Arlet's (Eren y tu)

•Capítulo 1: Paleta•

Narra Eren

—¿Qué es esto? —pregunté al ver aquel sobre de color amarillento

—Una carta, tonto. —rodó los ojos. Simplemente la tomé esperando a que la pecosa se fuera

—¿Ah? ¿Y esta bolsa? —volví a preguntar

—Eso lo sabrás en cuanto la abras. Y por si las dudas, no soy yo quien te envía esa carta, ni te conozco. —agregó dándose la media vuelta e irse tranquilamente hacia una rubia de ojos azules claros

Le resté importancia y abrí el sobre, comprobando que en verdad era una carta.

Me alejé unos cuantos asientos de Mikasa y Armin, asegurándome de tomar la bolsa de tela que la pecosa me dio anteriormente, pues sabía que ellos la leerían conmigo y me harían varias preguntas, así que prefiero ahorrarme explicaciones. Finalmente me dispuse a leer.

Seguro te resulta muy extraño recibir una carta de alguien anónimo, pero a pesar de eso, me gustaría volverme tu amiga. Tal vez botes esta carta o simplemente la ignores, pero en verdad quiero conocerte y tener mi propia perspectiva de cómo eres en realidad.

Quiero que me conozcas a través de estas cartas porque no me atrevo a hablarte en persona, pues me crié en un ambiente donde me volví insegura y tímida.

Pero, creo que me estoy adelantando en contarte mi pasado, así que hablaré del presente.

A diferencia de ti, yo no aguanté las cincuenta vueltas que el entrenador Shadis nos dejó, por eso tuve que quedarme a correr con la chica patata y algunos más.

Apenas leí esa última oración, salí disparado del comedor para buscar a él o la remitente de esta carta, sin embargo, a la única que encontré corriendo fue a la chica patata.

Fruncí mi entrecejo al no encontrar a quien quería.

Di media vuelta y volví al interior del comedor para sentarme.

¿Cuál era el objetivo de mandarme cartas? Podía hablarme por persona y dejarse de tanto misterio, aunque en la carta menciona que es muy tímida...

Volví a leer la carta esperando encontrar alguna pista más.

Apuesto a que te has ido y no me has encontrado, bueno, anticipe esto y me fui antes de que Ymir te entregara la carta. No iba a ser tan tonta.