•Capítulo 5: Donas•

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El rubio dejó la carta al lado de Eren con sumo cuidado, pues no debía hacer ruido

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El rubio dejó la carta al lado de Eren con sumo cuidado, pues no debía hacer ruido. Aprovechó que este seguía dormido para así entregarle la carta de su hermana menor rápidamente, ya que debía huir de ahí cuanto antes.

Sin embargo, Armin no se dio cuenta de que un zapato estaba tirado en el medio y se tropezó, cayendo al suelo de cara y provocando que el castaño se levantara de golpe por el ruido.

—¡¿Q-quién anda ahí?! —preguntó medio somnoliento, con un tono de voz ronco a causa de que recién se levantaba

Eren vio para los lados buscando alguna figura reconocida, más no encontró nada a causa de que Armin seguía tirado en el suelo sin moverse, cosa que lo asustó al imaginarse que en realidad era un fantasma.

—Esto no me lo esperaba. —murmuró el rubio, maldiciendo miles de veces al zapato— ¿Quién lo dejó ahí?

—¿Armin? ¿Eres tú?

—E-eh... —se levantó del suelo con algo de dificultad— Si, soy yo. —llevó su mano hacia su nuca sonriendo nervioso

—¿Y qué hacías en el suelo? —Armin lo vio con cara de: "¿en serio?"— Ah, perdón. Es que aún sigo medio dormido.

—Pfff, claro. —bufó con sarcasmo— Bueno, sólo vine a traerte la carta. —señaló el sobre que se encontraba al lado de su almohada

—Uh, es verdad... Pensé que como hoy era día de descanso no me la mandaría.

—Ah, si... —Armin tragó saliva y de nuevo se mostró nervioso— Bueno, tengo que irme...

—¿Adónde? ¿Por qué estás tan apurado si hoy no hay nada por hacer? —Eren vio curioso a su amigo, haciendo que el rubio se pusiera más nervioso de lo que ya estaba

—Por nada en especial. —desvío su mirada hacia el suelo y arrugó su nariz levemente, en signo de que estaba mintiendo, y Eren se había dado cuenta de ese tic

—Uh, ¿en serio? —lo vio con burla— ¿No me ocultas algo en especial, Armin? —preguntó cruzándose de brazos para fingir seriedad, queriendo molestar a su amigo un rato

—¡En serio no es nada! —respondió Armin en un grito— Bueno, ¡sayonara!

Armin salió corriendo de la cabaña, como si su vida dependiera de ello.

—Qué raro estás hoy. —comentó Eren viendo por donde su amigo se había ido

Negó con la cabeza para dejar de darle vueltas al asunto y tomó el sobre amarillento entre sus manos, abriéndolo y sacando por fin la carta.

Hoy es día libre y estoy algo ansiosa debido a que saldré con un grupo de chicas a la ciudad del Muro Rose.

Es una manera de socializar y hacer amigas, o al menos eso me dijeron mi hermano y Christa.

Espero que todo vaya bien hoy, no deseo llevarme bien todo el mundo porque sé que eso no es posible, pero tampoco quiero quedarme sola y sinceramente estoy conforme con mis pocas amistades hechas.

Arlet's (Eren y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora