Police.

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allí se encontraba, Jaemin levantando el cuerpo de chris quien la otra noche no aguantó más aquellos golpes que todos los días recibía por parte de los hombres del muchacho por quién estaba allí dentro.

su cuello estaba totalmente morado, y la soga aún entraba fácilmente en el cuello del ajeno, estaba echo a la medida exacta de su cuello.

Jaemin no era todavía un gran psicópata, estaba en el proceso de serlo, habían más psicópatas aparte de él, pero todos estaban en la cárcel. Y él no.

Su novio no se negaba a nada de lo que le pedía, era completamente sumiso ante el más grande, y todo el mundo desde la distancia en la que se encuentre lo podía notar.

al terminar de deshacerse del cuerpo del chico que deseaba con manosear y obtener a su novio, volvió a la casa y se adentró en su habitación, dejando ver a su novio sentado en la cama mirando a... ¿la nada?, cuando el mismísimo Park Jisung hacía eso estaba de malhumor, o tenía un presentimiento de que algo malo estaba por pasar.

le indicó al hombre que venía detrás suyo que se fuera hacia otro lado, se notaba que hablaría con su novio y es un tema serio, y privado.

se acercó lentamente hasta el menor para sentarse sobre su regazo y abrazar con delicadeza su cuello, mientras que sentía las manos del más chico en su cintura pero aún su mirada estaba en la nada.

- Mi amor. - llamó el chico sentado sobre las piernas ajenas mientras acariciaba su nuca.

- ¿mh? - respondió sin mucho interés pero su cuerpo, si sentía interés en el más bajo.

- ¿Qué es lo qué te sucede sung?, has estado así por bastantes días. - dijo Jaemin, entre las piernas del más alto mientras esperaba alguna respuesta ajena.

- No me pasa nada, solo siento que hay alguien o algo que nos está intentando separar en este momento. Ya sabes, mis instintos malditos. - miró al chico en sus piernas mientras de a poco acariciaba su mejilla con delicadeza, estaban en un momento cariñoso, como siempre habían sido uno con el otro.

Jisung tomó iniciativa esta vez, dándole un beso húmedo y tranquilo a su hermoso novio entre su regazo. Fue correspondido un segundo después por el mayor, hasta que empezaron a subir un poco el tono de aquellos besos traviesos por todos lados en el cuerpo de Park. Primero por su rostro, frente, mejillas, pómulos y su boca. Luego fueron hasta su cuello, cada hueso notorio tenía un beso nuevo, de esos besos que lo volvían loco al menor, en las clavículas también. Hasta el punto de que Jaemin, retiró del camino a la molesta camisa del menor dejando ver el abdomen ajeno, con sus músculos bien marcados y una piel más blanca que la misma nieve. También era suave al tacto del más grande, entonces comenzaron nuevamente los besos traviesos por ahí. Pectorales, abdomen y hasta las costillas contrarias recibían besos húmedos y calientes a la vez, cosa que a ambos los volvía locos. Sentir el calor de sus cuerpos juntarse, con los besos húmedos y necesitados de ambos, sus erecciones rozandose cuando el mayor lo decidía. Era totalmente el camino hasta la gloria.

Menos el momento en el cual eran interrumpidos, como justo ahora. Uno de sus hombres entró a la habitación con tres armas en sus manos, un hombro y un muslo herido por un balazo. Los habían encontrado allí, la misma policía estaba justo en la mansión de los criminales más buscados de toda Corea. Los tres hombres en la habitación se quedaron helados, una de las razones era la policía, y la otra era que estaban en un jodido momento donde ambos estaban calientes y perdían el control y la noción del mundo real. Tristemente tuvieron que salir de ese momento, solo para abrir el clóset y sacar aún más armas y municiones de ahí, sigilosamente se acercaron a la puerta de aquella habitación para salir de allí con las armas en sus manos. Cada uno apuntando a una dirección diferente, pero no había nada. Los policías habían sido más inteligentes que ellos esta vez, el poder estaba justo en sus manos, si no fuera porque Jisung y Jaemin siempre lo sabían todo, ellos habrían ganado esta vez. Pero el insinto de Jisung, no era estúpido ni mucho menos tonto, siempre sabía que algo malo pasaría. Y tendría algún plan o idea en el momento.

Jaemin le miró, y luego apuntó a los policías dentro de la habitación donde ya habían estado antes. Y allí, Jaemin comenzó la diversión para este día. Además de tener una erección y a su novio sin camisa, claro.

- Escuchenme bien malditos. Vamos a tener unos pequeños arreglos entre ustedes y yo. A Jisung lo dejan fuera de esta conversación. - dijo todavía apuntandoles a ambos, y a la vez su mirada se iba algunos segundos a Jisung, pero no podía perderlos de vista. - Agarraran sus armas, y las dejarán en el suelo. Y luego, las patearán en mi dirección, haré lo mismo solo que no será en su dirección. Solo la guardaré en mi bolsillo, y prometeré no usarla con ustedes. - sonrió suavemente de lado para guardar como había dicho su arma en el bolsillo de su pantalón, mientras esperaba que los policías lanzaran sus armas. Solo que había una sola cosa que ellos no sabían, la trampa de Jaemin. En ese justo momento, los dos policías soltaron las armas en dirección a él, y este solo logró soltar una carcajada algo fuerte ante lo sumisos que habían sido los policías. Y luego de esa risa, sonrió de una manera tan terrorífica y psicópata que los policias querían salir corriendo de allí. Pero no podían dejar escapar a los criminales más buscados en sus putas caras, así que no tenían alguna otra opción.

Jaemin se acercó de una manera lenta a ellos, y eso los dejó congelados. Este comenzó a acariciar a los oficiales, empezando por sus hombros hasta su cintura. Donde hizo un suave movimiento y sacó dos pequeñas navajas para clavar una en cada cintura ajena mientras les susurraba al oído algunas palabras.

- malditos idiotas, ¿acaso sus jefes nunca se rinden?, Ja. - y dejó caer ambos cuerpos al suelo donde simplemente los miró con cara de decepción y les sacó la lengua en forma de burla hacía ellos.

Jisung le miró con admiración, y luego dos disparos se escucharon dentro de la mansión de ambos. Un disparo en cada pecho de los policías, ya ni siquiera les importaba si la mansión había sido descubierta, o si tenían dos cadáveres de gente "importante" allí dentro solo debían vaciar los estantes con armas y explosivos, y salir corriendo de allí. Tal vez a algún otro país, o simplemente algún lugar alejado de la ciudad nuevamente. entonces cuando terminaron de hacer aquello, salieron de la hermosa y gigantesca casa por la puerta trasera. Y mierda, los tenían rodeados. Carros de policías por todos lados, y policías armados es obvio. Pero eso no era nada comparado con lo que ya habían vivido ambos chicos en su vida, solo eran un par de personas para ellos. Entonces, no tenían sentido si morían o si seguían vivos. Detrás de ellos salieron sus hombres armados comenzando una guerra con los policías, balas y explosivos por todo el al rededor de la casa, dentro de los autos, en las chaquetas de los policías y jefes. Todo iba a explotar ahí, y todo iba a morir ahí también. Los recuerdos de ambos se quedarían ahí, dentro de esa casa de color blanco y negro y lo que también quedaría allí serían los cadáveres, ya que no tendrían tiempo para terminar de limpiar todo y quemar la casa.

Miles de cadáveres se encontraban allí, y además de policías también de sus hombres. Algunos de ellos no habían aguantado la guerra, como su Jisunggie. Park estaba con dos armas en la mano, y todo su abdomen lleno de sangre, tirado en el suelo sin más, ver esa imágen hizo que la furia de Na, despertara por completo. Habían herido a su Jisung, y eso no lo permitiría jamás.

Desde eso, la guerra entre los policías y el señor Na Jaemin, empezó.

PSYCHOPATHS   |   jaesung/chensung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora