*Al otro día*
Desperté con bastante pereza y miré el reloj que estaba en la mesita de noche, ya eran las 8 por lo que me levanté y fui al baño para darme una ducha, salí de esta y cuando estaba por agarrar una toalla la puerta se abrió por lo que como pude me tapé con la cortina de la ducha.
Agustín: Ups, pensé que estaba desocupado, toma una toalla
T: Gracias
Agustín: Iré a otro baño
T: Ok
Agus salió del baño por lo que me cambié y después de cepillarme el pelo y los dientes salí, fui a la cocina y preparé el desayuno.
Agustín: Huele delicioso
T: Te hice unas crepes, espero que te gusten
Agustín: Muchas gracias... vení, tenemos que hablar
T: ¿Sobre qué?
Agustín: Bueno, yo creo que sabes que suelo viajar mucho ¿no?
T: Sí
Agustín: Bueno, durante mis viajes quiero que cuides muy bien de la casa por favor
T: Claro, por eso no te preocupes
Agustín: Gracias
T: Es mi trabajo
Agustín: Bueno, ¿por qué no te sentas a comer? Debes de tener hambre
T: La verdad sí...
Me senté frente a él y me serví café, tomé un poco y comí de mis crepes mientras miraba como él comía.
Ese hombre era perfecto, adoraba su pelo negro, sus ojos marrones, ese cuerpazo que tenía y su forma de ser pero obviamente él nunca se fijaría en mí, solo soy su empleada y una chica a la cual solo le está salvando la vida.
Agustín: Hey
T: Perdón, estaba pensando
Agustín: Te decía que hoy los chicos vendrán a cenar
T: ¿Qué hago de comida?
Agustín: Nada, siempre compramos comida hecha
T: ¿Vendrán muchos?
Agustín: No, unos 10 como máximo
T: Ok, entonces empezaré a limpiar de una vez
Agustín: Perfecto, yo voy a mirar la tele, hoy no tengo entrenamiento
T: Ok
Agus terminó de desayunar y se fue al salón mientras yo empezaba a limpiar todo.
Después de 3 horas acabé con la limpieza por lo que empecé a planchar la ropa de Agus, la cual era demasiado, tenía una gran pila de ropa arrugada.
Agustín: No sé planchar, lo siento- rió.
T: No importa, es mi trabajo- le seguí la risa.
Agustín: Iré poniendo las cosas a su sitio, después te voy a explicar donde va todo
T: Ok
Seguí planchando mientras Agustín entraba y salía de aquella habitación cuando de repente tocaron el timbre por lo que fui a abrir.
T: ¿Sí?
Xx: Hola, soy Fernando Gago, ¿está Orion?
T: Sí sí, pase
No me podía creer que estaba frente a Fernando Gago, ¡no me lo podía creer!
Agustín: Fer, ¿qué haces por aquí?
Fernando: Traje algo para que almorcemos juntos, te vi un poco desanimado ayer
Agustín: Ese puto de Dinneno me va a dejar sin jugar el próximo partido
Fernando: Lo sé, pero ánimo, solo es un partido
Agustín: Lo sé, pero igual me molesta
Fernando: Me lo imagino... me hacía eso a mí y te juro que le rompía esa carita de niño que tiene
Agustín: Vos viste que ni lo toqué y el pelotudito se tiró como si le hubiese dado alto cabezazo, no sabes cuanto me arrepiento de no haberlo hecho para que se tire con ganas
Fernando: Uh, alguien está alterado
Agustín: Ni te imaginas, pero bueno, vamos a comer
Fernando: Sí, traje bastante comida
Agustín: Perfecto, ¿vamos?- mirándome.
T: Sí
En cuanto entramos a la cocina empecé a sacar platos, cubiertos y vasos de las estanterías para luego ponerlos en la mesa mientras Agus ponía las bebidas, después de poner todo nos sentamos a comer.
Fernando: ¿Cómo te llamas?
T: __________
Fernando: ¿Estás trabajando para este loco o sos su novia?
T: Trabajo para él
Agustín: Oye, no estoy loco
Fernando: Seguro... si yo te contase todo lo que hace en los entrenamientos
Agustín: No me pongas mal delante de una chica tan hermosa
Fernndo: Hablaré muy mal de vos- riendo.
Agustín: Idiota- golpeando su brazo ligeramente.
Los chicos siguieron hablando mientras yo les miraba y reía de alguno de sus comentarios.
A la hora Fernando se fue por lo que fui a lavar los baños, al rato entró Agus y se quedó parado por un buen tiempo en la puerta por lo que lentamente giré mi cabeza para mirarlo.
T: ¿Pasó algo?
Agustín: En esa posición te ves genial
Rápidamente me incorporé y me senté en el suelo, él se acercó a mí y empezó a besarme mientras poco a poco me acostaba en el suelo, se puso encima mío y fue bajando mi pantalón y mis bragas hasta quitármelo del todo, se bajó su pantalón y sus boxers y rápidamente entró en mí haciendo que suelte un gemido fuerte, volvió a embestirme más seguido provocando que poco a poco llegue mi orgasmo al igual que el suyo.
Agustín: Me encantas
T: Agus
Agustín: Vamos, acaba de una vez
En ese momento llegué a un fuerte orgasmo que hizo que mi vista se nublase, cerré los ojos y al rato sentí que Agus me agarró en brazos para luego acostarme en una cama, me tapó con la sábana y antes de irse me dio un beso en la frente y me dijo "descansa".