Especial dia del padre:

244 17 2
                                    

Jorge sintió un golpe en su espalda y pudo reconocerlo antes de que siquiera el grito ¡Papi! Saliera con la emoción de su hijo menor. Su pequeño Christopher, quien se había tirado de rodillas encima de su espalda.

-Hey campeón.-Jorge volteó para tomar a su pequeño en brazos, aún estaba somnoliento, pero la energía de Chris siempre era algo bueno para despertar en las mañanas.

-¡feliz día papi!-Dijo con emoción el pequeño dándole un abrazo y Jorge lo tomó a través de sus brazos.

Hoy tendrían una barbacoa en casa de Georgina y Diego para poder reunirse todos, porque ahora habían más papás en el equipo de lo que alguna vez hubo. Incluyendo a Omar y Aron.

-Gracias mi vida.-Jorge sonrió y sentándose en la cama, aún sosteniendo a Chris, observó su habitación y se dio cuenta que Danna no estaba por ningún lado, la luz del vestidor y del baño estaban apagadas.-Dime algo, ¿dónde está mami?-Preguntó al niño y este simplemente sonríe con picardía tapando su boca con sus dos manitos.

-No lo puedo decir.

-¿No? ¿Acaso estas tramando algo? ¿Están tramando algo?-Paso los dedos sobre su panza haciéndole cosquillas y al niño comenzó a reír de forma incontrolable.

-Papi, ya.

-Bien, bien ¿entonces no me dirás dónde está mami?

-Hay que salir, pero mami me dijo que t-tienes que cerrar los ojos.-Sonrió con emoción y Jorge se levantó de la cama finalmente, aceptando la condición.

Se puso la camisa negra del pijama y cuando saliendo de la habitación tomando a Chris de la mano y obedeciendo sus reglas de mantener los ojos cerrados, empezó a escuchar su risa de la emoción conforme avanzaban a la sala de su casa. Tratando de activar todos sus sentimientos, pudo oír ciertos sonidos pero no lo suficiente para saber de que se trataba.

- Detente.-La inocente voz se escuchó y Jorge obedeció al pequeño.-Abre los ojos.

El pelinegro hizo exactamente eso y se encontró con una hermosa imagen. Su madre, su pequeña hija mayor y su perfecta esposa, Danna, estaban a unos metros de ellos dos con una sonrisa en sus rostros. Habían hecho un cartel con témperas, manos pequeñas pintadas, que decía "Feliz día Papi, te amamos" Una pequeña y sonriente niña de ocho años, corrió hacia a él.

-¡Papiiii!-Jorge no dudo en tomarla en brazos cuando llego hacia él.-Feliz día, papi.

-Gracias princesa.-Respondió con una sonrisa brillante, dándole un beso en la frente. Se acercó hacia su familia con Chris en la mano y sosteniendo a Sarah en su otro brazo.

Su madre le dio una abrazo y lo felicitó. Mientras tanto Sarah se había bajado y se fue junto a su pequeño hermano menor a la cocina porque ambos iban a "preparar" la mesa para que tomaran el desayuno de celebración, aunque ya todo había sido organizado por supuesto.

-Feliz día papi.-Danna lo observó con amor, alzándose sobre sus pies para darle un beso en sus labios.

-Gracias mami.-Jorge le devolvió la sonrisa, conectando sus labios de nuevo.-Sabía que estabas tramando a algo.

-Oye no fui solo yo, fuimos todas y Chris por supuesto.

-El desayuno quedó maravilloso.-Comentó María emocionada.

-Te ayudaré a poner todo sobre la mesa.-Dijo Danna acompañándola a la cocina para chequear que los niños no estuviesen haciendo nada peligroso.

Unos minutos después todos se dirigieron al gran patio de la casa, dónde tenían una de las mesas del comedor a compartir el gran y variado desayuno. Hablaron, rieron y pasaron un hermoso rato con la familia que eran. Unidos, alegres, llenos de risas y felicidad, porque así era como se suponía que fuera, como siempre era.

Luego de comer, limpiar de todos juntos y tomarse un montón de fotografías, ya se estaba haciendo tarde, así que seguirían la celebración  en la casa de Georgina en la noche.

-Bien, creo que es hora que lleve a los niños al colegio mientras usted se preparan para trabajar, ¿les parece?-Dice María levantándose de mesa y todos la imitaron.

-Si, ya casi serán las siete de la mañana. El tiempo ha volado.-Dijo Danna. Se agachó a la altura de Chris, le dio un beso en la mejilla y luego le entregó su lonchera, aún no estaba acostumbrada que estaba en primer grado y ahora incluso estudiaba en la misma escuela que Sarah, pero es la tranquilizaba un poco, porque después de todo, la niña adoraba a su hermano y que estuviera con él la  hacia sentir que no se encontraba solo. Luego le dio un abrazo a ella, su pequeña niña, le dio un beso para luego hablar.-Se portan bien los dos, ¿de acuerdo? Los amo. Denme un beso, vamos.

Los niños se despidieron de Danna al igual que María y salieron, dejándolos finalmente solos.

-Entonces papi, ¿te gustó tu desayuno?-Danna subió una ceja pasando sus manos a través del cuello de Jorge y él la tomó por la cintura.

-Lo amé.-Le dio un pequeño beso en los labios.-Y te amo a ti.

-Yo te amo a ti.-Paso su dedo índice a través de su mejilla delicadamente.-¿Tienes tiempo guapo?

-¿Para qué?-Jorge subió una ceja.-Tengo que ir a grabar dentro de un rato, pero ¿tú que tienes en mente?

-A ver, te tengo una propuesta.

-¿Ah si? Suena interesante. ¿De qué se trata?

-Como estamos celebrando el día del padre, te has ganado un round conmigo durante el día por cada hijo que tienes.-Danna sonrió con malicia e inmediatamente el cuerpo de Jorge reaccionó ante ella.

-¿Cada uno?

-Si.-La castaña sonrió.-Entonces eso nos deja en uno, por Sarah, dos por Christopher y un tercero.

-¿Tres entonces? ¿Por qué? Si me estas dando un bonus no me quejo.-Jorge sonrió y se iba a acerca a su boca para tomarla en un beso, pero ella lo frenó con su dedo índice.

-Espera, espera. No me estás entendiendo, no se trata de un bonus exactamente.-Jorge frunció el ceño por unos segundos, pero de pronto la idea chocó en su cabeza como un huracán.

-¿Estás embarazada?-Preguntó con una sonrisa brillante e incrédula.

-Si.-Danna sonrió también.

-¿Estás segura?

-Por supuesto que estoy segura.

-Oh por dios, ven aquí.-Jorge la tomó entre sus brazos girándola con emoción y alegría.

Era la mejor noticia, el mejor regalo que le habían dado.

-¿Desde hace cuanto lo sabes?-El pelinegro se detuvo, pero aún la tomaba por la cintura. Sus ojos brillaban con lágrimas de felicidad y emoción.

-Hace unos días.-Danna respondió contagiada de su emoción, había estado loca por decirle desde que lo supo.

-Y no me dijiste nada.

-Creí que esperar al día del padre sería más romántico. Tengo alrededor de cuatro semanas.

-Dios, te amo te amo.-Tomó cada lado de su rostro en un beso lleno de amor, devoción, alegría, cualquier sentimiento de emoción y éxtasis que pudiera existir en su cuerpo.-Gracias por hacerme el hombre más feliz, Danna. Te amo, te amo intensamente y amo a nuestra familia con todo mi corazón, ¿es legal ser así de feliz?

-No lo sé, pero si no lo es, no me importa-Quitó de la mejilla la lágrima de Jorge que se había derramado. Todo esto era lo que siempre había querido, la felicidad inmensa que tenía a su lado era su destino. Aquí era donde pertenecía.-Tambíen te amo, te amo con todo lo que soy Jorge, mi Jorge.

-Y de nadie más.-Volvió a sonreír.

La cargó tal y como una princesa y Danna soltó un pequeño gritillo por la sorpresa.

-Hora de reclamar ese primer round, Rivera.

Felicidad. Así era como se sentía. La única forma de describirla. Era ellos, su vida, su eternidad.

(...)

Tarde, pero seguro. Mi cerebro estaba completamente vacío, pero no quería no subir un capítulo del día del padre, así que esto salió. Espero que les guste.

Premios Icon- One shot (Jordanna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora