¿Que me hiciste Ross?

Capítulo 10 "A veces me dan ganas de besarte para callarte"

TN.

Dolor, mucho dolor.

Tengo los ojos cerrados, pero despierta. La luz que hay en el cuarto es demasiado fuerte y lo se por que traté de mirar donde estoy pero casi quedo ciega.

Esta todo demasiado frio, la cama y el espacio en donde me encuentro. Relamo mis labios que parecían una lija.

Abro muy lento mis ojos. Y observó que todo esta decorado tan simple pero lindo, pero toda esa tranquilidad se derrumba al notar que estoy conectada a unos cables y uno que genera un dolor horrible, en la nariz.

Estoy sola en un hospital, una de las pocas cosas a las cuales les tengo miedo, por que no soy una persona que tenga muchos temores.

No seas mentirosa.

Conciencia de mi corazón, cállate.

a.

Entonces como decía solo le tengo miedo a los hospitales y a las alturas.

También a las arañas, a los payasos, a los insectos, a los baños, a la comida, a hablar con la gente, a gustarle a alguien, a el papa de los Ross... a verdad eso no lo debía decir.

¿No se supone que yo te debo controlar?

Como dijiste se supone, y eres tan boba que no te diste cuenta que es de mañana y estas sola en un hospital, sin nadie.

Me quede congelada y sentí como mi respiración empezaba a volverse pesada, demasiado.

¿También te dije que estas sola?

Traté de ignorar a mi conciencia, por que de verdad me la estoy pasando muy mal, traté de pararme pero por los cables conectados a mis brazos y a mi nariz me obligaron a quedarme en la cama, inmóvil.

De un momento a otro escuche con alguien del otro lado de la habitación estaba tratando de abrir la puerta, mi pánico entro y todos mis miedos estaban jugando conmigo en ese momento.

¿Será un asesino?

Oh, cállate.

Yaaa, perdón.

Hasta que por fin pudo abrir la puerta, me hice la dormida y toda cosa mala que podía pasar lo pensé, hasta que una acción hizo que me extrañara.

-Náufragos, somos náufragos -alguien esta cantando.

Es un asesino buena onda.

¡Cállate!

¡Ya! sorry.

-En la isla a hoy, somos náufragos, aquí atorados...sin hogar ni autos, náufragos, a hoy...

Ok, era mi momento de gritar, me aclare la garganta sin que se escuchara.

-¡AAAAAAAAAAAA!

-¡SOMO NÁUFRAGOS, HIJO DE PUTA! -es Sue, mierda.

Se cayó y las golosinas que trae quedaron también en el suelo, solo que lo bueno es que están cerradas.

Me miró con cara de querer matarme, upsi.

-Porque...todos....hoy...¡Tienen la manía de asustarme!

Uy se enojo.

-Perdón -le dije sonriendo como ángel, esperando a que me perdonara del casi ataque que le provoque.

-No te perdono -sonrió con sarcasmo y recogió las golosinas para luego colocarlas en la mesita de noche, a mi lado.

-¿Te asusté? -le pregunte, para crear una conversación, pero creo que la respuesta era obvia.