~Capítulo 15~

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Narrador omnisciente

No lo podía creer, los demás policías habían demorado más de un día en hallar si quiera una pista, pero ella lo había hecho en menos de media hora, ahora se encontraban camino a un sitio apartado de la ciudad.

-Bien, ya comuniqué a los policías donde deben de ir, iremos al punto exacto en donde se encuentra, toma.- dijo dándole una pistola ligera.- tiene 10 bala, pequeñas pero mortales, contiene un veneno especia que mata al instante, no hará ruido al disparar, irás detrás de mi, pero cuando encontremos donde está tu pareja serás tu el que entre, seré una amargada pero se que dos días en este lugar hará que se sienta aterrado con cualquier persona que vea. Conozco a estas personas, se lo que hacen así que te cubriré hasta que lo saques de ahí. Cuando salgamos vendrá una ambulancia y todas esas cosas. Cuando lleguemos te explico que es exactamente lo que tienes que hacer.

Cuando llegaron le explicó todo y se dispusieron a entrar, era como un calabozo, pero no era subterráneo, se podían ver varias puertas, todas eran habitaciones cerradas.

-No veo a nadie, sigamos.- siguieron caminando por unos minutos.- Sientes alguna cosa que nos indique donde puede estar?-

-No aun nada.- siguieron caminando hasta que logró oler una aroma, y sabia perfectamente de quien eran.- es por aquí!- pero podía sentir que eran de miedo y desesperación.

-Hay que darnos prisa-

Siguieron caminando hasta que vieron una puerta, pero no avanzaron más debido a que alguien estaba saliendo de ahí.

-Bien a mi señal entras, te esperaré el tiempo necesario, pero si escuchas el grito significa que no es seguro salir.- dijo mientras se colocaba en un muro que estaba más adelante.

-Bien-

-3... 2... 1...- dijo mientras cogía un botella de vidrio- *rompe la botella en el suelo*

El castaño se apresuró en entrar, lo hiso de manera silenciosa una vez estuvo dentro lo que vio hiso que se le partiera el alma. Su amado se encontraba temblando, tenía un antifaz y una blusa, y  ni hablar de su estado físico tenía golpes, heridas que aún sangraban y estaba demasiado delgado.

Comenzó a expulsar feromonas pero no hacia efecto, ni siquiera notaba que alguien estaba más ahí. Empezó a acercarse poco a poco pero vió que comenzó a temblar más, así que decidió hablar.

-Takafumi, soy yo Zen.-

-Z-zen?- su voz sonaba adolorida y triste.

-Si, ya no tengas miedo, yo te protegeré.- dijo mientras le sacaba el antifaz pero tenía los ojos cerrados.

-N-no me hagas daño, p-por favor- dijo mientras comenzaba a llorar-

-No te haré daño, eso ni siquiera lo pienses, abre los ojos Takafumi estoy aquí.- 

El peliazul los abrió lentamente y cuando lo vio, se sintió tan feliz.

-Z-zen... de verdad eres tu?-

-Si amor, y te voy a sacar de aquí.- dijo mientras desataba sus manos y pies y colocaba una manta enzima de el.

La manta tenía el olor del castaño cosa que logró hacer que el menor se tranquilizara y se sintiera seguro. Lo cargó estilo princesa y salió de esa habitación.

-Te demoraste un poco, pero fue divertido esperar.- habían barios hombre tirados en el suelo.- No están muertos, los sedé, tendrás que pagar por todas las cosas que hicieron.

-T-takano...- dijo en un susurro.

-Dijiste algo Takafumi?-

-T-takano también está aquí...- le costaba hablar.

-Encerio?.- dijo sorprendido.- 

-S-si...-

-Crees que puedas-

-No tienes que decirlo- interrumpe- si hay alguien más aquí entonces tengo que sacarlo, el camino está libre, adelante ahora te alcanzo.-

-Bien-

Lograron salir sin ningún contratiempo, pusieron a Yokozawa en una camilla y se lo llevaron obviamente Kirishima iba con el.

Dos horas después~

-Bien ya está fuera de peligro al igual que el bebé, es muy fuerte así que debería estar agradecido.-

-Si, lo estoy. Muchas gracias doctor-

-Solo hago mi trabajo. Si desea puede quedarse hasta que despierte.-

-Lo haré gracias- el doctor salió de la habitación y el castaño se quedó a solas con el.

...

El peliazul fue abriendo los ojos lentamente y sintió algo en su mano.

-Zen?- el castaño estaba dormido mientras cogia su mano. Vió que era de noche, comenzó a recordar lo que había pasado y comenzó a preocuparse si es que el bebé estaba bien.

-Takafumi, ya despertaste?- dijo feliz el castaño.

-E-el bebé... - dijo preocupado.

-Tranquilo el está bien.- dijo mientras tocaba su mejilla y lo miraba con mucho cariño.- Lo siento... debí llegar antes.-

-No te culpes, me alegra de que tú estés bien. Y Hiyo?-

-Está con mis papás, dijo que le avisara cuando despiertes para que venga pero ya debe de estar dormida.-

-Y Takano?-

-Está en otra habitación, se encuentra un poco mal, pero el doctor dijo que con buenos cuidados se puede recuperar.-

-Me alegro-

-No sabes cuánto me preocupé cuando ví que no estabas- dijo triste.

-O-oye, no te pongas así, me preocupas.-

-Tienes razón, ahora que estoy contigo tengo que estar feliz, soy muy afortunado de tenerte. Te amo Takafumi.- dijo mientras le daba un beso que transmitía amor.

-Y-yo también te amo... Zen- dijo tímido.

-Aw~ eres tan tierno cuando te sonrrojas.-

-Nadie está sonrrojado idiota-

-jajaja, será mejor que duermas debes de estar muy cansado.-

-Puedes dormír conmigo... Si quieres.-

-Claro que quiero- se colocó en la cama, no era tan pequeña a fin de cuentas.

Y así se durmieron, abrazados y dándose algunos mimos.




~Amor verdadero~ (kiriyoko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora