoy, hoy debía dormir para tener la energía suficiente para lo que mañana venía así que terminó de acomodarse en la cama al lado de su pequeña Dahyun y besando su frente se dispuso a dormir.

La noche pasó realmente rápido y la alarma ahora se encontraba sonando dando el aviso de que era hora para levantarse e ir a la escuela, las chicas no querían hacerlo pero sabían que debían cumplir con sus obligaciones además de que la mayor tenía una motivación para comenzar el día lo más pronto posible, tomaron una ducha, hicieron sus rutinas mañaneras y poniendo su uniforme bajaron al comedor para tomar el desayuno.

Al llegar a la mesa la ama de llaves le informó a Sana que sus padres ya se habían ido al aeropuerto debido a sus reuniones que tendrían en Japón por toda esa semana, ella lo sabía así que solo le agradeció y comenzó a desayunar al lado de su amiga, se apresuraron en salir de la casa para ir a la escuela no sin antes la mayor pedirle a su ama de llaves que llenase la piscina. Salieron de casa para después separarse e ir a sus respectivos salones, el día parecía pasar lento para la japonesa, ya quería regresar a casa y tener a Dahyun para ella sola, las clases le parecían realmente aburridas y transcurrían demasiado lentas para el gusto de la japonesa quien en su mente ya le había hecho de todo a la pequeña coreana de piel pálida.
(Quién lo diría, que se podría hacer el amor por telepatía. Ahre no, perdón por mis comentarios :c)

Perdida entre sus pensamientos la pelinaranja no notó cuando la campana había sonado y ya no quedaba nadie en el salón de clases, únicamente la maestra Nayeon mirándola desaprobatoriamemte debido a su clara desconcentración en clases, afortunadamente la coreana era realmente muy blanda para llamarle la atención a los alumnos cosa que ellos amaban de ella y por lo tanto no solían hacerla enojar debido al aprecio que le tenían por ser tan buena con ellos.

-Lo siento maestra, me distraje un poco

-¿Un poco? Estuviste en la luna toda la clase más que de costumbre

-Lo siento

-No te preocupes, solo procura que tu enamorada no ocupe tu mente en horario de clases

Sana rió por el comentario de la maestra

-No lo hará, lo prometo

-¿Tzuyu?

-Nah, hace mucho que la superé- Contestó riendo Sana ya con su mochila en el hombro a punto de salir

-Bien hecho chica, nos vemos mañana

-Hasta mañana profe- Se despidió Sana haciendo una reverencia.

La japonesa salió rápidamente del aula en dirección a la salida de la escuela encontrándose con Dahyun esperándola

-¿Lista?- Preguntó esta viendo a su amiga correr hacia ella

-Vamos- Dijo ella y caminaron a casa