Kimetsu No Yaiba /One Shots/

Genya Shinazugawa

-Muchas gracias sensei- te despediste de Sanemi, ya que debía ir a una misión y tu al ser una reciente aprendiz no podías ir

Te quedaste en la casa, era tarde y te daba miedo ir solo por si te acechaba un demonio y no te podrías proteger

-Buenas noches T/A-san, creí que ya te habías marchado- te dijo sentandose a tu lado

-No quiero salir sola de noche, pensé en quedarme aqui- dijiste sin apartar la mirada del cielo -si molesto me voy

-No no, no molestas- dijo mientras movía las manos en señal de negación -solo me sorprendió

-Muchas gracias, prometo no ser un incordio para ti- dijiste mirándole con una cálida sonrisa

-Deberías entrar, ya hace frio- dijo comenzando a levantarse

-Tienes razón- contestaste

Este te invitó a comer y te sirvió tu plato.

-Tiene una gran pinta Genya-san- dijiste con un gran brillo en tus ojos

-Gracias- dijo sentándose a tu lado, el estaba nervioso no se le daba bien tratar con mujeres pero al ya conocerte de hace dos meses podía disimularlo

Dirijiste tu mirada hasta sus ojos.

-Me preguntaba, porque nunca acompañas a tu hermano a las misiones- esa pregunta dejó al contrario quieto pensando en que decir

-Bueno, no es que yo sea un asesino de demonios excelente- dijo intentando hacer una sonrisa

-A mi me parece que se te da muy bien usar esas pistolas- dijiste en tono cálido y con una sonrisa

-Gra-gracias- sus mejillas se ruborizaron lentamente

-La verdad creo que Sanemi-sama tiene mucha suerte de tenerte como hermano- dijiste comenzando a agarrar los palillos

El contrario solo ruborizo sus mejillas, no soltó ninguna palabra más.

-Al día siguiente-

Te levantaste en una habitación que a primera vista te pareció desconocida pero al analizarla se te hizo conocida, sabías que estabas en el cuarto de Sanemi. Te levantaste y te dirigiste a la sala de estar con un ligero haori y tu equipamiento de cazadora de demonios.

-Buenos días Genya-san- dijiste con una linda sonrisa mirando a tu alrededor

-Si buscas a mi hermano todavía no llego- contesto comiendo sus fideos

-¿Y no sabes nada?- preguntaste

-Envió un cuervo para decir que estaba bien y que la misión se iba a alargar, supongo que entrenaras conmigo- solo al oír esas palabras que parecía que decía con mosqueo caiste al suelo, el contrario se levantó corriendo y te ayudó

-¿Te encuentras bien T/A-san?- en sus ojos se veía preocupación

-Si si, solo que una mala noticia sin desayunar no me sentó bien- contestaste ayudandote de él para subir

-Enseguida te sirvo algo- corrió hasta traerte tu comida

-Gracias Genya-san- dijiste con una leve sonrisa algo forzada

-Que te aproveche- contesto

-Siento tener que preocuparte- dijiste con la mirada baja

-No no no- dijo acercándose a ti -tu eres mi amiga, eres importante para mí

Tu simplemente ante sus palabras le abrazaste mientras leves lágrimas caían por tus mejillas.

-En el entrenamiento-

-Vamos por favor- dijo con algo de burla -lo mío no son las katanas e igual soy mejor que tu

-No es mi culpa, soy aprendiz- dijiste agarrando más fuerte tu katana

-Excursas- soltó acompañado de un suspiro

-Tch- rechistaste y te lanzaste a atacarle

-Así me gusta- dijo con una sonrisa de lado

El contrario esquivaba tus ataques fácilmente pero igual se impresionaba con lo que habías mejorado durante esos dos meses, aprendiste a usar la primera postura de viento eso le alegro.

-Es imposible, eres demasiado bueno- dijiste dejando caer tu katana

-Gracias por el cumplido, pero así de fácil te rindes- dijo con algo de molestia en su tono

-No soy buena para nada- soltaste dejandote caer al suelo

-No digas bobadas- dijo mientras se agachaba para tocarte el hombro

-Tu eres genial y encima pudiste aprender con tu hermano- al decir esas palabras el rostro del contrario cambió -¿dije algo malo?- tu rostro cambio a preocupación

-No es importante- respondió escondiendo su rostro girandolo al lado contrario del que tu estabas

-Genya-chan- soltaste mientras te acercabas levemente a él

El rostro de este comenzó a ruborizarse lentamente

-E-Estas m-muy cerca- soltó este intentando que te alejaras

-Genya-chan- dijiste en un tono bajo

Este se giro y vio tu rostro algo ruborizado, noto que jugabas con tus dedos y movias tus labios intentando que salieran palabras de ellos.

-¿Que ocurre?- dijo este algo nervioso

Intentabas soltar palabras mientras tu labio inferior temblaba y de tus labios las palabras se negaban a salir, jugabas con tus dedos con nerviosismo.

-¿Que debo hacer?- se preguntó mirándote

Miraste a su rostro, él solo te miraba no sabía que hacer sus mejillas estaban algo coloradas pero se podían confundir con calor. Posaste tu mano en su mejilla y suspiraste.

-Siento preocuparte, Genya-chan- este solo sonrio, se acostumbro a que lo llamaras así poso su mano encima de la tuya

-No te preocupes- dijo con una sonrisa claramente sincera

Acercaste tu rostro al suyo, el no se apartó así que supiste que debías decirle aquellas palabras que tanto miedo te dieron decirle

Te amo.

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Espero que os haya gustado, la verdad la historia de Genya me costó bastante pero creo que no salió muy mal.

Adios.