DongHae se despertó lentamente, no reconocía la habitación en la que se encontraba. Parpadeo varias veces para limpiar sus ojos y poder ver bien la habitación. Mirando a su alrededor, se dio cuenta que la habitación era muy espaciosa.
Había dos puertas. Asumió que una era un armario o un cuarto de baño, y la otra con suerte lo llevaría fuera de donde diablos estuviera. La cama en donde estaba acostado era grande y estaba hecha de madera color castaño oscuro. Las sábanas eran de un rico azul profundo y DongHae se sentía tan cómodo como era posible en ese momento. Mirando el reloj de la mesilla de noche, se dio cuenta que estaba al final de la tarde y que había dormido la mayor parte del día. No había podido dormir mucho en casi una semana.
Escuchando voces flotando en su cuarto, comenzó a recordar algunos de los eventos de ese día. Dios, Sungmin debía pensar que perdió el juicio. Respiró fuerte cuando tuvo otro pensamiento. ¿Conoció a su compañero y luego huyó de él? Gimió al recordar que HyukJae lo abordó cuando estaba en el suelo, impidiendo que se fuera. No sabía si podría tratar de aceptarlo en este momento. ¿Por qué tenía que encontrarlo ahora?
¿Por qué no lo conoció hace una semana?, entonces nunca hubiera estado en ese estúpido y sangriento club. DongHae cerró los ojos y negó rápidamente con la cabeza. No quería pensar en aquella noche y menos en este momento. Ahora tenía que ir a buscar a Sungmin y tratar de explicar sus acciones, sin entrar en demasiados detalles.
Bajó de la cama descalzo. Suavemente abrió una puerta para no alertar a nadie que estaba despierto y se encontró mirando un pasillo. El rico aroma a carne asada impregnaba el aire, y sonrió imaginando a Sungmin en la cocina. Sabía que amaba cocinar para todo el mundo.
Olfateando el aire otra vez, giró a la derecha de su habitación y siguió el tentador olor que lo guiaba a la cocina. Apoyado en la cadera contra el marco de la puerta, tuvo que sonreír al ver a su mejor amigo. Sin camisa, con un trapo metido en el bolsillo trasero de sus jeans, balanceaba sus caderas mientras cantaba, la música sonaba suavemente en el fondo mientras que pelaba verduras para la cena. DongHae soltó una pequeña carcajada al escucharlo desafinar miserablemente al ritmo de la música.
Sungmin giró con el sonido de su risa y le dio una gran sonrisa. Dios, había extrañado a su mejor amigo. Poco a poco entró en la cocina y le abrazó de nuevo antes de sentarse a la mesa para poder seguir viéndolo trabajar.
— ¿Quieres un trago?— Sungmin le preguntó, señalando una jarra de té helado.
DongHae sabía que no era la verdadera pregunta que quería hacerle, pero le agradeció el pequeño respiro.
— Sí, eso sería genial. Gracias.
Observó cuando Sungmin le sirvió un vaso de té helado y lo puso sobre la mesa frente a él.
— Sabes que estoy aquí para ti, si alguna vez tienes o quieres hablar, ¿verdad?— podía oír la incertidumbre en la voz de Sungmin.
— Sí, lo sé. Sin embargo, estoy seguro que no quiero hablar de eso todavía. — Trató de sonreír para hacerle saber que estaba bien, pero no lo logró.
— Sabes...HyukJae está cagando gatitos en este momento.
Ambos se echaron a reír ante la imagen mental que Sungmin había conjurado.
— ¿Qué voy a hacer al respecto, Min? Yo lo que no esperaba encontrar era a mi compañero aquí. Sólo necesitaba un lugar para alejarme por un tiempo, ¿sabes? Tengo que ordenar mi vida y tratar de seguir adelante. Sé que no estoy cómodo con hombres grandes a mí alrededor en este momento. Supongo que me olvidé de lo grande que me dijiste que KyuHyun y sus hermanos eran.
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(2) Compañero Determinado - Eunhae
FanfictionLee Donghae es un hombre roto. Ha vivido un infierno y apenas ha salido del otro lado. Todo lo que puede pensar es en llegar a su mejor amigo, Sungmin, después de eso no tiene ni idea. Donghae está asustado cuando se encuentra no sólo con Sungmin si...