V:Final

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Los días pasaban entre los entrenamientos de Skadi de los nuevos soldados de su grupo, junto a Alex y diana, así como sus tardes después del mediodía con las reinas todas juntas o con alguna de ellas. Cada día, los reinos oscuros confiaban más en esa joven. Cuando llegó al páramo por primera vez, dairon intento probar su fuerza solo para quedar comiendo arena del desierto del páramo. Borra se rió de su integrante de clan, no parecía ser un líder tan grande pero Skadi reconoció su fuerza como guerrero.

El hada había aprendido a obedecer a su reina, pues ella hacia las cosas por una razón. Skadi se dividía entre los tres reinos, suerte que su collar había sido encantado por las reinas para así poder transportarse a cualquier reino oscuro con solo pensar a dónde quería ir.

Alex, digamos que estaba completamente enamorada de Samantha, Diana y Zelena pues prácticamente casadas, pues Regina había proclamado públicamente a Diana como princesa del reino negro por su compromiso con Zelena.

Mulán y Helia se habían tomado unas vacaciones de unos días en el páramo, para visitar a la familia del hada selvática que la habia hechizado. Ahora todas se encontraban reunidas mirando los mapas de guerra a ver cómo le harían la vida imposible a los reyes blancos, pues estos les habían provocado ciertos problemas con algunos monstruos, así que le devolverían el favor.

Al contraataque se unirían los Blackwolfs, en diferentes ocasiones. Las informaciones que recibían de los castillos blancos les resultaba realmente útiles. Nunca pensaron que dejarlas allí llevaría a esta ventajas aunque algunas de las reinas se hayan tenido que morder la lengua cuando las jóvenes les pidieron no hacer nada. O con cada noticia que les llegaba de las tres chicas, en especial maléfica.

Reino blanco, unos días antes del primer mes de invierno...

La princesa Emma la hija de Blancanieves y el príncipe encantador se encontraba caminando por los pasillos de su palacio para llegar al salón del trono. No es que tuviera muchos deseos de ver a sus padres o los otros reyes que allí estaban, pero la idea de ver a aurora y Kara la llenaba de alegría.

A su lado su sirvienta personal, Zatana una joven bruja que fue obsequiada como esclava y muestra de amistad de los reyes de kripton caminaba junto a ella. Apesar de que al inicio Emma pensaba que las brujas eran seres aberrantes y malvados. Los años de convivir con Zatana le habían hecho ver su error.

Pero no solo era ella, la princesa de Kripton, Kara, tenía a Lilith como su sirvienta, una driade de fuego o eso le habían dicho el rey Stefan a Zor-El cuando se la dio como regalo de amistad. La verdad era otra, la joven era un hada de fuego, perteneciente a la línea de sangre de Maléfica, era su sobrina.

Aurora por su parte, la princesa del reino del rey Stefan era una dulce niña, a su lado acompañándola Artemis, joven esclava que Blancanieves le regaló a Stefan cuando juntos destruyeron el pequeño reino de las amazonas, dejando a la joven Artemis ser la última de su linaje, o eso creían.

La verdad era mucho peor y más vengativa de lo que los reyes pudieran llegar a imaginar. Desde hacía unas semanas un grupo de soldados oscuros, que portaban los emblemas de las tres naciones enemigas les hacía la vida un calvario. Lo que más les sorprendía a los reyes era el collar que adornaba el cuello de su comandante, un lobo de plata con la boca abierta.

-¡No se suponía que ellos estaban muertos!- Exclamó Stefan molesto, fue lo primero que escucho Emma al entrar, miro a sus amigas que estaba a un lado conversando entre ellas, haciéndoles creer a sus padres que no escuchaban la conversación.

-Majestades....- Saludo cortes la princesa del reino blanco. Para luego irse donde sus amigas.

-Gritar no resuelve nada Stefan...- señaló Zor-El haciendo bufar al hombre.

Caballero OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora