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Cuando la siguiente escena comenzó tras haber finalizado la anterior Choi Han presintió que irían decayendo cada vez más, revelando aquellos recuerdos que Kim Rok Soo nunca hubiera contado

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Cuando la siguiente escena comenzó tras haber finalizado la anterior Choi Han presintió que irían decayendo cada vez más, revelando aquellos recuerdos que Kim Rok Soo nunca hubiera contado.

En esos momentos podían ver al menor regresando solo tras haber finalizado las clases. Se encontraba descalzo, sus zapatillas habían sido arruinadas dejándolas en tal estado que sin importar cuánto lo intentase no tendrían arreglo; y sabía que si llegaba a llevar al orfanato las zapatillas que usaban para el interior del recinto terminarán en el mismo estado que las de uso diario. Además su rodilla se encontraba magullada, y varios moretones de diversos tamaños se encontraban formándose.

El niño no parecía haber llorado en ningún momento, más su labio se encontraba lastimado.

- "¿Cuánto tiempo esperaron? Aún ni llevo dos semanas en la escuela... " - Se quejó para sí mismo el menor. El primer día de clases había transcurrido de lo más normal, pero al pasar los días Hongsik y los demás comenzaron a molestarlo. Comenzaron con sus pertenencias; rayaron su mesa, rompieron sus cuadernos y robaron sus útiles, lo que lo llevó a no poder asistir a las clases extras de integración. Los maestros comenzaron a verlo como un chico causa problemas, fue advertido de que si aquello seguía el proyecto para su reintegración sería abandonado por no haber participación de su parte, ¿Pero que podía hacer?. Sus pertenencias seguían siendo destrozadas, el orfanato también se rindió a brindarle materiales nuevos y los demás menores se salieron con las suyas todas las ocasiones.

Ningún adulto lo escuchaba, ninguno veía lo que ocurría y él se encontraba solo.

"¿Hice algo para que me odiaran tanto? Cuando llegué creí haberlos tratado bien..."

Pensó para sí mismo el menor mientras caminaba de regreso, sus medias se encontraban completamente mojadas y llenas de barro. Su mochila era una mera decoración; ya no había objeto que hubiera permanecido con él.

"¿Fue por no jugar con ellos?, ¿Por no seguir a Hongsik?, ¿Soy el raro?"

- ¡Esto no me gusta!, ¿Debemos de verlo? - On se quejo, arrugando levemente su nariz. Aquello le hacía recordar las tantas veces que estuvo debajo de la lluvia con su hermano; El barro pegado a su piel y cómo poco a poco se iba resecando para formar una dura masa marrón, su ropa pegada y la incomodidad que brindaba. Si no fuera por su padre seguiría en aquel estado.

El niño al igual que ellos se encontraba por su cuenta.

El sistema que manejaba aquello no respondió.

"Solo quiero leer, ¿No me puede gustar?"

Su madre siempre lo había alentado a hacerlo, ¿Entonces porque los demás niños lo molestaban?. También era una forma de entretenimiento.

Entre medio de sus divagaciones mientras esperaba que el cruce diera paso a los peatones un auto pasó cerca de él y le salpicó el agua que había estado acumulándose, no importa cuánto se cubrió con la mochila terminó manchándose.

Cuando por fin pudo avanzar no lo hizo, en cambio se desvío del camino planificado. Y se dirigió a una pequeña plaza abandonada, sus juegos se encontraban en gran mayoría oxidados. Con un suspiro colocó su mochila contra el tronco para evitar que se inclinaría y verificando una última vez que nadie se encontrará a la vista se sacó la camisa manchada con barro y en su lugar se colocó el buzo que hasta entonces había permanecido guardado en su mochila.

"Si las cuidadoras me ven así me culparan de haberme metido en una pelea"

- ¿Acaso lo único que saben hacer es culpar a otros? - Rosalyn exclamó con malestar.

Choi Han apretó sus puños más no expreso ninguna respuesta. El bullying que Kim Rok Soo había tenido que sufrir no era algo raro en Corea, y era una de las principales causa de suicidio en los más jóvenes. Los adultos se encontraban cansados; la sobreexigencia, los malos pagos, y las soluciones inservibles habían hecho que la mayoría comenzara a apartar la miradas de los problemas que iban en aumento en la sociedad.

"Bien, ahora solo me retaran por perder las zapatillas. Pondré a lavar la camisa cuando todos duerman"

Pensó para sí mismo el menor, luego tomó su mochila y se encaminó de regreso al orfanato. En esa ocasión la espera del cambio del color en el semáforo no se le hizo eterna; más bien le brindo una pequeña solución.

Nunca había prestado mucha atención a las casas que se encontraban por el barrio; su camino de ida a la escuela era realizado con su cabeza agachada y con su atención atenta al grupo que lo rodeaban, listo para protegerse en cualquier momento.

Nunca había notado los anuncios de trabajo que se encontraban puestos en los postes de luz.

-"¿...Ayuda para cortar el césped?, ¿bañar perros?" - Rok Soo se detuvo a leerlos. Seguramente la paga era mínima, pero si realizará varios podría reemplazar los materiales que los demás le dañaron.

- ¡El humano no debería confiar fácilmente en lo que lee! - Raon Miru exclamó entre los brazos de Eruhaben. Quien ante sus palabras le acarició la cabeza.

- Un niño no debería trabajar desde tan joven; ahora que estamos en épocas pacíficas ustedes solo deben preocuparse en jugar y comer - El dragón antiguo exclamó, acompañando sus palabras de un suspiro.

Si tomaba tantas responsabilidades desde pequeño, ¿Qué le esperaría de grande?

On y Raon Miru ante las palabras expresadas con seriedad por el mayor asintieron.

El niño arrancó uno de los avisos más nuevos y decidido lo guardo dentro de su mochila.

"Tendré que realizarlo después de la escuela o los días sin clases. No debo dejar que se enteren"

Con aquello decidido continuó su camino. Cuando llegó y a pesar de que nuevamente fue regañado aún sin ser el culpable, esta vez su estado de ánimo no se vio arruinado.

¡Si lograba ocultar sus pertenencias y le sobraba dinero incluso podría comprar libros nuevos para leer!

... Aunque su plan de trabajar no comenzaría tan pronto como él pensaba.

Al día siguiente fue despertado por una de las cuidadoras, la cuál al parecer había estado llamándolo varias veces. Su cuerpo se sentía pesado y sin energía. Podía escuchar el ajetreo de los demás niños preparándose para la escuela, más no podía mantener su vista fijada mucho en ellos. Sus ojos ardían y su cabeza dolía.

- "Tienes fiebre, llamaré al médico para que venga a revisarte" - La mujer expresó con molestia en su voz - " Si cuidarás tus pertenencias no hubiera pasado esto, ¿Quién en su sano juicio caminaría descalzo?"

"Ah... Que dolor.

¿Quién en su sano juicio retaría a un menor enfermó? "

Pensó Kim Rok Soo desviando su atención de la mujer. Si esto hubiera sido antes del accidente su madre en estos momentos le estaría acariciando su cabeza.

"De grande no seré como los adultos que me rodean. Si tengo hijos o interactuó con niños me asegurare de tratarlos bien"

El pequeño Kim Rok Soo proclamo aquella promesa para si mismo.
El recuperaría todas las vivencias que le habían dejado sus padres y las usaría a su favor.

No podía tirar la vida que le habían dado.



....

N/A: Se supone que la nueva actualización debía de ser de "hiere y protegerás" pero estoy teniendo problemas a la hora de finalizar el capitulo. Así que para no dejarlos en la nada adelante esta.

¡Gracias por leer!

Olvidó premeditadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora