Arena del tiempo

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Bajo un nuevo régimen las cosas cambiaron, no sería la excepción en el país de Saalhas, en donde las invenciones se habían hecho tan populares que personas de todo el mundo acudían a ver con sus propios ojos aquel espectáculo futurista, desde su forma de vestir, hasta sus automóviles, trenes veloces y robots de pavor. La maquinaria era algo importante y entre estas se hallaban los relojes, objetos invaluables en el día a día de los ciudadanos, últimamente estaba de moda el modelo holográfico, con solo mover algunas tuercas se proyectaba la hora y un casi acertado pronóstico del clima. Era una completa maravilla en todo sentido, los inventores de la época estaban más que orgullosos por impulsar a su país hacia el futuro y desfilar entre las calles con tal altivez, ellos eran lo más cerca a un héroe.

***

Hasta ahora el chico había notado el ligero olor a incienso que desprendía toda la estancia, se sintió más relajado, cosa extraña en su comportamiento debido a que charlas con extraños siempre le había puesto en situaciones incómodas, pero esta vez estar con el relojero/coleccionista no había hecho sentir incomoda su posición. Se llevó una mano al pecho y respiro con más calma.

—¿Entonces podrías decirme que sucede?

—Huh—fue toda repuesta que dijo el de cabello plateado, tomo el reloj una vez más y dibujo esa misma sonrisa nostálgica—todo está bien, este es un reloj especial, diferente forma, diferente tiempo, diferente dueño.

A Yoongi no le pareció muy convincente así que le arrebató el reloj de las manos y se lo guardo celosamente en el bolsillo.

—Creó que... tendré que ir a que alguien más lo repare—se dispuso a marcharse pero antes de hacer su cometido sintió a alguien apretándose  sobre su espalda, las curvas de Jimin se amoldaban  a su cuerpo y sintió un escalofrío, haciendo ademán de separarlo pero antes el relojero hablo.

—N-No te vayas...porfavor, puedo explicarle que sucede con su reloj pero no te vayas...al menos no por ahora.

—¿Eh? ¿Estas loco? ¡Suéltame lunático!

—¡Vamos, al menos déjame explicarte!

—¡Ni de coño!

—¡No seas terco!

—¡Aquí el terco es otro! ¡Suéltame, suéltame!

—¡Reloj fantasma!

Yoongi miró por sobre el hombro al insistente muchacho, lo pensó un par de veces no tan convencido aún, el tipo se comportaba como un loco pero...la mención de eso había despertado un extraño sentimiento en el. Quedó cara a cara con Jimin, articulando su gesto más amenazante dijo:

—Si esto no logra convencerme juro que vas para prisión.

Jimin rodó los ojos y levantó las manos en son de paz. Ambos se dirigieron a la parte trasera del establecimiento, en donde se cernía un largo pasillo con varias puertas por dónde vieras. Yoongi veía todo con asombro pero sin quitarle los ojos de encima al chico frente a él, en cierto punto ambos frenaron y Jimin se hizo con una llave de extrañas formas, quedó suspendida en el aire y luego de recitar palabras extrañas una puerta apareció ante ellos, la quijada del azabache quedó desencajada sin creer lo que el otro había hecho. Jimin le guiño un ojo y avanzó dando pasos gráciles por el nuevo corredor, se encontraba a oscuras y si ponías atención se escucharían los murmullos de un mecanismo pesado moviéndose o los suaves sonidos de una aguja corriendo.

Jimin dio un leve golpe al suelo y luego palmeó las manos, luces se encendieron en distintas direcciones, descubriendo así los relojes suspendidos en el aire que flotaban por todo el lugar, dentro de estos yacían esculpidos personajes históricos de todo el mundo, Yoongi logro atisbar en estos a importantes figuras relacionadas al tiempo, la invención de los relojes o aquellos que sabían ver su futuro mediantes las estrellas.

El creador de relojes fantasmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora